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Elon Musk es un tipo que genera muchísima admiración en China. En un episodio anterior os hablaba de la exitocracia y como ese éxito es tan excitante para los chinos, contraintuitivamente a lo que se vende desde fuera de una sociedad que trabaja por el bien común… Que apenas tiene sueños o proyectos individuales.

Y, dividí el tema en dos episodios. Si en el anterior hablé de esa exitocracia China, en este episodio me centro en por qué discrepo de los chinos, por qué no me gusta Elon Musk, y como China podría hundir su carrera.

Embaucador de éxito

Para empezar decir que no pongo en duda su éxito. Digo que es un embaucador pero no digo que no sea un embaucador exitoso, es el tipo más exitoso del mundo, por eso es tan admirado en China. Y justamente por esto, porque se encuentra en la cima, voy a hacer lo contrario de lo que hacen las personas ventajistas y voy a criticarle ahora, con todas las estadísticas en mi contra, y no cuando se baje del podio, que es lo que solemos hacer cuando, con el diario del lunes, todos logramos un pleno de aciertos en la quiniela.

Bien, ¿Cómo empezó esto y como he acabado yo hablando de Elon Musk?

Pues todo viene por una reunión de empresarios chinos en la que participé hace unos días en calidad de asesor. Me pidieron opinión sobre algunas acciones que está llevando a cabo Elon Musk en China que en el momento de la grabación de este episodio todavía no han salido publicadas y prefiero no revelar.

Y me pidieron mi feedback porque siempre suelo poner en duda las razones del éxito de Elon Musk, lo cual genera curiosidad entre mis socios chinos, porque al chino medio sólo le llegan sus éxitos, incuestionables, y en una sociedad tan exitocrática como la China, se suele malinterpretar… Repito, No digo que sea tonto, no digo que le esté yendo mal, todo lo contrario, digo que es tan inteligente, que no necesita hacerlo bien para que le vaya bien.

El juego de la bolsa

Dicho esto, para el que se esté mirando las acciones de Tesla mientras hablo y diga «Adrián se ha vuelto loco», aclarar que yo entiendo de empresas, no de bolsa. Y no es lo mismo. Me dedico a asistir a clientes en China porque tengo un poquito de experiencia en decisiones estratégicas en China. Me dedico a estudiar procesos decisorios para falsar mis aproximaciones, mejorarlas y ayudar en la medida de lo posible a mis clientes en sus estrategias de expansión.

El comportamiento humano con respecto a la bolsa queda fuera de mi esfera de conocimiento, lo admito. Voy compartiendo en algunos episodios exclusivos para patronos mis decisiones de inversión, pero lo hago a nivel usuario, no tengo nada que enseñar en ese ámbito. Es más, al final acabo aprendiendo de los demás y lo que hacemos es más una puesta en común utilizando la inteligencia colaborativa.

Pero volviendo a por qué es tan diferente analizar una empresa desde sus expectativas futuras o bajándola a tierra y calculando el hoy… Los propios expertos en bolsa dividen esto en dos términos: Uno es el precio de una acción y otro el valor fundamental. Y los llaman así para no decirte que lo intentan desligar lo que pertenece mundo real y lo que pertenece al reino de los juegos de rol y la fantasía… y de ahí sabemos que aunque un tulipán pueda llegar a valer más que una casa, su valor fundamental es como mucho el de un café solo.

En cualquier caso, puedo estar equivocado… Pueden estar equivocados los que piensan que el valor fundamental, el valor intrínseco de Tesla, está muy por debajo de lo que actualmente cotiza o puede haber gente que juegue a entrar y salir de Tesla antes de que reviente, porque cree que esto puede seguir subiendo.

Planes de ciencia ficción

Más allá de lo que piense yo de los Tesla, que es irrelevante, unos coches fantásticos, en general la historia de Elon Musk me parece muy similar a la de Florentino Pérez, una vida de pelotazos viviendo muy cerquita del presupuesto nacional. Es esa raza de empresarios a la que no quiero parecerme, un estilo de hacer negocios que por desgracia es cada vez más común en China, después iré con eso.

No voy a entrar en sus apuestas de que en 2026 estaremos caminando Marte, planeta que hará habitable haciendo explotar los polos con bombas atómicas… Su Jurassic Park o los chips cerebrales que ya existían en la ciencia ficción hace mucho tiempo. No son ideas suyas, el sólo promete tenerlas funcionando pasado mañana… en fin, ya digo, más allá de que humillaríamos a cualquier cuñado que nos viniera con semejantes sandeces, con Elon Musk vamos con cuidado porque “vete a saber si él sabe algo que nosotros no sepamos”.

Es decir, raramente gana las discusiones con argumentos científicos, la gente simplemente no lo pone en duda porque es él: falacia ad verecundiam en su máxima expresión. Si queréis comprobarlo, tratad de explicar lo de explotar los polos con bombas atómicas en un ambiente académico sin decir que es algo que defiende este hombre y veréis la cara que se le queda al resto.

Lo primero que le preguntaría es desde dónde vamos a cargar en una nave espacial todas esas cabezas nucleares capaces de volar un continente entero que podrían explotar en el aire o al despegar en caso de accidente… para irme esos días lo más lejos posible por lo que pueda suceder. Tener volando eso sobre nuestras cabezas parece un plan sin fisuras… ¿Qué podría salir mal?

En fin, es sólo una pregunta, se me ocurren mil más. Un profesor me enseño en una ocasión que las vacas no vuelan, por tanto cuando alguien te cuente que las vacas vuelan, no estás aprendiendo algo sobre las vacas estás aprendiendo algo sobre el que te lo cuenta.

El mundo de las subvenciones

Bien, centrándonos en las cosas reales, las que sí le funcionan a Elon y no en los juegos malabares con los que nos distrae… Decía que me parece el típico empresario arrimado al presupuesto nacional. Si siempre digo que para mí EEUU está en las antípodas del liberalismo, básicamente porque es un mercado extraordinariamente intervenido, donde el peso del estado sobre el PIB es mayor que en China y donde una buena parte de los empresarios más exitosos viven abrazados al presupuesto nacional, pues Elon Musk es el ejemplo perfecto de ello.

No entro en analizar toda su vida empresarial, hay muchos videos hablando de él, ni tampoco voy a hablaros de todo lo bueno que creo que ha hecho, que honestamente creo que es mucho. Me centro en la crítica para intentar ser más conciso.

La mayoría de sus empresas viven de subvenciones. SpaceX será fantástica… pero honestamente, competir contra una empresa estatal con presupuesto estatal, me parece de las cosas más sencillas que existen. Llevo años en China pidiendo que me dejen abrir una oficina privada para competir con el consulado y veremos a quién eligen los usuarios.

No es muy difícil abrir al público más de 5 horas al día, ser mínimamente amable, responder al teléfono de contacto o cogerme menos de 2 meses de vacaciones en navidad. Haciendo amigos, yo.

En general, y ahora voy con Tesla, Elon Musk abre empresas sobre cualquier cosa que esté subvencionada por el contribuyente americano. Y suelo comentar en mis reuniones que si mañana crean un programa para proteger al bisonte americano, Elon Musk creará una empresa focalizada en el bisonte americano. Esto pensando bien, pensando que se crea la subvención y luego él crea la empresa. Que tal y como funciona el lobbismo estadounidense, quizá es al revés, primero miramos de qué es mi empresa y luego ya crearemos la subvención a medida.

Tesla = Ponzi

Y focalizándome en Tesla que es la joya de la corona, también ha recibido infinidad de ayudas públicas, como no. Todos queremos energía verde y el coche eléctrico era un proyecto al que pocos políticos son capaces de decirle que no. Además, un vehículo americano que por fin es mejor que japoneses o alemanes.

De hecho, Tesla no se entendería sin las ayudas públicas. Recuerdo una discusión con un empleado de Tesla, muy corporativo él, que me decía, «sí pero son préstamos que ha devuelto». Bueno, hay préstamos y hay ayudas a fondo perdido, no sólo económicas, pero es que a mí el gobierno americano, ni el español ni el chino me han regalado nada ni me han prestado nada. Es decir, aunque las hubiera devuelto ya habría contado con ayudas que otros no tienen. Y, sí esto confirma que el tipo es listo, sabe moverse, pero su éxito no se debe sólo a la respuesta del mercado.

Y sigo, Tesla, una empresa sensacional, si no fuera porque me parece un esquema ponzi de libro. Un negocio piramidal, sí, como la seguridad social o como Amway. Bueno, como la estafa de la seguridad social no hay nada, vale… Pero la estructura va en ese estilo.

Si os fijáis cómo funciona intuitivamente una marca de coches, en su día seguí de cerca BYD porque me pareció interesante ver como se gesta algo desde cero, en aquellos tiempos en los que la creatividad china se generaba en clústers tecnológicos que el mercado generaba espontáneamente y no alrededor de Beijing… y BYD venía de desarrollar una tecnología única a nivel baterías, y sus baterías eran tan demandadas por las marcas de coches que decidieron comprar una fábrica de coches, creo que en Chongqing, y fueron creciendo, y pasaron de un coche muy sencillito a coches más elaborados.

Recuerdo una rueda de prensa del CEO en la que comentó que el diseño no era todavía una prioridad, la verdad es que los coches de aquella época eran feos de narices… Y que a medida que crecieran irían mejoran y creando coches cada vez más elaborados. Bueno, es lo que intuitivamente haría yo quizá. Pero no es lo que intuitivamente hace un genio como Elon Musk.

Él lo que hizo fue crear un coche de lujo, del que vendería pocas unidades porque con las subvenciones estatales no le daba para mucho más… Fijaos, me encanta esto, los pobres americanos subsidiando con los impuestos una parte del coche que sólo se pueden permitir los ricos. Es sensacional.

¿Y cómo iba a pagar el resto de vehículos una vez se quedara sin recursos? Bueno, habíamos creado un coche para la clase alta americana, haciéndonos famosos también explicando cosas raras como lo de Marte, el hyperloop y los chips cerebrales, nos ganamos fama de gurú y cuando anunciemos un nuevo coche para clases medias altas, que por la propia estructura de una sociedad son más que los de clase alta, con el dinero que nos pagan cuando reservan su coche, pagamos los coches que nos faltaban por entregar del modelo para ricos o alternativamente, devolvemos los créditos que pedimos para fabricarlos.

Claro, pero ahora tienes que fabricar coches para la clase media alta, y más allá de las ayudas estatales, no tienes dinero, te lo has gastado en pagar el piso de arriba de la pirámide. No pasa nada, vamos a crear un coche para las clases populares, que si seguimos hablando de Marte o de lo que ocurre si cruzamos orco con un semielfo… Estarán deseando reservarlo y pagar por él por adelantado.

Bueno, y yo tonto de mí, pensaba, «los esquemas piramidales revientan cuando no eres capaz de agregar un nuevo piso por debajo de la pirámide que pague los costes del piso superior, ¿Qué pasará cuando tengan que servir los coches a los trabajadores de clase media americana, crearán patinetes para los homeless americanos?» No hombre, por esto este tipo es un genio y yo soy un aprietabotones desconocido. Nos vamos a Europa… Donde las subvenciones son todavía mayores.

Y entonces llegó China

Y yo pensaba… «Bueno y cuando tenga que entregar los coches de Europa… ¿De dónde va a sacar el dinero?» Me ha dado tantas lecciones que ya no quiero dudar de él. Y en efecto, entonces Elon llegó a China. Donde vende sin parar y donde el gobierno chino le ha abierto sus puertas de par en par y lo ha llenado de dinero.

¿Quién pagará los coches chinos? Bueno, si esto no es un negocio piramidal y el tipo ha alcanzado una masa crítica donde la economía de escala ya reduce tanto los costes como para que el negocio se pague a si mismo, chapeau, me quito el sombrero. Veremos. Porque podría parecer, ya no me atrevo a apostar contra Elon, que India y África no son suficientes, o no están suficientemente desarrolladas como mercado para crear un nuevo piso por debajo de la pirámide. No lo sé.

En fin, lo he resumido mucho, no quiero aburriros, el mercado dice que Tesla vale más que todo el resto de marcas de coches juntas, nada que objetar. Yo no he invertido nunca en ByD pero qué queréis que os diga… Sus números no son tan malos.

Un poco, para acabar, os dije que os hablaría de por qué pienso que China puede acabar con Elon Musk, o puede encumbrarlo, según se mire. China es un mercado complejo y me da la sensación de que Tesla depende hoy muchísimo de China. Elon Musk ha estado listo y no se ha metido en el conflicto de Xinjiang, alaba a China siempre que puede, veremos si siempre lo puede hacer así o en algún momento desde América le piden que se posicione. Los estadounidenses son mucho de “conmigo o contra mí”.

Es muy difícil alcanzar esos ratios de popularidad y no meterte en algún charco. Estos días leía que dos satélites de Musk casi colisionan con la estación espacial china Tiangong.

¿Qué pasaría si a China le hicieran lo que le han hecho a Rusia? No es lo mismo cerrar los Starbucks o las tiendas de Zara que cerrar las fábricas de coches. ¿Se prestaría Tesla a un boicot en medio de un conflicto China-Taiwan? Si no lo hace quizá sería boicoteado en occidente.

Os pongo otro ejemplo. No sé si Elon acabará comprando esas acciones de Twitter o no, porque está generando bastante polémica el tema, pensemos que sí… Imaginemos que tenga control total sobre esa red. ¿Qué pasará con los medios chinos que Twitter se les etiqueta como propaganda y la red te advierte cuando vas a compartir sus noticias? ¿Seguirán etiquetados así?

¿Qué pasaría cuando algún usuario de Weibo con 20 o 30 millones de seguidores diga «hasta aquí, dejemos de comprarle coches a un tipo que nos etiqueta como propaganda»? La verdad es que lo tendrá difícil Elon ahí para salir del charco.

Por eso creo que China puede ser quien baje del podio a Elon. Quizá no sea un error en Twitter o un satélite que la lía, pero los chinos son muy sensibles y por mucho menos Dolce & Gabanna o H&M lo han pasando muy mal.

Hasta aquí, me despido hoy con un proverbio persa, una frase que le podría venir muy bien a Elon, por ese optimismo suyo, imparable que es una de sus grandes virtudes pero que también le puede caer, si se despista.

«Cuatro cosas tenemos en mayor cantidad de lo que creemos: enemigos, deudas, años y pecados.»