Los últimos 5 meses he estado realizando mis prácticas universitarias en China con SedeenChina. Gracias a la colaboración entre la empresa y la Universidad he podido disfrutar de la mejor experiencia que he tenido en mi vida. Siempre pensé que si trabajaba fuera de España sería mucho más adelante y que seguramente el destino seria un lugar angloparlante. Cuando la posibilidad de irme a China se hizo una realidad fue toda una sorpresa para mí, y sobre todo para mi madre. Asusta bastante ir a un país en otro continente y con una lengua que no conoces. Era una aventura donde muchas cosas podían salir mal, pero cuando tienes una oportunidad así en tus manos es algo que simplemente no puedes dejar pasar, no me lo hubiera perdonado en la vida.
El contraste cultural ha sido brutal desde la primera semana y lo sigue siendo hoy a pocos días de volver a España. No ha habido un solo día en el que no haya aprendido cincuenta cosas nuevas, no solo sobre china sino sobre la manera de ver el mundo que tenemos en España o en Europa, y creo que esto es algo en lo que Ana, otra alumna de Esne que me acompaño los primeros 3 meses, estaría de acuerdo conmigo. Ambos hemos roto muchos estereotipos sobre China y yo personalmente veo España con ojos muy distintos.
Por supuesto es duro estar durante tanto tiempo tan lejos de casa y de la gente a la que quieres, seguramente he dejado pasar oportunidades en España en el tiempo que he estado aquí, pero todo lo que he crecido durante este periodo creo que lo compensa, no solo profesionalmente, sino personalmente. Hay muchos aspectos en los que he mejorado en este tiempo a un ritmo que me hubiera sido imposible en España, y muchos otros que directamente no podría ni haberme planteado desarrollar allí. Supongo que esto pasa con todo tipo de trabajos o de decisiones importantes, pero esta vez lo he notado mucho más. Definitivamente no me arrepiento de mi decisión.
China es un mundo donde el acceso no es tan fácil para todos como lo ha sido para mí, y lo he intentado aprovechar al máximo. El diseño es una de las profesiones en las que viajar es algo casi indispensable. Es un campo donde el «sexo entre ideas»* es imprescindible. He estado trabajando en muchas cosas distintas, a veces es difícil entender las necesidades de un usuario, cuando no hablas el mismo idioma que el usuario eso se vuelve incluso más difícil, aunque por suerte para mí siempre he estado acompañado de alguien que podía traducir. Aún así, ver como con una persona con la que no puedes cruzar una palabra puedes llegar a entenderte hablando de diseño es simplemente mágico. El diseño es multicultural y no tiene etnia, todo el mundo lo entiende.
Creo que uno de los proyectos más destacables en los que estuve involucrado fue el diseño de un stand para la Canton fair, la feria de exportación e importación más grande de China, y probablemente del mundo. Ahí te das cuenta de cuando las cosas funcionan a otro nivel. Aunque este año tuvimos poco tiempo para prepararlo todo, tuvimos buenos resultados y ya estamos trabajando en la de abril para tener resultados mejores. Fue impactante ver a gente de todas las nacionalidades distintas bajo un mismo techo por una misma razón. Hay no había razas ni dioses, había clientes y vendedores.
Estoy preparando las cosas para volver lo antes posible, ahora como trabajador. No todo el mundo puede decir en España que nada más acabar la carrera consigues trabajo y eso es algo por lo que las prácticas universitarias son tan indispensables. No solo te dan experiencia, sino que te abren las puertas al mundo laboral.
Si puedo dar un consejo es que hay que salir de la zona de confort. En todos los ámbitos. Nadie consigue el trabajo de sus sueños dentro su zona de confort. Para conseguir algo de lo que te sientas orgulloso no puedes optar por la opción cómoda.
«Sexo entre ideas»: Expresión que usa Mark Stevenson para referirse a un intercambio de ideas donde dos ideas se confrontan y crean nuevas ideas con las cosas buenas de cada una