Desde el mes de enero de este año, China ha estado implantando políticas de inmigración en sus grandes ciudades para poder permanecer en el país asiático sin necesidad de visado con el motivo de impulsar el turismo.
Las primeras ciudades que se han podido beneficiar de este privilegio fueron Beijing y Shanghai, desde sus respectivos aeropuertos (la capital china, Hongqiao y Pudong).
Y desde el pasado mes de agosto también se unió Guangzhou y ahora Chengdu.
Las condiciones de esta política de “transit-without-visa” permite la permanencia en las principales ciudades del país por un período de 72 horas que cuenta desde la concesión del permiso. También es requisito imprescindible disponer de un billete a un tercer país y el visado (si fuese necesario). Aunque algunas aerolíneas pueden disponer diferentes condiciones con respecto a este tema, para evitar problemas, los “visitantes de tránsito” deberán tener siempre un billete como prueba que saldrán del país tras el tiempo estipulado.
Los visitantes deberán registrarse en las comisarías dentro de las 24h desde la entrada (en el caso de alojarse en otro sitio que no sea un hotel).
No es aplicable para viajes donde tanto el destino y el origen sea el mismo, por ejemplo: Hong Kong-Beijing-Hong Kong, siempre el tercer destino debe ser otro país y que el paso al territorio chino sea de tránsito. Y solo es aplicable a los viajeros aéreos, para los terrestres deberán solicitar un visado.
Los que estén interesados en visitar las ciudades chinas, durante la escala, deberán comunicarlo con antelación a la correspondiente aerolínea para que puedan declararlo en inmigración antes de aterrizar.
En el caso de que no se pudiera partir tras las 72 horas por motivos ajenos tales como cancelación de vuelos, o enfermedad… también deberán solicitar un visado ya que no es posible pedir ninguna extensión.
Los que violen esta legislación podrán ser avisados, multados o incluso detenidos según el tipo de circunstancia. Sin embargo, para los casos más graves, pueden ser deportados y se les prohibiría la entrada al país.
Esta ley es aplicable para ciudadanos de 45 países, entre ellos: Argentina, Brasil, Chile, México, Portugal y España.