El gigante asiático ha conseguido mantener los índices de desempleo estables pese a la ralentización económica, y apuesta por la creación de millones de empleos en los próximos años, especialmente en sectores como la industria o servicios, ya que generan más valor añadido, por el contrario existe el objetivo de reducir la actividad en el sector agrícola ya que sólo aporta entre un 5% y 10% del Producto Interior Bruto (PIB).
Por lo tanto, la reducción de los trabajadores en la agricultura, que forman el 37% de los empleados del país asiático, supondrá la creación de alrededor de 200 millones de puestos de trabajo en sectores de la industria y servicios.
Además, la Oficina Nacional de Estadística de China ha facilitado datos sobre el desempleo urbano que tiene una tasa inferior al 4,3% en los últimos 5 años, en 2011 con un 4,1, cifra que va de acuerdo con las previsiones de las autoridades locales, que tienen como objetivo no superar la tasa del 4,6% en 2012. Asimismo, si se incluyeran las áreas rurales, habría un aumento de la tasa de hasta 2,5 puntos más, llegando al 6,5% en 2011.
Las principales razones por las que se mantiene este bajo nivel en la tasa de desempleo es la alta predisposición de los trabajadores a emigrar (unos 250 millones en el final del 2011) y también el incremento de la economía del gigante asiático con un 10% de media anual.
Aunque, según el Primer ministro del Gobierno, Wen Jiabao, la economía china se enfrenta a una difícil situación en el empleo durante los próximos años. Las principales causas de esta complicación es la caída de las exportaciones, que puede poner en riesgo a las pequeñas y medianas empresas, que soportan un 80% del empleo.