Los informes resultantes de los controles de calidad son una estupenda herramienta para conocer si nuestros productos se han desarrollado acorde a lo pactado y, por supuesto, debemos usarlos para tomar las decisiones finales antes del embarque.
Lo que no podemos esperar es que dichos informes solucionen los problemas por ellos mismos.
Muchos compradores sobreestiman el alcance de los controles de calidad, estos son algunos malentendidos que debes evitar.
El reporte de calidad no te dará la última respuesta
Es un error pensar que el resultado del control dictará por si solo si se debe enviar o rechazar el producto.
El control de calidad puede arrojar el resultado estadístico (basandose generalmente en el método AQL) “aprobado”, “suspenso” o “pendiente” pero el hecho de que nuestro control haya obtenido la aprobación no significa que nuestro proveedor tenga directamente autoridad para proceder a enviar los productos. Igualmente, si el control de calidad indica «suspenso», puede que nos interese seguir adelante con el pedido.
Imaginemos que hemos pedido camisetas y el fabricante, por error, ha impreso las etiquetas de las mismas en un color diferente al que le exigimos, en este caso el reporte de inspección indicará «suspenso»pero puede que como compradores consideremos seguir adelante con el envío ya que el nuevo color sí es «aceptable»
El control de calidad no se realiza sobre cada unidad
Muchos compradores creen que, por defecto, los controles de calidad se realizan sobre cada producto individual del pedido. También hay quienes creen que se toma una muestra elegida de forma arbitraria. Ambas conclusiones no son correctas.
En la mayoría de casos, inspeccionar el 100% del pedido no tiene sentido, ya que es poco práctico y, sobre todo, muy costoso.
Aún así, hay algunos casos en los que sí sería interesante la inspección del pedido completo:
- El tamaño del pedido es muy pequeño e implicaría muy poco tiempo el inspeccionar cada pieza.
- Se está inspeccionando productos de muy alto valor (ej. Joyas)
- Se está inspeccionando por primera vez el pedido de un nuevo proveedor.
En cuanto al tamaño de la muestra, estará supeditada al método AQL. Existen otros estándares en la industria, pero el método AQL es el que ofrece mejores resultados y es el más aceptado en todo tipo de industrias.
Un reporte de calidad no ofrece soluciones de corrección de defectos
En los informes nos encontraremos la descripción detallada de los defectos encontrados en los productos, pero lo que no podemos esperar es que nos digan cómo se generaron y cómo se deberían solucionar.
Evidentemente, aquí también dependerá de la experiencia de la empresa controladora y la relación que guardemos con ella.
Un controlador experimentado sí será capaz de especular con las posibles causas de los errores y ofrecernos sugerencias sobre acciones correctivas.
Un informe de calidad de producción no informa sobre la situación de la fábrica
Muchos importadores esperan que en el informe de calidad se detallen todo tipo de datos acerca de la fábrica: Su capacidad de producción, número de trabajadores e incluso información financiera de la misma. Pero recopilar este tipo de información se debe de realizar una auditoría de fábrica, no un control de calidad de producción.
Un control de calidad nos informará de la calidad de las materias primas, del porcentaje del pedido terminado, si los productos cumplen o no con los requisitos establecidos, pero lo que no dirá es nada sobre las condiciones de la fábrica, su nivel de desarrollo, la seguridad de los trabajadores o cualquier otro dato sobre la fábrica que no esté relacionado de forma directa con el producto inspeccionado.
Informar al inspector ayudará al resultado
Para conseguir el mejor resultado en el control de calidad, no esperes que el inspector conozca tu producto tan bien como tú, sobre todo si no es la primera compra,
Informa a la empresa de qué objetivos buscas, qué problemas has tenido anteriormente, cuales son tus requisitos más estrictos, tus compromisos de venta.
Una vez que recibas el reporte, será interesante informar al inspector sobre tu decisión respecto a la compra, tu opinión sobre el reporte, qué criterios utilizados deberían ser más estrictos o más flexibles en próximas inspecciones.
Ofrecer este tipo de comentarios, tanto al inspector como al proveedor, ayudará a obtener mejores informes en el futuro.