El año nuevo chino se acerca y con él la festividad más importante en la sociedad y la cultura China. La noche del 27 de enero de 2017 tendrá lugar el cambio de año con su respectivo nuevo animal del zodíaco dando paso al Gallo de fuego.
Según la cultura oriental, el gallo es símbolo de brillo (por ser el animal que despierta a los demás) conllevando prosperidad, valentía, talento, ingenio y justicia. Además, cada año se asocia a uno de los cinco elementos de la teoría china (fuego, aire, agua, madera y metal) y 2017 es el año del Gallo de fuego, una oportunidad para desarrollarse y crecer profesionalmente.
El cambio de año da lugar a un enorme fenómeno social con la movilización de cientos de millones de personas que se desplazan para celebrar esta festividad con la familia. Es tiempo de limpiar la casa y barrer la mala energía del año que acaba, pintar las puertas y utilizar el rojo como imán de la buena suerte y la riqueza. Acudir a los templos a rezar y honrar a los ancestros y preparar los fuegos artificiales para celebrar la entrada del año.
Según datos oficiales, entre el 13 de enero y el 21 de febrero se esperan alrededor de 3.000 millones de viajes, cifra que va en aumento cada año. El medio de transporte preferido será el coche con 2.520 millones de viajeros, seguido del tren con 356 millones. En un segundo plano quedan el avión con 58,3 millones y el barco con 43,5 millones de desplazamientos.
Esta importante festividad supone un aumento del gasto para las familias que se estima en más de 90 millones de dólares en compras para este festival de primavera.
¿Cómo se prevé el desarrollo económico en China para el 2017?
Según el último informe publicado por el FMI “Previsiones de la Economía Mundial”, China prevé un crecimiento económico del 6,5% para el año 2017. Dato que igulará al 2016 e inferior al crecimiento de años anteriores, aunque el gobierno chino ha aplicado nuevas políticas de crecimiento. En 2014 el cecimiento fue de un 7,3%, un 6,9% en 2015 y un 6,5% en 2016. La economía mundial, por su parte, se prevé que crezca un 2,7%.
La economía china empieza el año con el compromiso de cambio que, como señaló el presidente de China, Xi Jinping, en el Foro Económico Mundial en Davos pretende proyectar el liderazgo chino combatiendo el proteccionismo global. Así pues, según un comunicado del gabinete presidencial, el gigante asiático pretende abrir las restricciones sobre la inversión extranjera en la banca permitiendo que las empresas con capital extranjero coticen en las bolsas nacionales.
China supone un 39% del total mundial, lo que muestra su importancia en la economía internacional. En el ámbito laboral, el gigante asiático creó más de 12 millones de nuevos empleos y sacó de la pobreza a más de 10 millones de personas.
En definitiva, China continúa liderando a los países de economías emergentes y es un gran activo para el crecimiento de la economía mundial, tanto es así que 2017 será el año del desarrollo de iniciativas relacionadas con el comercio como, por ejemplo, One Belt, One Road, proyecto cuya prioridad es conectar China con África, Europa y Asia con el objetivo de contar con el apoyo y colaboración de los países que se encuentran en la ruta, y además permitir a China controlar las redes de transporte de mercancía siendo menos dependientes de los países y puertos que se utilizaban más frecuentemente. Otro proyecto es el RCEP, Asociación Económica Integral Regional, que surge como un acuerdo de libre comercio entre China y otros países creando una zona de comercio única.
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