Medicina tradicional china

La medicina tradicional china, a pesar de ser una costumbre milenaria, sigue siendo considerada una práctica alternativa ya que no se basa en ningún estudio científico sino en la teoría del yin y el yan además de la doctrina de los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua).

En China se mantiene la creencia de que la enfermedad ocurre cuando se altera el flujo del chi, o energía vital, produciéndose un desequilibrio entre el yin y el yan puesto que todo está interconectado.

Dentro de esta medicina existen diferentes técnicas: la terapia de hierbas y alimentación, ejercicios como el tai chi, meditación, acupuntura y masajes reparadores.

Una forma curiosa que tiene el médico para diagnosticar al paciente es a través de la pulsología, donde con sus dedos (índice, corazón y anular de cada mano)  interpreta de lo que padece la persona y dónde con tan sólo escuchar su pulso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otra costumbre es la de realizar masajes de ventosa o la terapia del “cupping”, pero en casa y de forma más rudimentaria, donde con un bol con agua y mojando en él los dedos, se va pellizcando la piel de la espalda en unos puntos concretos (según la acupuntura) hasta producir moratones con el objetivo de tratar el dolor muscular o aliviar el estrés.

Los ciudadanos chinos depositan mucho su confianza en esta medicina, pero no menosprecian la medicina occidental. Simplemente diferencian que la medicina tradicional china es un tratamiento a muy largo plazo y enfocándose en el origen, mientras que la occidental es un tratamiento más inmediato y la cura es a corto plazo.