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Vivir como chinos

¿Qué hace que los chinos abran nuevos comercios en España mientras nosotros los vamos cerrando?

Alexis Corbero, un usuario de LinkedIn abría este debate en el foro de «Directivos de España» a finales de 2011: Qué hace que los chinos abran nuevos comercios en España mientras nosotros los vamos cerrando?

Qué ha sucedido desde entonces? Pues muchísimas cosas, algunas de ellas lo suficientemente importantes para que este debate ya no tuviera sentido a día de hoy. Sin embargo, con casi un millar de respuestas, el debate sigue latente.

Se habla del espíritu emprendedor del chino de a pie, de lo trabajadores que son, de las exenciones de impuestos que obtienen, de mafias, prestamos ventajosos, de su nula vida social, del blanqueo de capitales, imitaciones de marcas de lujo, los aranceles de sus productos, esclavitud, racismo y un largo etcétera.

No vamos a contra-argumentar la mayoría de estos comentarios, más basados en rumores que en datos objetivos, sino la propia pregunta, pues en 2011 podía tener sentido pero en 2014 ha dejado de tenerlo. Como siempre decimos, en España, apenas pasaron cosas desde principios de los noventa hasta 2007-2008. Fue una década y media de bonanza y crecimiento más o menos continuo que nos hizo pensar que todo iba a seguir así para siempre.  Y como en nuestra burbuja no pasaba nada, pensamos que fuera de ella tampoco pasaba. Sólo así se explica que todavía hoy, en 2014, cuando un español viaja a China, se sorprenda del nivel de sus autopistas, el nivel de vida medio o la cantidad de Iphone’s que uno puede encontrar entre los usuarios de un vagón del metro.

El mundo ha cambiado, y los cambios que hemos vivido en España entre 2008 y 2014 deberían hacernos pensar que quizá otros países, en cortos periodos de tiempo, han podido cambiar también.

El caso de China, además, es un caso único en la historia de la humanidad por la velocidad en la que han sucedido estos cambios.

Todo esto lo recordamos continuamente, porque nos siguen sorprendiendo frases como «vivir como chinos» en foros de profesionales y/o directivos. Permítanme un ejemplo de lo que es «vivir como chinos»: es realmente imposible encontrar una sola familia china donde ninguno de sus miembros trabaje, estén pagando una hipoteca y el banco amenace con desalojarlos. Esto, que los chinos podrían llamar despectivamente «vivir como españoles» no sucede en China. Afortunadamente, nadie usa esos términos. 

Dejando el tema de la desinformación y siguiendo indicadores más objetivos, como los «indicadores avanzados» que, en pocas palabras, querría decir que si la economía no es un proceso instantáneo sino que es un conjunto de ellos (A>>BB>>CCC>DDDD), analizando procesos primarios podemos deducir cómo evolucionarán los procesos que se nutren de estos y así sucesivamente.

(Más información sobre los indicadores avanzados en este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=keDLs0IRFqc )

Uno de los mayores y más efectivos indicadores avanzados lo tenemos en frente de las oficinas centrales de SedeenChina: el mercado de Futian, en Yiwu. Tratándose del mercado más grande del mundo y siendo el mayor nexo de unión entre fabricantes chinos y compradores internacionales, resulta tremendamente efectivo como sistema de evaluación de la economía mundial. En 2006-2007 (justo antes y al principio de la crisis) los fabricantes que surtían principalmente a Europa (y sobre todo a España) vieron decrecer sustancialmente sus pedidos. Otro ejemplo sería el crecimiento de los pedidos de Sudamérica o África compensando la caída de Norteamérica. Quizá el caso más claro fue boom olímpico de Brasil. Durante 2010-2011 hemos visto como el mercado experimentaba un crecimiento inédito en sus pedidos desde Brasil y de la misma manera hemos visto esos pedidos caer de forma preocupante en los siguientes años dejándonos interpretar que el crecimiento del país era ficticio.

Y por qué hablamos de indicadores avanzados cuando intentábamos explicar que el debate de «por qué los chinos siguen abriendo negocios» es anacrónico? Porque desde 2010 asistimos como consultores invitados a reuniones de empresarios chinos instalados en España donde se debaten temas como la progresión, nuevas oportunidades de negocio, etc. (como hemos explicado muchas veces, la gran mayoría de ellos (casi la totalidad) provienen de esta provincia (Zhejiang), igual que los productos que importan.

En las primeras reuniones a las que asistimos, la mayoría de importadores nos hablaban de un incremento de sus ventas (y envíos). La crisis estaba haciendo mella en la población y la gente optaba por comprar productos más económicos. A su vez, la contracción de la economía y el descenso del consumo había hecho cerrar muchos negocios autóctonos, con lo que las «tiendas de chinos» recibían un extra de clientela inesperada. En aquel momento, todavía se abrían nuevos negocios y España era un lugar de oportunidades.

En 2012 la cosa cambió, en las reuniones había pesimismo. Se acrecentaban las conversaciones sobre cómo cobrar impagados, reconducir mercancía no vendida a otros países y nuevas oportunidades en latinoamérica y EEUU. Los chinos querían irse de España. 

Que nos dicen estos indicadores avanzados? Que difícilmente el número de negocios (al menos los negocios tradicionales chinos) va a crecer. Que los chinos por primera vez en la historia de España, no ven posibilidades de crecimiento y buscan otros mercados más atractivos. Y, por supuesto éste, a su vez, es un indicador avanzado de que la economía española no va a mejorar a corto plazo.

En cualquier caso, este artículo sólo pretende argumentar desde un punto de vista técnico, porqué ya apenas los chinos abren nuevos negocios en España y porqué el debate en cuestión ya no tiene sentido.