Una tradición milenaria

Lina es una joven de 23 años que trabaja como oficinista en Canton. Como cada año, vuelve a casa en fiestas para reunirse con su familia y celebrar el festival de primavera.

Es originaria de un pueblo pequeño al norte de la provincia de Jiangxi. Una zona agrícola, pobre, que poco a poco va prosperando. Aún así, todavía hoy, los jóvenes tratan de emigrar a ciudades grandes donde abunda el empleo. Jiangxi tiene zonas de mucha industria, en los últimos tiempos muchas fábricas han ido mudándose al interior y estas provincias de segunda línea de mar han crecido muchísimo. Pero Lina, sueña con tener algún día su propia empresa de exportación y eligió emigrar a Canton para ganar experiencia en este campo.

En los últimos días antes de las fiestas, Lina ha estado preparándose comprado regalos para sus sobrinos, su madre, padre y detalles para resto de la familia. En casa se juntarán más de 10 personas durante las fiestas.

Lo difícil fue encontrar billete de tren

Hay que reservar con mucha antelación para no quedarse sin billete. Durante los días previos al festival de primavera, asistimos año a año al mayor movimiento migratorio del ser humano. Más de 3.000 millones de viajes, de los cuales, casi 500 millones se realizarán en tren.

A pesar de que Lina tiene la posibilidad de tomar tren rápido hasta su región en algo más de 5 horas, como muchos otros chinos prefiere comprar billete en los antiguos 绿皮车 (lǜ pí chē), literalmente, trenes de piel verde… Por su color verde oliva tan característico. Estos trenes económicos, multiplicarán por tres el viaje, pues tardará algo más de 15 horas… Si todo va bien.

Lina ha reservado cama, algunos inmigrantes, la gente más pobre, hará trayectos de hasta 30 horas de pie, para economizar todavía más su viaje. Cargados hasta arriba con maletas, bolsas y ropa de abrigo, entre estación y estación irán buscando huecos temporales donde descansar hasta que un nuevo viajero con asiento les relegue al pasillo.

El invierno es duro

Y al salir de la provincia de Guangdong, la nieve nos acompaña ya durante todo el trayecto.

Una vez llega a Shangrao, la ciudad más importante de la zona, Lina caminará hasta la estación de autobuses y allí tomará uno con el que 2 horas y media después llegará a su pueblo. Su hermano la viene a recoger en coche a la estación y de allí, en menos de una hora, llegará a la pequeña aldea que la vio nacer.

Casi 26 horas de viaje total desde que salió de su casa en Guangzhou, con la suerte de haber nacido en una provincia limítrofe.

Si tengo que morir, moriré, pero moriré en casa

Su hermano no vive en el pueblo, vino conduciendo desde Shanghai donde vive con su mujer. El sobrino de Lina, lo cuidan los abuelos en el pueblo, algo muy habitual en la cultura china. Su hermano, lo visitan una o dos veces al año, pero este año nuevo se quedarán casi un mes en casa. Los trabajadores de las fábricas no cobran durante las vacaciones y suelen alargarlas indefinidamente. Lina en cambio, tendrá que volver a sus oficinas 7 días después.

Algunos de los familiares de Lina llegarán justo el día 4. Los billetes de tren se agotaron y tuvieron que organizarse en coches compartidos, muchísimo más costosos.

Los preparativos

Los abuelos de Lina, igual que el resto de lugareños en la aldea, se levantaron pronto esa mañana para recoger verduras en la huerta y comprar en el mercado del pueblo los últimos productos que les faltaban. Llevan semanas preparando este día, pero querían comprar algunos productos a última hora para tenerlo todo lo más fresco posible. Las mujeres de la aldea, se esmeran en limpiar la casa para recibir de la mejor manera a los invitados.

Paredes y techo se decoran con lámparas rojas y deseos de prosperidad escritos a mano por el mejor escritor de caligrafía china de la familia que en este caso es el padre de Lina.

Y cuando ella llega a casa sus padres la reciben casi con lágrimas. Hacía un año que no la veían. Pero apenas se saludan, ni se abrazan, ni se besan… Los ojos lo dicen todo en China. La forma que tenemos de expresarnos los occidentales a veces resulta un tanto pesada. Amar no se dice, se hace.

Los abuelos paternos de Lina viven en casa con sus padres como manda la tradición. Verla a ella volviendo significa que aún no está casada. El día que lo haga, dejará de volver para siempre y pasará esa noche con la familia de su marido. China es un país muy tradicionalista y en el campo se acentúa. Cuando una hija se casa, se pierde. Y al contrario de lo que podríamos pensar, eso no genera tristeza.

¿Cuándo te casarás?

Los familiares de Lina le preguntarán repetidamente por qué aún no se ha casado, si no tiene pareja o si sucede algo extraño para que eso sea así… Cumplirá 24 este año y debe darse prisa a encontrar marido. La presión aumentará el año que viene hasta el punto de que algunas amigas de Lina, con todo el dolor de no ver a sus familiares durante el año, evitan volver a casa durante año nuevo chino para no sufrir esa presión.

Un año sin primavera

Pero este año es atípico. La primavera se celebra antes de las 12 de la noche. Concretamente a las 11 horas 14 minutos 14 segundos de la mañana. Habitualmente este evento se produce de madrugada después de media noche. Este año todas las tradiciones cambian. Al llegar la primavera antes del día de año nuevo, se considera que el próximo año, es un año sin primavera. Año viudo. Esto provoca recelos a casarse. El año del cerdo será próspero en muchos aspectos, pero los matrimonios que se produzcan este año desafían la tradición y los maridos correrán peligro.

Como decíamos, contracorriente, a las 11 de la mañana se lanzan los primeros fuegos artificiales, es el momento del año. Pero esto no ha hecho más que comenzar.

Nos preparamos para la cena más importante del año. 除夕 (chú xī) se le llama en chino a esta noche. Literalmente: expulsar o eliminar la última noche.

Nadie se queda solo

En la casa colindante, un vecino sin familia se dispone a celebrar la entrada del año en soledad, algo que no se permite en el pueblo. Se colocan dos palillos más en la mesa, símbolo de que una persona más es siempre bienvenida y que nadie debe pasar esa noche solo.

De nuevo, fuegos artificiales estallan a media tarde para dar paso a la cena. Hay una competición en el pueblo por ver quién empieza primero. Antes se ha ofrecido un pequeño tributo a los espíritus poniendo una mesa orientada hacia la puerta. Alcohol chino, habas de soja, té verde, fideos y arroz en platitos pequeños. 3 palillos de incienso muestran respeto.

Nadie siente el frío. La puerta de casa no se cerrará, durante todo el día y la noche entrarán a saludar y vecinos y familiares.

¡Hongbaos!

Al acabar la cena los mayores reparten hongbaos a los más pequeños. Lina ya no recibe Hongbaos, ya no es una niña, pero también se libra de pagarlos al seguir soltera. Su hermano, sin embargo, tendrá que pagar a los más pequeños y también para los abuelos.

Lina se entretiene enviando pequeños hongbaos por WeChat a sus amigos y compañeros de trabajo. El año pasado, sólo en año nuevo el volumen de transferencias por WeChat superó las cifras de PayPal en todo el año en todo el mundo.

Día 1

Llega la mañana, aunque nadie madruga. El día uno del calendario lunar del año 4717. Aunque realmente pocos chinos conocen el número. El año del cerdo, acaba de empezar. En el pueblo, los maridos se levantan temprano y preparan el desayuno de año nuevo. 长寿面 cháng shòu miàn. Unos fideos que simbolizan el deseo de una larga vida. En todo el año, será en muchos casos el único día que los maridos cocinan para sus mujeres. Ellas descansan merecidamente.

El primer día del año no se puede limpiar la casa. Toda la suciedad se va acumulando en los lados de la casa, pero no se puede expulsar. Traería mala suerte.

A media mañana visitan la tumba de sus antepasados. Ellos también deben celebrar el año nuevo. Los fuegos artificiales acompañan de nuevo la celebración. Se llevan platitos de comida. Los mayores enseñan a los más pequeños de dónde vienen, donde están sus raíces.

El resto del día lo pasarán descansando, es el primer día del año y lo que haces ese día marcará todo el año.

Día 2

El día 2 del calendario lunar Lina visita a la familia de su madre. Su abuela materna, 外婆 waipo, literalmente abuela de fuera.

Empieza lo que los chinos llaman 拜年 bài nián. Llevar las felicitaciones de año nuevo a casas de vecinos y familiares. Pero no se puede ir con las manos vacías. Lina lleva galletas y frutos secos a su abuela materna.

Días siguientes

Durante los siguientes 13 días se visitará la familia manteniendo este bài nián.

Su hermano tendrá que visitar en estos días a la familia de su mujer, los abuelos paternos de su mujer, los abuelos maternos… todo perfectamente ordenado y jerarquizado. El respeto por la familia y la tradición lo es todo en el año nuevo chino.

Sólo se interrumpe el día 5 del calendario lunar. 5 días después de año nuevo, que se realizarán nuevos fuegos artificiales para adorar a los espíritus de la riqueza que traerán buenos augurios para todo el año.

Son días de celebración y fiesta. En muchas de las visitas que se hacen Lina se une a las partidas de cartas y majiang.

Día 15

La cena del día 15 del calendario lunar, todavía será importante y se celebrará con fuegos artificiales. Es el festival de las linternas. El cielo se llena de estas típicas lámparas chinas de papel con deseos escritos en ellas. Pese a no es tan relevante como la cena de año nuevo, los familiares cercanos se reúnen en casa. Lina ya tuvo que marchar, pero su hermano y su cuñada apurarán sus días festivos para estar presente en esta última cena.

En este punto se da por finalizado el año nuevo

Lina ya está de vuelta, la celebración acabó para ella. Este año ya tiene 24. Nació en el año del cerdo, es lo que los chinos llaman 犯太岁 fàn tài suì. Será un año duro para ella. Los años de tu signo se consideran años de extrema debilidad en los que se recomienda vestir ropa interior roja para ahuyentar a los malos espíritus.

China es una mezcla increíble entre una sociedad muy tradicional con la modernidad de la innovación más disruptiva. Muchas cosas pasarán en este nuevo año. Pero estos, serán ya relatos… del año que viene.

新年快乐!xīn nián kuài lè!  ¡Feliz año nuevo!

 

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