Quería grabar un episodio hablando de Elon Musk y por qué es tan venerado en China pero se me mezclaban varios temas, por ejemplo, que los chinos valoran a personajes como Musk porque son meritocráticos. Pero después me iba a perder puntualizando que no son meritocráticos, sino exitocráticos, así que he decidido crear este episodio para aclarar esto y ya en un siguiente destripo a Elon Musk que le tengo muchas ganas.
Y empiezo con esto… A mí en general Elon Musk me parece un embaucador. Y claro, que lo diga así, abiertamente, pues no sienta muy bien. Menos aún si tienes tus acciones en Tesla y la respuesta típica de un chino, si no fueran tan prudentes, sería «mira lo que ha conseguido él y mira lo que has conseguido tú».
Lo que me trae al tema de hoy: la meritocracia china. ¿Cómo se te ocurre poner en duda al tipo más rico del mundo? Si no pongo en duda su éxito, digo que es un embaucador pero no digo que no sea un embaucador exitoso.
La visión del éxito en China
En fin, más allá de Elon Musk, gente como Warren Buffett, Bill Gates, etc. son visto en China como ídolos, como ejemplos a seguir. Y esto quizá choque con los que todavía viven con el verso de «dictadura comunista», cada vez menos, es cierto. Este canal va creciendo y va refutando todas ideas anacrónicas de toda esa gente que vive en sepia, gracias por todos los que ayudáis compartiendo estos videos.
Pero sí, hay quien todavía piensa que los chinos son un animal gregario, que suspira por el bien común, trabaja de sol a sol por por y para la causa de manera altruista, rinde pleitesía al partido y su único objetivo es el destino superior de su pueblo, vivir con un salario mínimo y que haya la menor desigualdad posible.
No, los chinos son los tipos más individualistas que jamás he encontrado, son ambiciosos, son trabajadores, practican la cultura del esfuerzo más que ningún otro pueblo, creen en el mérito (ahora iremos con eso) y creen que el rico merece ser rico y el pobre tiene merecido ser pobre.
¿Recordáis aquella frase marxista: «que cada cual aporte según sus capacidad y que cada cual reciba según sus necesidades»? Pues si hay un lugar en el mundo donde se aplique menos esta frase ese es la mente de cada ciudadano chino. De ahí que tipos como Elon Musk, Jack Ma, Jeff Bezos, etc. Son vistos como ejemplos a seguir.
Incluso Donald Trump, incluso…. en el peor momento de la guerra tarifaria, era un tipo infinitamente más respetado en China que por ejemplo en Europa. Porque es un hombre exitoso. Y particularmente me parece muy discutible la carrera de Trump como empresario pero aquí os hablo de cómo piensan los chinos.
¿Cuántas veces le habré dicho yo a un chino, cómo puedes admirar a Trump con todo lo que está haciendo contra China? La respuesta que más me encontré, con ese pragmatismo tan sensacional de los chinos era: “Mira, ir contra China va implícito en el cargo de presidente americano, ¿Qué esperabas?”. Cuántas lecciones me han dado los chinos en estos años.
Elon Musk, el adorado
Bien hablando de de triunfadores, de ganadores… ¿Qué piensan los chinos de Elon Musk? Muy fácil, Elon Musk es todo lo que sueña ser un chino. Empresario, exitoso… Ya está, que sea más o menos guapo es indiferente, que sepa o no hablar en público o si según reveló él mismo padezca el síndrome de Asperger, es completamente irrelevante para un chino.
El chino medio no quiere ser Brad Pitt, el chino medio quiere ser Elon Musk. Y esta diferenciación puede parecer un detalle superficial, pero nos cuenta mucho acerca de cómo son los chinos y de ese pragmatismo que siempre destaco sobre ellos.
Otro punto interesante, otro mito a derribar: si los chinos adoran a Elon Musk, nos debería hacer pensar si es entonces cierto que viven tan cerrados al mundo, tan manipulados, tan adoctrinados… Y yo soy el primero que reconoce un adoctrinamiento brutal, lo que pongo en duda es que lo digamos desde una cierta superioridad moral como si nosotros no estuviéramos adoctrinados.
Y la idea aquí es, ¿Cómo puede ser que China no declare en el Boletín Oficial del Estado chino que todo lo americano es malo como nos hace creer la prensa de todo lo chino? ¿Hay algún empresario chino al que admiremos nosotros? Alguno me refiero que no se haya peleado con el partido comunista… Porque ahora sí, salen fans de Jack Ma de debajo de las piedras.
¿De verdad pensamos que a nosotros no nos manipulan poniéndonos en negativo absolutamente todo lo que sale sobre China? ¿Por qué conocemos al creador de Facebook, pero no conocemos al creador de Tencent, que es una empresa que tecnológicamente le da mil vueltas a Facebook? ¿No nos hace un poco de ruido en el cerebro estar tan inclinados de uno de los lados?
Amor por occidente no recíproco
A los chinos les encanta la NBA, les encanta Beyonce y Tom Cruise (bueno, es un poco bajito para los chinos). Les encantan los McDonald´s, los Starbucks, Las Vegas y sueñan con tener una casa en California. Tienen una muy buena opinión de la mayor parte de presidentes americanos, ¿Qué valoramos nosotros de China? Todo es malo.
Si descubren una nueva tecnología, será mentira, o lo habrán copiado, o se caerá a pedazos, o han comprado una empresa… «sí, claro, esto es por la burbuja tal o cual, o por la mafia china, o no sé qué…» Si les va mal porque les va mal, si les va bien: “ya claro, pero a qué coste”.
Me paso el día contestando mensajes en mi canal completamente estúpidos a cerca del crédito social chino, menuda tontería, o que si le prestan dinero a los africanos para esclavizarlos… ¿De verdad son ellos los adoctrinados, cuando hablamos permanentemente de cosas inexistentes sentando cátedra, completamente alejados de la realidad? Ellos son los que tienen el firewall sí, ¿Y nosotros? ¿Qué tenemos nosotros para ser tan incompetentes en nuestra aproximación a la realidad?
¿De verdad nos cuesta tanto rescatar algo positivo de una cultura de 4000 años de historia de los que en 3800 ha estado muy por encima nuestro y que ya vuelve a estar extraordinariamente más desarrollada en algunos campos tecnológicos hoy?
Bueno pues ellos no, ellos no tienen ningún problema en reconocer admiración por personajes norteamericanos (o asimilados) como Elon Musk y lo hacen sin ningún tipo de problema.
¿Y esto es por qué sucede? ¿Son meritocráticos y le atribuyen cierto grado de mérito a tipos como Musk? Mi punto va más allá.
La exitocracia china
No estamos en el estadio donde si tienes mérito me da igual lo asquerosamente rico que puedas llegar a hacerte y lo extraordinariamente desigual que pueda ser nuestra sociedad, en este campo están ya muy por encima de EEUU. Mi tesis es que la meritocracia se queda corta para definir el fenómeno: hablamos de exitocracia, es decir, si tienes éxito me da igual el mérito que tengas.
O, siendo bien pensado, si tienes éxito, supondré sin ningún tipo de cuestionamiento, que tienes mérito. Pero vamos, en China si naces alto, guapo y en una familia bien, todo el mundo te aplaude independientemente del mérito que tenga eso. Si nos pasa en occidente, no queráis saber cómo es en China.
Esa exitocracia… Lo he comentado muchas veces, me he encontrado en multitud de ocasiones discutiendo con mis amigos chinos porque me dicen: “tal persona es muy inteligente, tiene 2 fábricas”. Mi respuesta suele ser que no me aporta nada al debate de si esta persona es o no inteligente que tenga 2 fábricas o 14. Para mí son términos que pueden ser expresar correlación pero jamás causalidad.
Pero en la mente de un chino, primero quiero cuantificar tu éxito y a partir de ahí, en todo caso deduciré tu mérito. Por esto suelo decir que cuando un chino te mira te resume. Por eso es tan fácil que te pregunten con total naturalidad cuánto ganas de sueldo, por esto es tan común mencionar qué coche tienes en una conversación, por esto es tan importante tu reloj o tu móvil.
Un vivencia que ya os sonará, una vez al salir de una reunión, uno de mis socios me dijo, «vas ahora mismo a cambiarte de IPhone». A lo que yo contesté: ¿»Por qué? ¿Si este me funciona perfectamente?» Su respuesta: “Eres el único de toda la mesa que no llevaba el último modelo.
Un desarrollo a la velocidad de la luz
¿Por qué pasa esto? Hace 40 años en China empezó una carrera donde todos empezaban de cero. La transición del comunismo a una economía de mercado no se hizo repartiéndose las empresas estatales entre oligarcas al estilo ruso, no había nada que repartir, China venía de la más absoluta miseria. Y a partir de ahí, empezaron a prosperar a distintas velocidades en función de las capacidades de cada cual.
La movilidad social en este tiempo ha sido increíble, jamás vista en ningún otro lugar en ningún otro momento. Desde que Denxiaoping blasfemó con aquella famosa frase de: “enriquecerse es glorioso”, venir de la absoluta nada no predecía tu destino.
Todos conocemos a alguien cercano sino varios, un tío un primo, un vecino, un compañero de pupitre que paso de la nada a tener su propio banco, su propio rascacielos, su cadena de hoteles. Y lo consiguió trabajando, a base de esfuerzo propio. Pasar de ser el país más pobre del planeta a ser el más rico en términos de PIB ajustado por paridad de compra, tiene eso… Estaba todo por hacer y lo hicieron entre todos: Hospitales, carreteras, cafeterías y no sólo iban a crecer endogámicamente, iban a crearlo todo para 7000 millones de personas.
Si siempre digo que decidí irme a China porque era el lugar desde donde se iba a escribir la historia de la humanidad… Nunca pensé que esas palabras serían tan certeras. De sus fábricas ha salido manufacturado el S.XXI. Y si te molesta te lo sirven ya con envoltorio ecológico, porque ya van por delante también en eso.
Y ha sido increíble vivir eso desde dentro. Había incluso quien quebraba y se volvía millonario de nuevo por segunda vez, el límite lo ponían ellos. ¿Cómo no iban a creer esta gente en el mérito? Por supuesto. Y quien se ha quedado atrás es porque ha querido. Con unos niveles de paro negativos durante décadas, cientos de millones de trabajadores del interior emigraron buscando una oportunidad. Quien se quedó lo hizo voluntariamente sabiendo que en la costa sobraba el empleo. Eso no es pobreza, poder elegir no trabajar es otra cosa. Pobreza es ausencia de trabajo.
¿Qué pasa con el guanxi?
Y alguien dirá, «bueno, hay un poquito de cinismo ahí… La meritocracia china ha estado muy unida al guanxi. Es decir, quien estaba bien conectado lo tenía más fácil». Y lo acepto a medias. Seguimos midiendo China desde nuestra superioridad moral occidental, desde nuestra terminología unívoca.
Para los chinos tener guanxi es meritorio. El guanxi no es algo que tienes, es algo que te trabajas. Nadie piensa que el tipo que conoce al jefe de la policía y consigue gracias a él ésta o esa licencia está siendo corrupto, piensa, qué listo, «como se ha esforzado por ser amigo de los personajes clave, cuántas cenas y vete a saber tú qué más le habrá costado tener lista a esa persona para el día en el que necesitó el favor».
Es extraordinariamente difícil construir y alimentar tu guanxi. El guanxi chino, como la riqueza en occidente, quizá lo puedas heredar pero en cuanto tomes un par de decisiones torpes se esfuma. Un guanxi útil es extremadamente meritorio en la cultura china.
Si queréis un reproche a este modelo en el que bajo mi punto de vista todo el mundo ha podido prosperar y la movilidad social ha sido indiscutible… La crítica más dura que se me ocurre para este ordenamiento es la gente enferma o gente que por algún motivo no pudiera trabajar. Esos sí se quedaban fuera del sistema involuntariamente y aunque en los últimos años se están poniendo recursos, hasta ayer por la tarde eran personas completamente olvidadas por la sociedad.
Y el que escuche esto estará pensando que parece que hablo de EEUU más que de China… Con lo de la meritocracia, la ausencia de sistemas de protección social públicos, esa ambición por el éxito. Efectivamente, suelo decir que China y EEUU se parecen más de lo que les gustaría a uno y otros.
Y mira que lo siento, pero es así como han sacado de la miseria a este país, trabajando. No ha sido con rentas de inserción, ni con sueldos públicos que hasta que no hubo un tejido empresarial sólido al que cobrarle impuestos eran irrelevantes, ni a través de las mega-empresas estatales que, de nuevo, hasta que no hubo un tejido empresarial sólido al que cobrarle impuestos eran completamente irrelevantes. ¿Cómo no van a creer en el mérito esta gente?
La delgada línea entre mérito y éxito
¿Cuál es el problema, entonces? Que cuando el mérito conlleva éxito, ambos términos se entrelazan, se enredan y se funden hasta que es prácticamente imposible diferenciarlos. Y como os decía, hoy los chinos miden éxito y presuponen mérito. Y es tan cruda la realidad en China que la gente meritoria sin éxito, pasa inmisericordemente a engrosar la lista de los fracasados, porque la medida del mérito es el éxito. Y me he encontrado gente valiosísima en mi vida, no sólo en China pero sobre todo en China, que en cuanto la he detectado la he intentado incorporar a mi vida porque para mí es como encontrar una acción en bolsa con un valor fundamental altísimo infravalorada por el mercado. En eso como decía, el mercado chino no tiene piedad. Si no tienes éxito, no me cuentes historias sobre tu mérito.
Y pasa en todos los estratos de la sociedad, también en el partido comunista, nominalmente meritocrático y sí, es cierto, que es infinitamente más meritocrático que cualquier sistema político occidental, pero como sucede en el resto de capas de la sociedad, se confunde mérito con éxito, y como es tan difícil evaluar el mérito, el mérito se mide en éxitos.
Esto genera incentivos perversos, ya que lo importante no es hacerlo bien sino cómo lo cuentas. Como decía un fotógrafo amigo mío en Camboya que se dedicaba a hacer reportajes para ONG’s: hacer el bien no da dinero, pero una buena foto sí.
Y con todo este tótum revolútum, si me habéis seguido hasta aquí, llega un tipo como Elon Musk, y obviamente, al hombre más exitoso del mundo, se le presupone mérito y se le admira profundamente. Fenomenal.
Hasta que eso cambie. Porque cuando eso cambie y el éxito se esfume, la admiración se esfumará con él.
¿Y cuándo ocurrirá? Eso os lo cuento en un próximo episodio.
Os dejo con una frase que me dijo una vez mi mujer, con la que ya despedí un episodio del podcast pero para los que os habéis unido a través de la versión YouTube no os la podéis perder.
Ha sido una de las frases más recordadas de mi canal y tiene que ver mucho con esta adoración por el éxito, engloba un poquito todo y ha sido mi sic transit gloria mundi versión china.
Aquel día le pregunté: “Cariño, si algún día me arruino, ¿seguirás queriéndome?» Y ella me respondió: “¡Qué tontería! Por supuesto que te seguiré queriendo y te echaré muchísimo de menos”.
Y por eso sigo trabajando como un animal. Veis, así se construye una superpotencia. Con trabajo, trabajo, trabajo… y una sutil amenaza. Bueno, en occidente lo llamáis motivación.
Gracias y hasta pronto.