China espera la apertura de su nuevo aeropuerto -Shangrao Sanqingshan- para el 2014, considerándolo como su primer aeropuerto verde situado en la provincia suroriental de Jiangxi que dará servicio a 8.5 millones de personas procedentes de los municipios de Shangrao y Yingtan.
Tal proyecto ya fue aprobado en octubre de 2011 y empezó a construirse en julio del año pasado. Su coste total ha sido de 105.13 millones de dólares financiados, en parte, por fondos domésticos y subvenciones del gobierno chino, además de la aprobación del préstamo de 50 millones de dólares por parte del Banco Mundial.
En la financiación de la entidad también se incluye un plan de desarrollo de recursos humanos, un manual de finanzas y operaciones y el marketing para atraer a las aerolíneas. Es el primer proyecto aéreo financiado por el Banco Mundial en China.
Esta vez, los diseños propuestos son más sensibles a la protección del medio ambiente ya que el país pretende reducir las emisiones de carbono y ahorrar energía. Si la idea del diseño resulta exitosa, todos los nuevos aeropuertos chinos se construirán bajo estas características.
Actualmente China es el segundo mercado de transporte aéreo y su volumen de tráfico es uno de los más grandes del mundo, después de Estados Unidos. Asimismo, tiene previsto construir 69 aeropuertos adicionales lo que aumentaría el total de aeropuertos civiles en su territorio a 244 para el 2020.