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Emperatriz dragón. La demonización de una mujer que reinó sobre la tierra.

Una simple concubina en el siglo VII decidió hacerse con el trono en el país más poderoso del planeta. La tradicional China. Por primera vez, el país más avanzado del mundo, estaba dirigido por una mujer. Algo que no había sucedido jamás durante la inmensa historia de China y algo, que no volvería a suceder.

Zétiān fue una mujer adelantada a su tiempo que decidió variar el rumbo de la historia de China sin pedir permiso y sin pedir perdón. Su legado fue un reino con una enorme prosperidad económica y una gran estabilidad social. Rompió con las normas establecidas y demostró ser una emperatriz no ya competente sino inigualable. Sin embargo, la demonización de su figura, ha puesto acento en los errores, mitos y rumores, dejando en un segundo plano sus reformas como gobernante. Hoy, desde el Lejano Este hablamos de la leyenda negra una mujer que reinó sobre la tierra.

Nacimiento

Wu Zétiān no nació emperatriz, tuvo que ganárselo y recorrió un largo camino para ello. Nació en el año 624, cerca de Tàiyuán, en lo que sería la provincia de Shānxī. Creció en una familia de la clase dominante China. Su padre, era canciller al servicio del emperador y su madre provenía de una familia acomodada y había sido escogida para su padre, por el propio emperador. Pese a estos mimbres, su infancia no fue fácil. Su padre, deseaba un hijo varón y según algunos historiadores Wǔ Zétiān tuvo que aprender a escribir y leer a escondidas mientras sus hermanos recibían clases.

Juventud como concubina

Además de su inteligencia y habilidades para la música, Zétiān destacaba por una belleza fuera de lo común y a sus catorce años fue escogida para formar parte del harén del emperador Tàizōng.

Al contrario de lo que pensamos desde la distancia, un harén no era un lugar paradisíaco donde las concubinas podían moverse con total libertad, sino una selva llena de peligros donde no ascender significaba descender, la competición con el resto de concubinas era feroz y un error podía costar, torturas, el destierro o incluso la muerte.

Wǔ Zétiān tenía la posición de “cáirén”.En algunos lugares he leído que era la número 5 de 8 o de 9 concubinas que podía tener un emperador. Esto no es correcto y la confusión se debe a que había 8 posiciones diferentes, no 8 concubinas. Cada posición en el escalafón contenía un número concreto de concubinas. cáirén sería la quinto grado y había 9 concubinas cáirén. Pero como digo, este es el quinto grado, es decir antes de llegar a la posición de cáirén ya encontramos 31 concubinas repartidas entre los diferentes grados.

Los emperadores chinos de aquella época tenían innumerables concubinas. Sólo este tema daría para un episodio entero ordenando las posiciones, sus funciones, su origen noble, etc.

Ascenso en el harén

Tanto el emperador Tàizōng como su hijo acabaron enamorándose locamente de Zétiān y a la postre rivalizando por ella. El emperador ya la apodaba Mèi-Niáng, literalmente «chica bella” mostrando claramente su predilección por ella y la ascendió en el escalafón que comentábamos antes, para ser algo así como una secretaria personal.

Zétiān seguía su escalada imparable y en esta posición ganó experiencia en temas imperiales y burocráticos. Se cree que durante esta época ya mantuvo relaciones con el heredero al trono, Gāozōng, casado ya en aquel momento.

Tras 11 años en la corte, a sus 25, el emperador muere. Según la tradición, todas las concubinas de un emperador fallecido eran enviadas a un monasterio, donde se les rapaba el cabello y vivían hasta el fin de sus días cumpliendo castidad. Existe controversia sobre si Zétiān fue enviada al monasterio y recuperada por Gāozōng como concubina o si, de hecho, jamás llegó a abandonar la corte.

Concubina del nuevo Emperador

En cualquier caso, en aquella época causó gran escándalo que una mujer llegara a ser concubina de dos emperadores, padre e hijo. Gāozōng, además, la colocó en una posición superior creando un conflicto con el resto de concubinas. La emperatriz Wáng, instigó también para que  Zétiān volviera ya que se encontraba en una posición de debilidad frente a otra concubina y las intrigas en la corte contra ella eran continuas.

Tenemos que situarnos a veces en la época para entender como el sexo tenía una importancia secundaria ya que el emperador como dueño de todo lo que estaba bajo el cielo tenía potestad para poseerlo todo. Las concubinas y la propia emperatriz competían únicamente por su estatus en la corte y, en todo caso, si el sexo tenía una importancia vital, lo era para dar descendencia al emperador.

En este caso además era clave ya que la emperatriz Wáng no estaba pudiendo darle un hijo al emperador y, esta, veía a  Zétiān como el enemigo controlable al que podría manipular a su antojo.

Pero cuando  Zétiān queda embarazada el juego de equilibrios de poder se tambalea y gana demasiada importancia.

Wǔ ascendió en la jerarquía del harén y empezó a influenciar cada vez con más fuerza en cuestiones de gobierno a pesar de las continuas desavenencias con la emperatriz Wáng que empieza a ver peligrar su posición seriamente.

La muerte de su hija

La muerte de la hija de  Zétiān es quizá el primer gran evento donde se juzga la posible mentalidad implacable de ésta. La emperatriz Wáng, visitó al bebé y cuando  Zétiān llegó, avisó rápidamente a los sirvientes de que su hija se encontraba muerta y había sido asesinada. Es imposible conocer si la encontró muerta o si la mató ella misma para culpar a la emperatriz, pero este caso se ha usado históricamente como paradigma de la monstruosidad y ambición de poder de  Zétiān.

Tras este suceso, y la influencia que tenía Zétiān en el emperador, la emperatriz Wáng fue repudiada y posteriormente torturada y ejecutada por la propia  Zétiān.

Su dulzura, su timidez, sus habilidades de oratoria y conocimiento de la política la colocaron justo al lado del emperador desempeñando, de facto, el cargo de emperatriz y utilizó esas habilidades para ir eliminando a todos sus rivales políticos.

Tras caer el emperador gravemente enfermo,  asumió públicamente las tareas del emperador confirmando las funciones que ya llevaba tiempo realizando desde la sombra.

Crueldad recurrente

La historias sobre la crueldad de Zétiān no dejan de crecer desde este momento. Concubinas, su familia política, sus propios hijos… su marido, todo el que pudiera hacerle frente era susceptible de sufrir su ira. El número de rivales políticos despedidos, exiliados o asesinados ascendió enormemente.

En el año 683 el emperador muere, probablemente envenenado, y Zétiān se hace con el control absoluto.

Varios hijos de Zétiān fueron coronados emperadores en función a las preferencias y afinidiades que tenía en cada momento.

Tras varias revueltas internas bien manejadas gracias a sus habilidades y experiencia en la corte, Zétiān hace abdicar a su hijo en el año 690 y se corona a sí misma a los 66 años como emperatriz de China.

Zétiān creó su propia dinastía. De hecho, cuando estudiamos la historia de China de forma general se dice que la dinastía Táng gobernó China desde el 618 hasta el 907, es decir 300 años seguidos… Pero indagando un poquito más si se deja entrever que hubo una interrupción donde una mujer usurpó el trono durante 15 años.

Y con ella en el trono, una vez analizada su vida, anécdotas, rumorología, historia negra y demás demonización, analicemos la parte más olvidada de sus detractores: su gestión como gobernante.

Reformas

Wu llevó a cabo innumerables reformas que sentarían las bases de la posición dominante de China en el mundo. Lo primero que deberíamos quizá destacar es que su reinado supone una época de gran estabilidad. A parte de las inevitables conspiraciones internas a nivel cortesano, durante todo su reinado no se produjo ninguna revuelta. Algo inaudito hasta la fecha.

En lo que se refiere a la gestión de la maquinaria del imperio, dio un vuelco total al sistema de elección de funcionarios, para mejorar la administración del estado, modernizando los sistemas de acceso, exámenes que ella misma supervisaba, creando una corte de intelectuales y eruditos. Las familias tradicionalmente influyentes fueron apartadas de los puestos de poder.

Puso especial énfasis en la inteligencia de las personas sin importar su origen basándose en meritocracia pura y esto se hizo notar rápidamente en una creciente generación de talentos en música, poesía y arte. También destinó fondos ingentes a la promoción de filósofos y científicos en un programa de mecenazgo sin parangón en la época.

Todo esto, reduciendo impuestos a las clases bajas, en especial a los agricultores.

Agricultura

Estos, quizá fueron los que más agradecieron el cambio de paradigma. Reformó el sistema de impuestos para que los funcionarios locales no pudieran explotar a los agricultores y obtuvieran réditos en función a la cantidad de cosechas.

Se repartieron los terrenos otorgando tierras a agricultores en régimen de esclavitud. Fueron crearon manuales de desarrollo agrícola y se invirtió formación para los agricultores. Se les formaba en estrategias de cosecha, tipos de tierra y productos adecuados para cada terreno, aprovechamiento del agua, etc. Grupos de funcionarios examinaban las tierras, realizaban informes sobre las necesidades de irrigación y se creaban programas estatales para mejorar la situación y accesibilidad al agua de todas las tierras.

Esto provocó en pocos años un aumento de las cosechas a máximos históricos y elevó el estatus y la calidad de vida de los agricultores a niveles que no se alcanzarían de nuevo hasta el siglo XX.

Realmente, algunas de las medidas realizadas… Podríamos verlas en los programas de gobierno de políticos actuales. Recordad que estamos en el año 690. Cómo de eficiente debían ser sus sistemas que un país, que en aquel momento era menos de la mitad de la China actual, suponía entre el 30 y el 40% de todo el PIB mundial.

Comercio

El comercio sería otra de las bases sobre las que  Zétiān cimentaría su imperio. La estabilización de la ruta de la seda y la negociación de tratados con reinos vecinos dominantes como Persia, India o Bizancio lanzaron lo que en aquella época fue una pequeña globalización. La inversión en caminos y vías de comunicación de la época sólo es comparable al de la antigua Roma. Luòyáng, la capital del país, recibía visitas de nobles y eruditos de todo Asia contribuyendo a una fusión cultural que la convirtió en la ciudad más cosmopolita del mundo en aquel momento.

Educación

A nivel educativo, igual que mencionaba con respecto al funcionariado, se mejoró la selección y elección de profesores y se reorganizaron los sistemas educativos para ofrecer una educación universal que incluía mujeres y personas de clase baja sin posibilidades económicas y algo importante que no he mencionado, se hacía todo de forma equitativa en todas las provincias, llegando estas medidas a todos los rincones del imperio.

Sanidad

Con respecto a la sanidad, se promueve la investigación médica y se desarrolla una red de hospitales y monasterios budistas donde se trata a enfermos sin importar sus recursos.

Estrategia militar

A nivel militar, es curioso cómo se consiguen objetivos con estrategias muy variadas y a priori opuestas. Por un lado se pacifica y se desmilitariza el centro del país y por otro se crean provincias militares en zonas fronterizas con importancia comercial como la ruta de la seda.

El objetivo era mantener el imperio seguro, unido, estable y atractivo para el comercio.

Ella misma tomó el control directo de las fuerzas armadas para limitar los abusos de poder continuos que se producían.

Entre sus campañas militares, la conquista de Corea le produjo el respeto a nivel militar que consolidaba su poder absoluto como gobernante divino, pero tal era su visión que, como decía, desmilitarizó el país y se limitó a conservar ejercito sólo en lugares estratégicamente claves, abogando por la diplomacia y exprimiendo el poder que le daba su influencia sobre reinos vecinos como Tibet o Japón.

Su policía secreta fue clave en mantener una estabilidad total en el imperio y evitar revueltas antes de que llegaran a producirse.

Budismo

Zétiān se apoyó en el budismo, declarado religión oficial en 691, para legitimar su poder, pues era una doctrina que dejaba más espacio a la mujer en la sociedad y en la vida pública. Y esto no es una crítica al confucionismo, es admirable lo que supuso Confucio para China y para el mundo hace 2500 años… Pero lo que era una realidad en aquella época, como en este caso el ninguneo de la mujer a nivel político, dejó de ser útil para un dirigente como  Zétiān cuando ésta llegó al poder y se le recordaba día sí día también que estaba usurpando un trono y… Si la costumbres decían que eso no podía pasar, había dos opciones: renunciar, caer en desgracia y sufrir la venganza del siguiente tirano o cambiar las costumbres del momento.

Su inversión en la expansión del budismo ya fuera a través de la construcción de templos, publicación de textos o influencia en el sistema educativo se convertiría en una seña de identidad en su reinado.

Feminismo en la antigua China

Lo que hoy llamaríamos “igualdad de género” fue otro de sus grandes luchas. No deja de ser sorprendente como pudo cambiarlo todo cuando el mundo aún no estaba preparado para ello.

La tradición confucionista había relegado al olvido a la mujer.  Zétiān se esforzó en otorgar a la mujer su lugar. Se elaboraron biografías de personajes femeninos notables, poesías y canciones en honor a mujeres ejemplares y todo tipo de honores a heroínas del pueblo. El número de aristócratas femeninos en la corte aumentó considerablemente y se les otorgó puestos de poder inéditos hasta el momento. En lo que se refiere al ciudadano de a pie, la parte quizá más tradicional y difícil de cambiar… Zétiān inculcó la idea de que la gestión familiar era fundamental y estableció el concepto de gobernante ideal como aquel que lo hace como una madre gobierna sobre su hogar, marido e hijos.

Además del carácter simbólico, varias leyes acompañaron aquel punto de inflexión. Se igualó el luto por la muerte de un padre y una madre y se crearon e igualaron leyes como el divorcio o segundo matrimonio.

Una parte interesante de los mitos sobre  Zétiān es su personalidad un tanto lujuriosa. No hizo sino lo que cualquier mandatario hacía en aquella época. Tenía un harén de hombres y se cuenta de ella que exigía a los emisarios que querían reunirse con ella, realizarle un cunnilingus como gesto de pleitesía.

Si bien es cierto que disfrutaba del sexo sin reparo, algunas de las historias que se le han atribuido históricamente son curiosamente ataques acusándola de otorgar a la mujer una «liberación sexual»… Y en el momento en el que nos encontramos, creo que han dejado de tener sentido como crítica y quizá deberían verse, más bien, como bandera de reivindicaciones actuales.

FIN

La historia de este personaje único, llega a su fin a los 81 años de edad. 15 años de gobierno oficiales y más de 50 desde la sombra que dieron muchísimo de sí. Tras caer gravemente enferma, acabó abdicando en su hijo que restauró la dinastía áng. Pocos meses después moriría.

Termina así la historia de una concubina que el siglo VII decidió hacerse con el trono en el país más poderoso del planeta. La tradicional China. Que una mujer decidiera ostentar el poder era una osadía en un mundo patriarcal.

Curioso que a pesar de la demonización de historiadores tanto orientales como occidentales, sea probablemente la soberana china más popular de la historia.

Tiene tanto mérito su osadía que, a día de hoy nos sigue pareciendo normal para un emperador tener un harén de mujeres, pero para una mujer es absolutamente escandaloso. “Lujuriosa” y “pervertida”, es lo más destacado que se ha enseñado sobre ella en siglos. Siendo denigrada en documentos oficiales que perduran hasta hoy, 1.300 años más tarde.

Y sí, contaba con un harén de hombres, fue ambiciosa, lujuriosa, despiadada hasta tal punto tuvo que eliminó de forma cruel a sus rivales al trono. Nada que no hayamos escuchado de cualquier otro gobernante anterior o posterior a ella.

Todo un ejemplo

Si a día de hoy hablamos de la discriminación sobre la mujer, de la conveniencia o no de la discriminación positiva, sobre el techo de cristal o como las mujeres tienen que realizar un sobre esfuerzo para alcanzar cimas equivalentes a las de los hombres, las dificultades que existen para competir en igualdad, repito, a día de hoy… Con la mentalización que existe, con los medios de comunicación, con los esfuerzos educativos que estamos haciendo… Imaginad lo que supuso hace 1.300 años en una sociedad infinitamente más machista que la nuestra… Donde una mujer iba a sentarse a gobernar por primera vez y fijaos lo duro que debió ser para los hombres de la época que en milenio y medio siguiente, jamás volvió a suceder.

Su tumba

Su tumba, completamente blanca y sin ninguna inscripción es una excepción con respecto a cualquier otro gobernante de la historia. Cuenta la leyenda que se dejó en blanco en espera que en algún momento del futuro seamos capaces de valorar sus acciones de forma justa y seamos dignos de grabar un epitafio. Pero 1.300 años después, la tumba sigue sin ninguna inscripción. En blanco impoluto.

Os dejo con una frase sobre la propia  Zétiān. 

“Fue todo lo que un hombre podía imaginar y todo lo que una mujer jamás había imaginado”.

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