La mujer que visitaba su propia tumba

En 1931, los japoneses invaden el noreste de China. En aquel momento Japón era uno de los países más poderosos del planeta y un imperio implacable que se permitió atacar simultáneamente más de 20 países. En Manchuria crean un estado títere y enviaron miles de colonos japoneses en esa necesidad de expansión territorial que tenía el archipiélago. ¿Qué pasó con aquellos colonos una vez Japón perdió la guerra?

Hoy os contamos una historia de perdedores, pero no de las víctimas chinas. Estamos acostumbrados a ver las guerras desde el punto de vista de los invadidos. Hoy vamos a hablar de una víctima entre los invasores un testimonio formidable que nos ayudan a entender cómo se vivió la guerra sino japonesa desde otro punto de vista. La historia de Suzuko que, durante toda su vida incluso durante su muerte, pareció tener la habilidad de estar siempre en el lugar equivocado.

Entrevista

La mujer que visitaba su propia tumba: un libro que os aseguro que no nos va a dejar indiferentes.  Tenemos con nosotros a su autor Ignacio Morejón. Vamos a hablar con él, vamos a preguntarle acerca de este libro es una biografía sin novelar de Suzuko Sugaguchi su gaucha una mujer japonesa que vivió desde 1921 a 3017 entiendo que la mayor parte del tiempo en China, ¿verdad, Ignacio?

Suzuko se fue a lo que entonces era Manchuguo, y ahora es Dongbei, en 1940. Regresó a Japón primero durante un par de veces en 75 y en el 82, pero de forma repatriada permanente volvió en 1986. Es decir, que como tuvo una vida muy larga pues pasó prácticamente la mitad de ella, unos 45 años, en China. Pasó muchos años en China, pero al haber vivido tanto tiempo pues aún pasó todavía más años en Japón.

Ignacio, ¿qué te une a Suzuko?, ¿qué te ha llevado a escribir este libro?

Pues Suzuko era la abuela de un amigo mío. Yo estuve casado con una japonesa, entonces hace unos años, más o menos en 2010 – 2011. Por aquel entonces una amiga me llamó desde Japón y me dijo: «oye Nacho, que ha llegado aquí una chica a la oficina en Tokio y que dice que es de Huelva como tú». Eso es imposible, eso es rarísimo. Y dice: «sí, sí, es de un pueblo de Huelva que se llama Cartaya».

Entonces viajaba a Japón todos los años y la siguiente vez que estuve en Japón nos conocimos en persona. Esta chica me presentó al que entonces era su novio, ahora su marido, que se llama Genia Sugaguchi y efectivamente tiene el mismo apellido porque es el nieto de Suzuko. Entonces nos hicimos amigos, nos solíamos ver cuando yo visitaba el país y en una de nuestras conversaciones, esta chica que se llama Cristina Escudero, me dijo: «oye, por cierto, sabes que la abuela de Genia lleva tres décadas visitando su propia tumba». Es una frase poco habitual y les pedí que me contaran la historia, y a partir de ahí fue cuando me enteré de la vida de Suzuko.

Al principio mi intención era hacerle una entrevista para mi blog, pero me dijeron que no, que tuvo una vida muy difícil que no queria hablar del pasado, que todo será muy doloroso y el proyecto quedo un poco aparcado.

Pero bueno, un día, en 2015, me levanté por la mañana y pensé que realmente es una historia que quiero contar, que merece un libro. Así que llamé a Genia y le dije, bueno, aunque tu abuela no quiere hablar, voy a intentar escribir un libro, voy a aprender todo lo que pueda sobre la historia de los colonos…Entonces ahí ya Genia me contestó y me dijo: «mira, dice mi familia que aunque mi abuela no quiera nosotros te vamos a ayudar». Y así fue como nació el libro.

Pues es espectacular… yo, obviamente, viviendo en China conozco Manchuguo, conozco lo que es hoy en día Dongbei, y me había interesado por la historia. Siempre me había interesado mucho la historia entonces, bueno, pues conoces cuando ves, por ejemplo, la película de El Último Emperador, ¿no? Entiendes un poquito lo que fue Manchuguo.

Nos hablabas tú de la colonización de Manchuguo y esas familias japonesas, en principio pobres, que no siempre pudieron elegir y que se las envié allí. Este es un dato importante porque hablamos de colonización, entonces la voluntad o no quizá importa, ¿no? Desde el punto de vista de la gente de ¿qué están haciendo esas personas ahí? Sabes que es un tema muy sensible para los chinos hablar de una colonización, ¿cómo lo has visto tú, que has tenido que analizar, que has viajado los diferentes sitios, has hablado con diferentes personas, diferentes puntos de vista?

A mí me pareció bastante claro: Manchuguo es una colonia disfrazada de país independiente. De ahí el nombre que se le da en general, tanto en lengua inglesa como en china, de «estado títere». Es decir, Manchuguo era, por decirlo de alguna manera, una la creación de un ejército japonés y aunque se esforzaron por cuestiones políticas y por otras cuestiones de sobre todo de geopolítica mundial.

Desde que fundaron Manchuguo se esforzaron en darle una apariencia de país independiente. Tenía un himno tenia a todo tipo de instituciones, … Se suponía que era un país independiente pero el que manejaba los hilos, además, con puño de hierro, era el ejército. Los japoneses en aquella época eran abiertamente racistas y el bienestar de la gente local china no les importaba lo más mínimo.

La gente local, por ejemplo, fueron obligados a hacer trabajos forzados, en las zonas rurales cuando llegaron los colonos japoneses pues se les expropió de sus tierras. Las pagaron a un precio irrisorio y a algunos no les quedó más remedio que trabajar como mano de obra barata para los colonos japoneses en sus propias tierras. Hubo casos que incluso fueron expulsados de sus casas para que viviesen los colonos.

Y en ese sentido los colonos, tanto si fue su intención ir o no, porque hubo de todo. Es decir, teóricamente ellos se apuntaban de manera voluntaria, aunque sí que es cierto que, como en las zonas rurales japonesa estaban en una en una época de dura crisis económica terrible después de la Gran Depresión, pues no siempre tuvieron opción.

Entonces fuesen voluntariamente o no, los colonos formaron parte y participaron en el sistema opresor y bueno pues fuese porque no quisieran, fuese porque no pudieron…, no se opusieron a ello tampoco. Es decir, que en ese sentido sí que fue una colonización.

Cuando estuve visitando el museo que hay dedicado a los colonos, ubicado en Nagano, la chica que me ayudó mucho con las preguntas del libro me lo dijo claramente: los colonos se sienten como víctimas por lo que ocurrió luego, pero ellos fueron una capa social opresora dentro de una colonia, es decir, que fueron ambos lados de la moneda.

Súper interesante lo que nos cuentas largas. Es una historia formidable y sólo puedo felicitarte. Y siguiendo con el tema, estamos en el momento en que los japoneses pierden la guerra, nos situamos en el año 45, y estos colonos seguían ahí colgados en tierra de nadie. Cuéntanos un poquito acerca de este momento.

Este es el momento clave del libro, también ellos reconocen que es el momento clave de su vida porque el ejército digamos que les había engañado a los colonos porque lo que había hecho era utilizarlos con motivos militares. El ejército se dedicó a desplegar a los colonos en zonas a lo largo de la frontera entre Manchuguo y la Unión Soviética para que en caso de una invasión soviética pues fuesen una especie de escudo humano. Ellos les llamaban las barreras humanas.

Entonces en ese sentido lo otro que ocurrió fue que en Manchuguo, con un territorio amplísimo, casi el doble que España, el ejército perdió muchísimos efectivos porque como la guerra más hacia el sur, a medida que los norteamericanos y los aliados acercaban a Japón, fueron quitando unidades y sobre todo material del ejército que estaba en Manchuguo y lo iban enviando hacia el sur. Entonces se había quedado un poco como una cáscara vacía y en ese sentido, para poder defender el territorio, lo que hizo el ejército fue replegarse al tercio sur más cercano a Corea de Manchuguo y el resto pues, como tú has dicho, abandonaron a los colonos a su suerte.

Además, fue bastante peor que todo eso porque lo que hicieron fue una movilización general y se llevaron a todos los colonos entre 17 y 45 años. Eso además rompía la promesa que les habían dicho que si se iban como colonos a Manchuguo no iban a ser llamados a filas.

Había más de 900 asentamientos desperdigados por zonas muy remotas de Manchuguo y básicamente se quedaron sin hombres que las pudiesen proteger y se quedaron solamente los ancianos, las mujeres y los niños.

Entonces, tuvieron que empezar a huir desde donde estaban, que como he comentado estaban en zonas muy remotas, lejos de las ciudades y tuvieron que hacerlo a pie porque el ejército había destruido puentes y había cortado el servicio ferroviario porque ya la Unión Soviética, desde agosto, invade Manchuguo.

Entonces huyen a pie y se producen son decenas de lo que podríamos llamar «marchas de la muerte». Cuando cuento eso en el libro con la base en las experiencias de más de 25 personas, todas del mismo pueblo, el pueblo donde nació Suzuko, es de los momentos más dramáticos: van muriendo, pasan zonas selváticas pasan montañas, no tienen para comer, las milicias chinas los atosigan, el Ejército Rojo está a la vuelta de la esquina, hay suicidios en masa, mueren a decenas de miles… Fue una situación muy complicada y en parte eso es lo que los colonos recuerdan, no sólo eso, sino que cuando la huida acaba, si se puede llamar que acabe, pues los soviéticos los capturan, los meten en campos de concentración y pasan el invierno del 45 al 46 en Dongbei, que es horrible, con temperaturas de menos 30 grados y vientos terribles que son «como un cuchillo de hielo que atraviesa la ropa».

Estando en los campos concentración morían decenas de personas a diario. Es todo como es una historia muy difícil, por decirlo de alguna manera… muy del estilo de la Segunda Guerra Mundial. Mientras tanto, seguían esperando la repatriación que, por diferentes circunstancias, pues no acababa de llegar porque Japón se había rendido y ya no tienen la posibilidad ni siquiera de negociarla.

Estados Unidos que son los que tienen los barcos, pues al principio no muestra mucho interés y los soviéticos han invadido Manchuria y se dedican literalmente a lo que es el pillaje y se llevan todas las estructuras que habían construido los japoneses.

Entonces, en todo ese entorno de caos absoluto y ya con la guerra civil china casi empezando. En general los japoneses lo pasan muy mal, pero los colonos son de largo los que se llevan la peor parte y mueren muchísimos de ellos.

¡Wow! Y ahora nos queda la segunda parte, porque decías que empieza la guerra civil china que bueno, realmente se retoma, vamos a decir. Una vez los japoneses salen empiezan las hostilidades entre el KuoMingTang y los comunistas y todo eso, ¿cómo lo sufren estos colonos que todavía están allí?

Pues la repatriación masiva ocurre durante el año 46 y luego pues eso en China se reanuda la guerra civil. Entonces muchos colonos consiguen ser repatriados, hay muchos otros que no lo consiguen. Gente como Suzuko, por ejemplo, ella se encuentra que está en el campo de concentración y literalmente no sabe muy bien qué hacer porque hay muchísima gente que muere todos los días, es una situación muy difícil y ella decide volver a la aldea en la que vivió durante el tiempo que había estado desde que emigró a Manchuguo. Entonces hay muchos colonos que no consiguen ser repatriados y literalmente se quedan ahí abandonados entonces como la gran mayoría son mujeres y niños lo que ocurre es que se tienen que casar con gente local, se integran familias chinas, como buenamente pueden y entonces lo tienen que hacer prácticamente todas las mujeres o los niños. Viven con los chinos que les acogen y básicamente así es como sobreviven.

Claro, estamos en un punto en el que… estamos relatando cómo los soviéticos se van, acaba la guerra, acaba la guerra civil, teóricamente tenemos un país por reconstruir, Suzuko se acaba integrando digamos en una familia china, parece que todo va a ir bien pero entonces llega la revolución cultural, el gran salto adelante… ¿cómo es aquello?

Es exactamente lo que acabas de comentar, si algo que me parece que le pasó a la pobre Suzuko es que toda su vida es que le toca vivir de todo. Entonces ella se casa con el chino que había trabajado para su familia. Ella siempre tuvo una relación muy buena con la gente local cuando volvieron pues fueron a buscar al trabajador chino que había trabajado para familia, él se casó con ella, los integró con su familia y a su madre, de su madre no voy a hablar mucho de ella. Suzuko pasa por todos los avatares que ocurren en China durante los 50 y los 66 en el gran salto adelante no les afecta, de hecho, por lo que yo he podido leer Heliongjian es de las zonas menos afectadas.

Entonces a Suzuko no le afecta mucho la revolución cultural, si ya conoces a todas las comunas y todo eso pues ella ya le pasa como al resto de los chinos, tiene que trabajar una comuna, está integrada como parte de la sociedad, las autoridades chinas sabe que ella es japonesa, está registrada como japonesa pero pasa por lo mismo pues trabajó en todas las comunidade,s cultivan juntos. Ella lo recuerda como una cosa que le gustaba y ella era una persona muy sociable y lo de salir todos juntos a cultivar el campo y eso pues es una cosa que tenía buen recuerdo, pero bueno digamos que pasa por todo eso y además ella como japonesa es interesante y es curioso que el gobierno les trata como minoría étnica entonces pues tiene ciertos privilegios. También se olvidan de los japoneses invasores y agresores, se les trata como una minoría étnica más, aunque de su época muy difícil en china ella y la familia pues digamos no les afecta tantísimo como en otras zonas y entonces llegamos al año 1975.

Llegamos al año 1975 y estamos ya en la repatriación de Suzuko, ¿cómo nos explicas este momento?

Para contar su repatriación hay que irse a 1972, que es cuando después de un viaje de Richard Nixon a China se vuelven a establecer porque bueno, una vez que se fundó la República Popular de China, el país había estado prácticamente aislado de lo que es el exterior, sobre todo de Occidente, y una vez que en 72 se retoman las relaciones bilaterales con Japón pues ya básicamente hay gente en el pueblo de Suzuko que pregunta por ella y por el resto de los que se han quedado, sobre todo mujeres y niñas, que siguen con vida. Entonces, este tema es muy interesante porque a ella y a muchos japoneses en 1972 el gobierno japonés los da por muertos, entonces digamos que están muertos oficialmente, pero en 1972 de su exmarido japonés decide que quiere casarse y cómo quiere casarse y necesita un certificado de defunción de ella, lo que ocurre es que la dan por muerta. La familia le hace un funeral, por supuesto no había cuerpo para enterrar, metieron una caja con su nombre.

Un año después descubren que está viva entonces resucita oficialmente, ella empieza a hablar con las autoridades japonesas, se ponen en contacto con ella y le preguntan si quiere hacer una repatriación temporal y ella aceptó y voló por primera vez en 1975 a ver a toda su familia.

Su familia pensaba que ya llevaba muerta hace muchísimo tiempo y esa es su primera repatriación.

Luego en el año 82 hace otra, además esta vez se lleva a su hijo y a su hijo como comentario también interesante la ley de nacionalidad japonesa estipulaba que solamente si el padre japonés el hijo sería japonés. Es decir, los hijos de Suzuko, al ser ella japonesa pero el padre chino, eran chinos. Ella vino con pasaporte japonés pero su hijo vino con pasaporte chino porque no era ciudadano japonés

Y, de dónde viene el título del libro, ¿qué es lo que sucede cuando Suzuko llega a Japón?

Cuando ella llega en 1975 pues su familia le cuenta que la habían enterrado y ella le pide a su sobrino al que yo conocí cuando estuve en Japón, que sigue con vida y tiene 86 años, y le pide a su sobrino que por favor que la lleve a su tumba, entonces el sobrino la monta en el coche, la lleva allí a una montaña y la deja allí un rato con su propia tumba, entonces ese es el título del libro. Cuando Genia y Cristina me hablaron de la historia de la abuela Suzuko me lo contaron como la mujer que visitaba su propia tumba.

Y bien llegamos ya al momento en el que Suzuko fallece en Tokio a los 96 años y su funeral, ahora sí, el de verdad, se realiza en Japón, ¿verdad?

Sí, en el año 86 Suzuko es repatriada de manera definitiva, ella y a toda su familia. Viene con su hijo su nuera y sus nietos. Uno de ellos es Genia, que tiene 3 años en aquel momento. Entonces ellos son repatriados oficialmente ya y de manera definitiva se van a vivir primero al pueblo, pero por diversas circunstancias decide mudarse a Tokio a los pocos meses y ahora ella tiene ya 60 y pico años y literalmente llevó una vida de jubilada.

Se va a vivir al barrio de Ichinoe y su familia encontró trabajo allí, igual llevan una vida, por decirlo de alguna manera difícil, por ser inmigrantes. Pero lleva una vida normal y luego en el año 2017, hace apenas 2 años, pues ya muy mayor con 96 años fallece. Poco antes la habían metido en la residencia porque tenía demencia senil. Entonces fallece y se realiza el funeral digamos de verdad.

Además, no voy a contarlo, pero para mí el capítulo del funeral me parece que para los lectores puede ser uno de los más interesantes si no están familiarizados con cómo es su funeral tradicional en Japón. Hay una película que ganó el óscar en 2008, que es Despedidas, que trata exactamente sobre eso, sobre toda la parafernalia, todo lo que hace en los en los funerales clásicos japoneses y el suyo es un ejemplo perfecto.

Para poder escribir este libro has venido varias veces a China, has estado en Japón, has ido entrevistando a los protagonistas y has tenido también que visitar los museos de las torturas, ¿verdad?

Sí, claro, una de las cosas que tuve hacer para ver el libro, bueno yo decidí escribir el libro a mitad de mayo 2015 y para finales de mayo, principios de junio, apenas 2 o 3 semanas más tarde, ya me había ido a Dongbei. Entonces estuve en lo que habían sido las principales ciudades japonesas y que siguen siendo las principales ciudades de Dongbei. Básicamente todos los ministerios y edificios públicos están todos allí aún sin tocar. Vamos, ahora son los edificios de la universidad. También está el palacio de PuYi, que ahora es un museo que se llama el Palacio del Emperador Títere.

Y, ¿qué te llevas de esta historia a nivel de aprendizaje, ¿qué piensas que se llevarán los oyentes que lean este libro como enseñanza vital?

Pues yo lo que me llevo es… que el proceso de creación del libro ha sido para mí una de las obras más fascinantes de mi vida. Yo he disfrutado muchísimo. Sobre qué he aprendido…, eso sí es una pregunta bastante más complicada. Las cosas que aprendes es que un día puedes estar arriba y al siguiente estás abajo.

Los japoneses en Manchuguo eran la casta superior, pero de un día para otro pasaron a ser refugiados, en todo sentido de la palabra. Lo pasaron realmente mal, pero durante las décadas anteriores habían sido, por decirlo de alguna manera, los reyes del lugar.

Entonces aprendes también como hay gente que es capaz de tomarse la vida de una manera muy estoica. Todos los colonos que yo conocí habían perdido hermanos, padres, hermanas, familiares, …, lo habían perdido todo. Tuvieron que volver a Japón sin nada, sobrevivieron de milagro. Entonces aprendes que la gente puede ser realmente estoica y aprendes a perdonar. Me parece una cosa complicada pero sí, lo hace.

Entonces te empapas y aprendes de todas las vivencias de esta gente. Una de las cosas que creo que tiene el libro es que trata sobre un tema que es muy poco conocido en Japón, es yo creo que poco conocido salvo en el norte de China y fuera de China y Japón creo que es muy desconocido y es la única bibliografía en castellano sobre todo esto.

La mujer que visitaba a su propia tumba, ¿dónde pueden encontrar los oyentes el libro?

El libro está en librerías de toda España, puede que no haya llegado físicamente a todas, pero si lo piden pues lo deberían encontrar. Yo la última vez que miré una página que se llama Todos tus libros, allí tienen ya por lo menos en 25 – 30 librerías repartidas por toda España. También lo pueden comprar en la página web de Ediciones Triskel, que es la que editó el libro y además en la página web de Triskel ahí está en versión papel y electrónica y también se puede comprar en grandes cadenas como la Casa del Libro, por ejemplo.

Pues lo vamos a dejar aquí, ha sido un placer, ya te digo que me pasaría horas haciéndote preguntas. Intentamos mantener siempre el espacio corto en el que no se haga demasiado pesado cada episodio, pero de verdad que este se me ha hecho cortísimo. Gracias sobre todo por contarnos esta historia que es fabulosa aparte de obviamente escalofriante por el sufrimiento, pero a nivel de aprendizaje es increíble.

Y los invitados al Lejano Este siempre se despiden con un proverbio oriental que te hemos pedido que nos trajeras. Con ese proverbio vamos a despedir al episodio.

Bueno pues yo voy a decir uno de mis proverbios orientales favoritos. He de decir que es apócrifo, pero de todas maneras yo lo iba a poner al principio del libro porque creo que define muy bien toda la historia y es una famosa maldición china que es: «Te deseo que vivas en tiempos interesantes».

«Te deseo que vivas en tiempos interesantes».

Gracias y hasta pronto.

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