Durante el pasado fin de semana del 20 al 22 de abril de 2018 ha tenido lugar la World Industrial Design Conference en la que participaron miembros del equipo de SedeenChina: Adrián Díaz como asesor del gobierno chino y Lucy Liu vicepresidenta del Instituto de Información, Diseño Industrial e Investigación chino.
Con participantes como el presidente de WDO (Organización mundial del diseño) e importantes personalidades del mundo empresarial internacional y chino. China sigue apostando por liderar la carrera del diseño y atraer talento hacia el país.
Durante la mesa redonda Adrián Díaz expuso la importancia de la participación del gobierno para apoyar la industria, pero también la necesidad de abandonar el sistema «top-down» en el que desde «arriba» se toman decisiones hacia el mercado, el diseño, la industria, las subvenciones… obligando a las organizaciones, universidades y empresarios a aplicar lo que se ha decido a nivel gubernamental. «Este sistema históricamente no ha funcionado, porque es imposible que un gobierno, una persona, un departamento tenga la información de cada uno de los «actores» como de la educación, del comercio, del diseño ya que la evolución de cada mercado es diferente en cada caso.»
Por ello, continuaba Adrián Díaz, la organización tiene que ser «bottom-up» y moverse de abajo hacia arriba, es decir, que sean los profesores los que decidan a nivel educativo, los estudiantes los que se encuentran los problemas en la universidad y en el mercado laboral los que puedan expresar sus necesidades y determinar cómo utilizar los recursos. Que los empresarios sean quienes decidan como organizar sus empresas o como crear sus startups. Es decir, el gobierno tiene que ser un observador que aplique las leyes y ayudas en función a lo que necesite el mercado y no al revés.
La normativa no tiene que legislar el diseño activamente, lo que tiene que hacer es crear un marco donde las empresas puedan desarrollar su actividad en las mejores condiciones posibles. Adrián insistió en que el gobierno tiene que generar ese marco de convivencia, por ejemplo en la protección intelectual. China tiene que proporcionar seguridad jurídica en ese ámbito y dejar a los empresarios que organicen sus empresas, por ejemplo que decidan si quieren contratar chinos o occidentales o dónde ubicar su próxima sede.
Puedes ampliar la información en este artículo de la revista «Ferias & Congresos».