¿Puede un hombre del campo intentar desafiar al gobierno? Parece que la respuesta es afirmativa. Hace apenas unas semanas, el granjero Luo Baogen se negó a firmar un documento que certificaba la demolición de su casa en la ciudad de Wenling, provincia de Zhejiang para la construcción de una autopista por parte del gobierno Chino, lo que sorprendió al mundo. Este acto no frenó los planes, ya que la autopista fue construida alrededor de la casa del ciudadano chino, dejando una imagen insólita.
Por su parte, el gobierno ofreció una indemnización de 260.000 yuanes, unos 32.000 euros, por demoler el edificio. Los vecinos de Luo decidieron aceptar la indemnización y abandonaron sus casas. Sin embargo, para Luo y su esposa este dinero era insuficiente para construir otra vivienda, por lo que pedían una cantidad más elevada, ya que construir su actual casa les costó alrededor de 75.000 euros, por lo necesitaba unos 100.000 como mínimo para levantar una nueva.
Además, las leyes chinas sobre la propiedad no reconocen la propiedad privada del suelo, solo las concesiones que pueden ser expropiadas por interés público, aunque este no está definido legalmente.
Finalmente, Luo Baogen y su esposa han decidido aceptar la indemnización que les ofrecieron en un principio de 260.000 yuanes. Por lo que el edificio ha sido derruido para continuar la construcción de la autopista. Pero la imagen quedará para el recuerdo.