Hong Kong es una región administrativa especial que fue colonia británica hasta que, en 1997, se cede a China con la condición de mantener su sistema de economía capitalista.
Hong Kong cuenta con su propia moneda y sistema de aduanas siendo una puerta de acceso a la inversión asiática y un nexo occidental-oriental.
Su sistema fiscal se basa en la territorialidad en lugar de la residencia, estableciendo que el pago de impuestos solo se haga en las actividades llevadas a cabo en esta ex-colonia, lo que permite que las empresas aquí constituidas puedan ser utilizadas de manera muy similar a las sociedades offshore.
Es decir, todos los movimientos que se hagan con una empresa en Hong-Kong hasta cinco millones de HK$ (unos 500.000€) están libres de impuestos, siempre que no se trabaje con empresas de Hong-Kong. Al mismo tiempo, según la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) no es un paraíso fiscal y está en la lista blanca de esta organización.
SedeenChina ofrece la posibilidad de crear su empresa en Hong-Kong con su correspondiente cuenta bancaria para realizar y recibir pagos, esta opción puede ser muy interesante en los casos en que se trabaje con Asia o se quiera disponer de otro tipo de excenciones fiscales.