Es un hecho que no sólo afecta a las pequeñas y medianas empresas, sino también a las empresas multinacionales que desean operar en China.
A pesar de ser un mercado de 1.300 millones de personas, con un crecimiento anual del 8%, emprender en el gigante asiático no es tarea fácil. Ya no sólo por las trabas idiomáticas, culturales o políticas.
Entre otras cosas, la manera más común para poder funcionar en China es primero contar con un socio local, que si bien cuenta con relaciones y contactos con las autoridades, la garantía de éxito puede estar asegurada.
Ejemplos de esto, es el caso de la empresa Tesco, que se resignó al imposible hecho de ingresar en el mercado chino por cuenta propia por lo que tuvo que asociarse con una compañía local para tener éxito y crear una empresa mixta. Esta cadena china CRE (China Resources Enterprise), a cambio, se lleva el 80% de las acciones de la empresa británica. Y es que tanto Tesco, Carrefour como otras 3 cadenas de supermercados extranjeras, han tenido dificultades para entrar en el mercado chino de forma independiente.
La opinión de China cada vez cuenta con más peso en el entorno competitivo internacional, y a veces, incluso puede ser una traba para las fusiones de grandes empresas provocando la frustración de las mismas al hacer negocios en el país.