Acaba de comenzar el nuevo año chino, año del mono de fuego, y hemos decidido preguntar a dos de nuestros consultores sus expectativas para el nuevo año.
Tom Xu, , nacido en el año del dragón, tiene 42 años, es socio de SedeenChina y consultor de inversionistas chinos. Tom opina que este año será un año de deflación para China, estallarán muchas burbujas y será un momento de recesión.
Adrián Díaz, socio de SedeenChina y consultor de empresas extranjeras en China, nacido hace 37 años en el año del caballo, vive en China desde el 2006. Adrián presenta otro enfoque, con una gran inflación a la vista en los próximos años.
¿Por qué deflación? Tom Xu
Burbuja de productos
Este año se va a hacer evidente un concepto que apenas se conoce en occidente: la burbuja de productos del mercado chino.
Las fábricas siguen produciendo como si no hubiera tenido lugar la crisis mundial de 2008. El fabricante chino, ante la falta de demanda internacional encontró un segundo mercado en su propio país. No es verdad que el mercado chino se dirigiera al mercado interior como una estrategia, es algo que se encontró porque no tenían demanda exterior por lo que empezaron a atender más a la demanda interna.
Ya había empresas atendiendo esa demanda, lo que produjo una saturación de oferta en el mercado chino que ha originado esta burbuja de productos.
[En 2015 las exportaciones chinas cayeron por primera vez en 7 años]
Por otro lado las fábricas además de contar con el stock de la demanda internacional perdida, y que esperaban recuperar en unos años, han seguido produciendo para el mercado interior, un mercado sobre-saturado.
Las fábricas que tenían más necesidad de liquidez han empezado a vender producto a bajo precio, muchas veces por debajo de su coste.
Por otro lado, se está originando un segundo problema para el emprendedor; las nuevas empresas que llegan al mercado con un producto bueno y un precio competitivo y se están encontrando con que la competencia vende por debajo de su coste, por lo tanto se está generando también un cierre continuo de empresas y grandes dificultades para nuevos emprendedores.
Burbuja inmobiliaria
Este no será el mayor problema, pese a las ciudades fantasma de las que tanto se habla, pero también se generará deflación en este ámbito.
Hasta ahora los grandes constructores chinos han tenido mucha liquidez, por ello están pudiendo aguantar con sus edificios y pisos sin vender, en lugar de bajar los precios. Un ejemplo claro se da en la ciudad de Guangzhou donde se ha producido un bloqueo de precios pese al descenso de la demanda.
Los bancos en algún momento tendrán que dejar de prestar dinero, la liquidez se terminará y los constructores tendrán que bajar precios para vender.
La bolsa china
Aunque quizá es el problema más remarcado fuera de China, es el tercer motivo en importancia. Una gran parte del problema bursátil lo genera el gobierno con sus medidas. En mi opinión, el problema principal fue la ley que ha determinado que una acción podía considerarse aval para solicitar créditos bancarios tal como sucede con un inmueble.
Esto en la práctica provocó un bucle en el que un consumidor chino que tenía sus ahorros invertidos en bolsa, podía usar sus títulos bursátiles como aval para solicitar un nuevo crédito. Con este crédito podía compras nuevas acciones que usaría como aval para un nuevo crédito en un círculo vicioso interminable.
Por otro lado, se produjo el efecto llamada, y cuanta más gente compraba en bolsa, más subía la bolsa y más inversores aparecían. De hecho muchos empresarios vendieron sus negocios para invertir.
Pero como en cualquier crecimiento piramidal, en algún momento se acabó el dinero, y por lo tanto las acciones comenzaron a bajar. Los bancos descubren que el aval que había garantizado sus prestamos es insuficiente y piden compensaciones económicas que los inversores no pueden atender. Esto provoca la venta de acciones que a su vez provoca una bajada del precio de las mismas y más nervios bancarios. Esta vez, el círculo vicioso va hacia abajo.
[En Julio de 2015 la bolsa china perdía
3 billones de euros ]
China es un país donde los particulares funcionan como prestamistas en una red de micro-créditos hacia amigos y familiares difícil de entender desde el exterior. Si hablamos de 75 millones de chinos* invirtiendo en bolsa el número de prestamistas es mucho mayor.
La situación actual provoca una frustración considerable en inversores que han visto su dinero volatilizare bien en empresas estancadas bien en inversiones bursátiles, algo que provoca desconfianza en los pocos inversionistas que conservan ahorros que no ayudará a mejorar el consumo interno.
*En junio 2015 había 75 millones de inversionistas chinos que pasan a 51 millones a partir de julio. Fuente China Securities Depository & Clearing Corporation (CSDC)
¿Por qué inflación?. Adrián Díaz
Porque se va a imprimir dinero para préstamos
La tendencia internacional tanto de los Estados Unidos como de Europa y Japón con el famoso Abenomics, ha sido / está siendo usar sus respectivos bancos centrales (o equivalente) para introducir más dinero en los mercados. La única gran economía que no estaba siguiendo esa línea era China y era evidente que tarde o temprano esto iba a cambiar.
El gobierno es consciente del problema que vive el tejido industrial chino ante la falta de demanda internacional, y continuará imprimiendo para que se les siga prestando dinero y para que el consumidor pueda gastar.
[Con motivo del año nuevo chino, el Banco Popular de China ha inyectado en el sistema financiero un total de 200.000 millones de euros]
Las fábricas no llegarán al punto que indica Tom Xu, no al menos durante 2016, sino que seguirán fabricando productos que nadie precisa, pero este dinero, como sucede siempre que se imprime artificialmente, provocará inflación.
Porque el Yuan ya es moneda de reserva internacional
China ha conseguido que el Yuan sea declarado por el FMI moneda de reserva, lo que ha provocado que haya mayor demanda internacional porque se incrementará el uso de esta divisa. Por lo tanto, el gobierno chino ha empezado a imprimir más moneda para atender esta demanda.
El gobierno chino considera un tema capital la inclusión del Yuan en el mercado internacional y un mal cálculo de las necesidades o un sobre-optimismo puede provocar un aumento desorbitado de líquido en el mercado local.
Por el miedo a la deflación
Curiosamente, el mayor argumento a favor de una inflación, en este caso artificial, sería la posibilidad de que Tom Xu esté en lo cierto y haya alguna posibilidad de deflación.
La década perdida de Japón (década que dura ya 25 años) ha influenciado muchísimo las políticas del resto del mundo. Sería difícilmente admisible que China entrara en una deflación similar teniendo la opción de imprimir líquido y provocar inflación como contrapartida.
Como conclusión, China entra en el nuevo año con muchísimos interrogantes internos agravados por las tensiones internacionales actuales. Su capacidad de adaptación y liderazgo definirán también los problemas a los que deberá enfrentarse. El estancamiento del consumo interno, las burbujas y la inestabilidad bursátil compiten con un estado que se sabe poderoso y cuenta con herramientas de control para seguir con éxito al timón de una economía que, no olvidemos, con sus retos y miedos, sigue creciendo a casi el 7% anual.
SedeenChina