Shanghai ya tuvo un papel importante en el comercio internacional en 1824, cuando los ingleses ganaron la primera Guerra del Opio. La explotación de su puerto fue un punto clave para el comercio.
Este año, las autoridades chinas han aprobado un proyecto para convertirla en la primera zona de libre comercio en la China continental, muchos ya se refieren a ella como “El pequeño Hong Kong”. Un plan que tardará 3 años para poder establecerse y así cumplir las condiciones internacionales.
Esta zona piloto permitirá depositar, manejar, fabricar, reconfigurar y volver a exportar productos sin la intervención de las autoridades aduaneras locales. Además que marcará un paso para la apertura del país asiático en las relaciones con otros países y supondrá una oportunidad para impulsar el comercio con las economías circundantes y contribuir al volumen del comercio internacional.
Shanghai ya cuenta con unas condiciones favorables gracias a sus tres zonas francas: la zona de libre comercio Waigaoqiao, el área portuaria de libre comercio de Yangshan y la zona integral de libre comercio de los aeropuertos de Hongqiao y Pudong.
Entre otras cosas, permitirá fabricar consolas en esta nueva zona (una actividad prohibida desde el año 2000), además de apoyar la creación de bancos de empresas extranjeras, dar la bienvenida a instituciones financieras con capital privado y disminuir los controles sobre otros 19 sectores. También incluye la libre convertibilidad del yuan, sin embargo, lo que continuará sin estar permitido, serán los casinos.