A pesar de ser China el mayor mercado para los videojuegos en Asia Pacífico, hace 13 años, implantó la prohibición de la producción, distribución e importación de las videoconsolas debido a los supuestos efectos negativos que tienen en los jóvenes.
Tal es la preocupación de algunos padres con este tema que, los más moderados, han optado por regular el tiempo y acceso a Internet de sus hijos mientras que, los más extremos, han internado a sus hijos en campamentos militares para erradicar esta adicción.
Sin embargo, estas consolas como PlayStation, Xbox 360 y Wii, son comercializadas legalmente en Hong Kong y se pueden conseguir en algunos lugares que venden estos productos, aunque introducidos de forma ilegal en el país. Ya que todas estas empresas dedicadas a este tipo de entretenimiento no pudieron lanzar sus productos de manera oficial en China.
Muchos de los intentos de Sony, Nintendo y Microsoft fueron fallidos. Sony lanzó la PlayStation 2 pero fue pirateada tanto el software como el hardware. Lo mismo le ocurrió a la Wii que fue copiada por una compañía china y lanzada como Vii (la piratería sigue siendo uno de los problemas que debe solucionar el país). Solamente Nintendo pudo comercializar su “iQue player” que permitía jugar sus juegos adaptados a esta consola y no podía ser pirateado y, en el año 2009, logró sacar a la venta legalmente su consola Nintendo DS.
Para que esta revisión sea aprobada, tendrá que ser firmada por los mismos siete ministros que la prohibieron. Así que si China acuerda levantar tal prohibición, se abrirá un nuevo mercado beneficioso para la industria de los videojuegos. Mientras tanto, esta política seguirá siendo su principal obstáculo.
Pero gracias a esta política, se ha producido un boom con los juegos online, sobre todo, en 2010. Este hecho también se debe al desarrollo de los portales de Internet, las plataformas online, las redes sociales y el surgimiento de los “smartphones”.
La oportunidad y crecimiento del sector en China se encuentra en las inversiones en aplicaciones para los juegos móviles online ya que la conexión a través de estos dispositivos está creciendo espectacularmente.
Aunque la regulación del sector todavía mantiene algunas restricciones, sólo las empresas domésticas se han hecho con la posición de dominio y liderazgo de la industria ya que las empresas, cuyo capital sólo recae en manos extranjeras, no pueden vender videojuegos en el país asiático a no ser que consigan un socio local. Con esto, China intenta potenciar las exportaciones de las empresas locales del sector, mientras que dificulta, las importaciones a empresas extranjeras.