One Belt, One Road (OBOR) es la ambiciosa iniciativa china para el que se ha destinado una inversión de 4 a 8 billones de dólares, afectando a más de 65 países.
Se estima que la finalización de este proyecto sea en 2049 y, para entonces, OBOR se extenderá desde el borde de Asia oriental hasta África oriental y Europa central. Impactará en una larga lista de países que representan el 62% de la población mundial y el 40% de su producción económica.
Ruta de la seda 2.0
El objetivo final de OBOR es construir una extensa red de infraestructuras que ayude a conectar China con el resto de Asia, así como con África y Europa. Esta red incluye ferrocarriles, carreteras, tuberías y servicios públicos.
Este proyecto multimillonario ayudará a mejorar la brecha de infraestructuras que actualmente afecta al crecimiento económico del continente más grande del mundo, aunque cabe destacar que también tiene otros objetivos importantes.
Al conectar todas estas economías, China espera convertirse en la base de una nueva plataforma de cooperación e integración comercial internacional ya que los países que la integren podrán cooperar de un modo más directo con China.
¿Unirá?
Aunque, en un principio, algunos países estén de acuerdo con la iniciativa OBOR, la práctica es totalmente distinta a la teoría. La mayor parte de la financiación provendrá de compañías chinas pero también habrá algunas subvenciones, aunque muchas de ellas están tomando la forma de préstamos, y si los países fallan al pagar sus deudas, puede haber consecuencias. En Pakistán, por ejemplo, un puerto de aguas profundas en Gwadar está siendo financiado por préstamos de bancos chinos por una cantidad de 16 mil millones de dólares pero la tasa de interés es superior al 13%, y si Pakistán no cumple, China podría terminar tomando todo tipo de garantías como compensación, desde minas de carbón hasta oleoductos.
Por otro lado, Sri Lanka no pudo pagar su préstamo de 8 mil millones de dólares para el puerto de Hambantota. A mediados de 2017, el país cedió su participación mayoritaria en el puerto a una empresa estatal en China a cambio de cancelar la deuda. China ahora tiene un contrato de arrendamiento de 99 años. Dato muy importante ya que se encuentra justo en medio de una de las rutas marítimas más importantes de China hacia África, Oriente Medio y Europa.
Oposición natural
Si bien la mayoría de las economías en Asia están dispuestas a aceptar riesgos para desarrollar el proyecto OBOR, hay un país que no lo apoya: India.
India, un rival natural de China, tiene algunos reparos importantes:
- El Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) atraviesa Cachemira, un territorio en disputa.
- La inversión china en las rutas comerciales marítimas a través del Océano Índico podría desplazar el predominio regional tradicional de la India.
- India ve el megaproyecto OBOR con falta de transparencia.
Infografía de Raconteur
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