Desde agosto del 2011, el país asiático implantó un programa -con una duración de unos 10 años- para contratar a 500-1000 profesionales altamente cualificados con el fin de satisfacer las necesidades de las industrias y áreas clave.
Entre las medidas de tal programa se encuentran: la facilidad de otorgamiento de visados, mejores instalaciones de trabajo, un subsidio de carácter extraordinario por el equivalente de 158 mil dólares por cada profesional e, incluso, los investigadores científicos pueden obtener hasta 788 mil dólares para la subvención de experimentos.
China, aprovechando la crisis económica y de desempleo que sufre occidente, espera convertirse en la tierra deseada, de esas personas con talento, donde poder realizar sus sueños y tener una sensación de seguridad que no pueden obtener en sus países actuales.
“Aunque somos un país en desarrollo, nuestras principales ciudades tienen la capacidad de satisfacer las necesidades cotidianas de los profesionales extranjeros”, así afirmó Liu Yanguo uno de los responsables de la Administración Estatal para los asuntos de Expertos Extranjeros.
Además para el mes de julio de este año, se espera la concesión de “visados para talentos” que según el borrador de la Oficina del Consejo de Estado serán de dos tipos: R1, un permiso de residencia de hasta 5 años y, R2, otro permiso que consta de múltiples entradas con una duración máxima de 180 días por lo que deberá ser renovado cada 6 meses.
Por otro lado, el Consejo de Estado también está barajando la posibilidad de facilitar permisos de residencia de mayor duración a extranjeros que lleven más de 10 años trabajando en el país, parecido a los “Green Card” estadounidenses.
Sin embargo, por el momento, sólo quieren atraer a los extranjeros más cualificados o con experiencia reconocida en otros países o profesionales que China necesita “urgentemente”, facilitándoles los permisos tan difíciles de obtener debido a su gran burocracia y a la cantidad de requisitos.