China está emergiendo como el mayor consumidor de productos de lujo del mundo. Desde el 2010, su consumo de productos de lujo alcanzó 6.500 millones de dólares, manteniendo el crecimiento más rápido de todo el mundo durante 3 años consecutivos.
Para el 2015, se espera que China supere a Japón como el mayor consumidor de estos productos y para el 2020, la cantidad de consumidores de lujo chinos se prevé que aumente de 80 a 180 millones.
A pesar de los esfuerzos de las marcas de lujo en intentar expandir y asentarse en el país asiático, muchos consumidores prefieren viajar al extranjero en busca de los mismos, debido a los elevados impuestos aplicados a estos productos importados. En algunos productos, las tasas pueden alcanzar hasta el 30%, siendo más barato en Europa que en China.
Hong Kong sigue siendo el destino preferido para este tipo de turismo, por su cercanía y sus impuestos. Y, a nivel local, siguen prefiriendo Shanghai al ser la capital de la moda china. Pero, a nivel internacional, prefieren desplazarse hasta Europa o Japón. Y España es uno de los destinos más atractivos, siendo Madrid el segundo preferido por detrás de Londres.
Estos consumidores buscan vivir experiencias dentro de los establecimientos estando en el extranjero, debido principalmente por la profesionalidad de los empleados y la correcta atención al cliente. Los consumidores chinos están empezando a interesarse por conocer también los atributos del producto y de la marca, además de su diseño y su historia.
Independientemente de que los viajes sean por negocios u ocio, las mujeres consumen más cosmética, perfumes, spa, textil, calzado, bolsos y joyas; mientras que los hombres se decantan más por alcohol, relojes y automóviles.