Es posible que tras haber estado escuchando o leyendo los medios de comunicación de todo el mundo, durante las últimas semanas, hablando sobre un nuevo brote de gripe aviar aparecido en muchas regiones chinas -siendo las zonas afectadas Shanghai, Zhejiang y Jiangsu con un total de 20 ceses y 96 contagios- nos entre el pánico y no queramos viajar a China por turismo o cancelar cualquier reunión en el país asiático.
Ya lo anunciaba la OMS (Organización Mundial de la Salud) que descartaba la posibilidad de una “epidemia” debido al desconocimiento de la transmisión entre humanos. Además de que el número de casos encontrados en China, hasta la fecha, es todavía muy bajo (considerando que el número total de la población es de 1.359 millones de habitantes y solo ha habido casi 100 contagios, el porcentaje sigue siendo mínimo) por este motivo todavía no se ha implantado ninguna medida de prevención para viajar a China o para la gente que esté residiendo en ella.
¿Cómo se vive la situación desde dentro? La mayoría de la gente hace su vida normal, hay un porcentaje mínimo de chinos más radicales que han decidido eliminar de forma temporal el consumo de pollo o pato en su dieta y, en cambio muchos, siguen consumiendo comida de la calle (práctica muy habitual en China) donde la seguridad sanitaria y el control en la higiene son mínimos. Y, mientras, los establecimientos de comida rápida se han visto obligados a colgar carteles en las entradas garantizando que sus productos están limpios y bien cocinados.
Lo que sí está confirmado por los expertos es que la transmisión no se debe a la ingesta de alimentos derivados del pollo o pato. Afirman que se puede comer tales alimentos siempre que estén bien cocinados ya que el virus se inactiva a altas temperaturas de cocción.
Solamente los animales que tengan enfermedades o hayan muerto por enfermedad no deben ser consumidos. Al igual que el consumo de carne cruda y platos que tengan ingredientes como la sangre animal, son consideradas prácticas de alto riesgo.
En cuanto a las visitas a los mercados hay que evitar el contacto directo con los animales vivos puesto que los casos confirmados de gripe A han estado en un ambiente en contacto directo y cercano con ellos. Por ahora se desconoce el origen y motivo de su transmisión de persona a persona ya que los casos encontrados, pertenecían al mismo grupo familiar, concluyendo que podrían ser grupos genéticamente vulnerables.
Las autoridades chinas prometieron total transparencia sobre el tema y han adoptado una serie de medidas de prevención, entre ellas el sacrificio masivo de aves. El Ministerio de Agricultura china ha investigado 47.801 muestras procedentes de 1000 mercados, hábitats y granjas con presencia de aves donde las autoridades estatales sólo han encontrado 39 resultados positivos del virus.
La situación no es tan alarmante, más preocupante es el aire que se respira día a día debido a la alta contaminación de las ciudades. Es más crítica la situación que están padeciendo muchas grandes urbes chinas debido a su calidad de aire que la posibilidad de padecer la Gripe A.
Para estar más seguros, las medidas de prevención que recomiendan son prácticas de higiene básicas, las mismas que se aconseja cuando ocurre un brote de gripe estacional en cualquier país:
– Higiene: lavarse las manos antes, durante y después de cada preparado de las comidas, antes de comer, después de ir al servicio, después de tocar animales o desperdicios de animales, cuando se tienen las manos sucias e incluso cuando se esté cuidando a una persona enferma en casa.
– Lavarse las manos con jabón y agua o usar alcohol para desinfectarlas (es curioso saber que hay más dispensadores de alcohol para desinfectarse las manos en muchos lugares públicos de países occidentales que aquí, donde es muy difícil encontrar este tipo de productos). Esto puede hacer parecer que occidente sea más exagerado para este tipo de circunstancias, o simplemente “toda precaución es poca”.
– Cubrirse la boca y la nariz con una mascarilla, un pañuelo o con la manga al toser o estornudar, tirar el pañuelo usado en un contenedor cerrado inmediatamente después de haberlo usado y lavarse o desinfectarse las manos después de haber tenido contacto con las secreciones mucosas. Esta práctica podría ser la más complicada en implantar entre los ciudadanos chinos, donde es muy habitual escupir en cualquier parte. Igualmente las mascarillas no sólo previenen de cualquier tipo de gripe, sino que son muy útiles para el aire contaminado, siendo éste una de las causas más frecuentes por la que millones de chinos mueren cada año en este país. Y aún así, el uso de mascarillas no es tan frecuente en este país como pueda verse desde fuera.
Si se quiere ampliar más sobre el virus A (H7N9), la OMS ofrece información actualizada acerca de los avances en las investigaciones que se están haciendo sobre este subtipo de Influenza A.