El pasado mes de junio la Asamblea Nacional nicaragüense autorizó la contrucción del canal interoceánico en Nicaragua a la empresa china Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKND Group).
Se trata de una concesión exclusiva por 100 años que, según el diputado de la Asamblea Edwin Castro “no es ninguna privatización de los recursos del país, es una concesión, Nicaragua no perderá el dominio de las aguas ni de los territorios”.
Este proyecto, que supondrá un coste de 40.000 millones de dólares y precisará un plazo de 10 años, conectará el mar Caribe, el océano Atlántico y el Pacífico. A pesar de no tener todavía una ruta establecida, se pretende construir también un oleoducto, puertos de aguas profundas, un canal seco para que pase un ferrocarril de carga, zonas de libre comercio y un aeropuerto internacional.
Este plan favorecerá el PIB del país y supondrá una mejora en la competitividad de sus productos, al abaratarse el coste del transporte, además de un aumento de la participación china en los mercados de Centro América y Suramérica, ya que bajarían los costes de las materias primas que de ellos se extraen.
Este nuevo canal competirá con el actual canal de Panamá además de ayudar a descongestionarlo.