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La nueva ruta de la seda

En el año 122 a. C. el emperador chino  de la dinastía Hàn convocó a los sabios del imperio para iniciar la mayor empresa jamás conocida hasta el momento. Desde hacia 5.000 años se sabía se hablaba de pueblos civilizados lejanos más allá de las tribus bárbaras que amenazaban la frontera occidental del imperio.

La domesticación de los animales, que permitían aumentar el transporte de mercancías y los avances náuticos acortaban las distancias. La estepa asiática era fértil, proveía de agua y permitía el paso de las caravanas de comercio y, una vez pasada la amenaza de los bárbaros, el viaje cruzaba zonas poco habitadas, algo que proporcionaba seguridad a los comerciantes.

Las experiencias diplomáticas y comerciales con imperios vecinos no dejaban dudas. El intercambio traía consigo prosperidad.

Euroasia es un continente unido que el ser humano históricamente se ha empeñado en partir en dos. Hoy desde el Lejano Este… Hablamos de la última apuesta china por unir una senda por la que el ser humano lleva transitando desde el paleolítico.

OBOR

Si os hablo de OBOR (One Belt One Road), quizá no os suene de nada. Si os nombro «La Nueva Ruta de la Seda” quizá sí y si os explico que se trata de la estrategia de expansión comercial de China recuperando la antigua Ruta de la Seda, probablemente ya os suene bastante.

«Plan Marshall del siglo XXI al estilo chino” se le llama de forma despectiva o amenazante… Que digo, no tienen nada que ver una cosa con la otra, pero creo que no se habrá debido de explicar muy bien el plan Marshall si se utiliza como ataque.

El proyecto afecta a 60 países, el 75% de las reservas energéticas conocidas al mundo, el 70% de la población mundial y generaría el 55% del PIB mundial.

El OBOR se compone de dos vías principales para conectar China con el resto del continente euroasiático. Una terrestre y otra marítima.

La primera es conocida como el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, que conecta China por tierra con todo Centro-Asia, Oriente Medio, Europa del este y finalmente Europa occidental.

La segunda, la Ruta de la Seda marítima, bordea la costa del Pacífico hasta el Índico, subirá por el mar Rojo y termina entrando al Mediterráneo conectando además con el continente africano que quizá sería la gran novedad, en el cambio de estrategia con respecto a la antigua ruta de la seda hace 2000 años.

El tren Yiwu-Madrid es quizá el emblema más conocido por los españoles… Aunque quizá no es el mejor ejemplo de todo el potencial de este proyecto. Os dejo en las notas del programa un artículo donde hablé sobre ello hace unos años. Ya está unido también un ferrocarril desde Yiwu hasta Afganistán desde 2015 y hasta Teherán funcionando desde 2016.

A partir de ahí hay muchas subdivisiones y tramos complementarios. Un corredor chino-mongol-ruso que sigue la ruta del ramal del transiberiano. En el sureste asiático tenemos el tren desde la China central hasta Singapur, cruzando Laos, Tailandia y Malasia con ramales a Phnom Penh y Saigón. Una línea, Myanmar-Bangladesh… Hablamos de proyectos en marcha… No de ideas en el ambiente.

En fin, no entro en todas las conexiones con todos los países porque hay infinidad, decía 60 países, más los que se unirán.

Para ello se ha dotado de varios medios financieros: el Fondo de la Ruta de la Seda, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras, el Banco de los BRICS y, sobre todo, los acuerdos económicos bilaterales con otros estados.

Un cambio de ciclo

¿Cuál es básicamente la idea? Sobre el papel, la unión de China con Asia y Asia con el mundo. ¿Y qué es lo que en definitiva está en la cabeza de los dirigentes chinos? La consecución del cambio de ciclo iniciado desde el año 2008 (para los más optimistas, desde el año 1949), por la que China debe sustituir a EE.UU. como potencia hegemónica mundial.

Siempre pensamos en la historia como una foto y nos perdemos la película. Si nos fijamos en el momento en el que EE.UU. pasó a convertirse en la primera potencia del mundo, antes de la primera guerra mundial… La duda estaba entre el Imperio Británico y el Imperio Alemán. EE.UU. ni figuraba en las apuestas. Los británicos adoraban el status quo europeo por el cuál, repetían, «en Europa reina el equilibrio y fuera de Europa reina Inglaterra”. Los alemanes en cambio, buscaban que “en Europa reinara Alemania y fuera de Europa reinara el equilibrio”.

No fue enfrentándose directamente al Imperio Británico o al Imperio Alemán lo que convertiría a EE.UU. en primera potencia mundial, fue su capacidad infinita de crecimiento, sus recursos naturales, unos índices de población crecientes… Además de muchas otras razones a nivel económico o de libertades individuales. También, obviamente, jugar las guerras fuera de casa y que tus rivales del momento las tuvieran encima.

No podemos obviar la importancia de las dos guerras mundiales en la historia de la humanidad, pero nadie duda que EE.UU. se hubiera convertido antes o después en la primera potencia, con o sin guerras de por medio. Era una cuestión matemática, como comentaba basándonos en población, recursos y decisiones inteligentes. E igual que nadie lo dudaba y la pregunta era cuándo… De la misma manera, nadie duda que China lo hará. La pregunta es cuándo.

En el caso de EE.UU., las guerras, pero sobre todo los suministros, las posguerras pero sobre todo los créditos… De nuevo, suministros, fue lo que afianzó su status. Y en esto se ha fijado China. Suministros, ¡comercio!

¿Vive China de espaldas al mundo a pesar de sus importaciones?

Y China, se ha dado cuenta que siendo el primer exportador del mundo, parece vivir de espaldas al mundo. Hasta hoy, China no vende a quien quiere sino a quien puede. China no elige compradores, como si lo hace EEUU sino que los compradores la eligen a ella. Cuando llegué a China y escuchaba las comparaciones entre los chinos y los japoneses y por qué los chinos no aprendían inglés… Solía explicar que a los chinos no les había hecho falta aprender inglés para venderte sus productos. A los japoneses sí.

En los primeros momentos del Made in China, no eran empresarios chinos con dos masters y un inglés con acento neoyorquino los que venían a venderte en ferias, no veías ni uno. Todo lo contrario, éramos nosotros los que íbamos a China a su fábrica, aunque fuera en una zona remota y llevábamos nosotros el traductor para asegurar que el intercambio se producía.

Pero China quiere empezar a elegir compradores. Se ha dado cuenta que EE.UU. no tiene clientes; tiene amigos, socios, donantes, deudores, esclavos, protectorados, colonias… En fin, depende cuánto puedas ofrecerle a los americanos así será tu posición en su tablero de ajedrez.

Pero la irrupción de China lo cambia todo. China no sustituye a la URSS en esa partida de ajedrez que se jugó durante la guerra fría. China llega con un juego nuevo. Un juego que nadie entiende y descoloca a su rival que seguía mejorando sus movimientos convencido de que las partidas se jugarían siempre en el mismo terreno. Era un terreno donde… Donde no llegaba el comercio llegaban las balas. Así EE.UU. nos tiene acostumbrados a que si tenemos un recurso que necesitan podemos ser sus socios por las buenas o por las malas, porque es el «conmigo o contra mí”. Y ahí, el poderío militar conseguía darles casi siempre la razón.

Italia se une al OBOR

Claro, de repente un peón convenientemente adoctrinado como Italia firma un acuerdo con China para facilitar el acceso a Europa de la ruta de la seda y los estamentos mundiales se tambalean. Irán es invadible pero Italia no tanto.

Me preguntaban en las noticias de la Sexta la semana pasada que había llevado a Italia a firmar semejante acuerdo… Pues, criterios económicos, caballeros. Quien tenga hipotecas pendientes y no se pueda permitir lo mejor para su pueblo, que genere rápidamente un relato para poder justificarse y otro para demonizar a Italia. Ya lo han hecho Francia, Alemania, EE.UU… ¡Cómo no! Decían los americanos que China no pretende favorecer a Europa sino a la propia China. Evidentemente. Y qué pretende EE.UU. El imperialismo americano se ha caracterizado por todo menos por ser una ONG. En cualquier caso, gracias por explicarnos lo obvio, iremos con cuidado.

Quizá lo que sucede, es que en el mundo capitalista en el que ustedes nos han educado, para poder obtener algo del prójimo, idealmente… Su dinero, tenemos que ofrecerle bienes o servicios de mejor calidad a un mejor precio. Y eso es lo que hace China. Ofrecernos un trato mejor. Quizá los adalides del capitalismo olvidaron una premisa principal de éste, que es la competencia y ahora descubrimos que el capitalismo no tenía la culpa de nuestros males, porque dirigir el planeta en régimen de monopolio y con la amenaza de la fuerza militar para todo aquel que se saliera de la foto. No tiene, ciertamente, nada que ver con el capitalismo.

China levanta la mano

China lleva, diría, casi una década emplazando al mundo a que se la tenga en cuenta. Llevan años comprando nuestras minas, nuestras bodegas, nuestros equipos de fútbol… Cerrando acuerdos de libre comercio, creando acuerdos bilaterales y multilaterales y prometiendo a muchos países que pueden dejar de ser peones de esa partida de ajedrez que comentábamos para ser piezas de un nuevo juego.

Y, ¿de qué juego hablamos? ¿Y qué posición van a ocupar esos países? Pues siguiendo con la metáfora, si os digo que Italia va a ser un viento del oeste en la partida de majiang que propone China, a la mayoría de vosotros no os suene de nada. Y por eso me sirve la metáfora. Eso es más o menos que un peón. ¿Eso es como un alfil?

No… Olvidaos. Como digo siempre, no hay una traducción para cuchillo y tenedor en chino. Porque los palillos son otra cosa e implica otras cosas. El chino funciona con ideogramas, no con palabras. Y siempre que busquemos una traducción palabra por palabra nos equivocaremos.

Este nuevo juego que propone China, este cambio de las reglas actuales, este… No jugar a lo mismo nunca más sino probar otra cosa… Genera incertidumbre. No se cuán importante será Italia en la estrategia de China en Europa. Ciertamente, China se podría aprovechar de Italia o Italia de China. Dependerá de las habilidades de unos y otros. ¿Quién estafa a quién cuando alguien paga 3000$ por un bolso LV? La marca que vende un producto fabricado por un coste infinitamente menor? ¿O es el millonario el que estafa a la marca porque esos 3000$ tardó media centésima en obtenerlos especulando y para él tienen un valor irrisorio? Pues la magia del comercio es que los dos queden satisfechos con el intercambio voluntario, a pesar de que desde fuera, todos tengamos opinión.

Personalmente creo que Italia ha hecho bien y como le comentaba al periodista… Realmente no han firmado nada más que un acuerdo de buenas intenciones. Un MoU que no dice nada más que lo que dice. A pesar de que desde EE.UU. ya están insinuando que hay acuerdos secretos detrás, que debe haberlos… E intentan movilizar al pueblo italiano para que proteste, generar un poquito de chino-fobia, bueno, lo habitual.

A Italia le está yendo muy mal con el sistema actual y, obviamente, necesita cambios. Tampoco me parece que China vaya a salvar a Italia de nada. Tampoco la está salvando la U.E. o EE.UU. tengámoslo en cuenta. Pero aunque así fuera, hablamos de países soberanos. Que puede tratarte genial el bar de la esquina y un día apetecerte ir al de en frente, su eterno competidor. Es una relación de tú a tú, no una de vasallaje. Y si las empresas italianas mejoran sus ventas en China, eso que se llevarán. Y con este acuerdo van a tomar la delantera… En detrimento de multinacionales francesas y alemanas… que le deben mucho a China y lo explican muy poco.

Y no sólo pienso que a Italia le va a ir bien, pienso que se van a firmar más y más acuerdos de este tipo con otros países europeos y no europeos, porque es bueno para todos.

2049 como objetivo

No hay un objetivo en el tiempo claro para la conclusión de este proyecto pero el 2049 planea sobre el ambiente. Se cumplirán 100 años del establecimiento de la China popular y se prevé que se celebre ya como primera potencia del mundo. Pero como decía es una fecha extraoficial, oficialmente no hay fecha porque no es un proyecto con inicio y fin sino la puesta en marcha de un nuevo orden mundial.

En un episodio anterior sobre las supersticiones chinas, comenté la contraposición filosófica, existencial si queréis, que existe entre la forma de ver el mundo occidental y la oriental. Mientras las religiones monoteístas que entendemos como occidentales, en realidad de origen mesopotámico, se basan en un juicio final y lo visualizamos como un dardo que avanza de manera lineal hacia nuestro destino, la visión oriental es circular, sin un punto de llegada, en un estado de perpetua transformación.

Pues volviendo al tema y… perdonad la digresión, en este sentido… El fenómeno de la prisa, podríamos filosóficamente asociarlo a la cultura occidental. Y pese a que llevamos algunos milenios exportándolo a oriente, con nuestra forma de hacer las cosas… Los chinos y este caso es paradigmático, pueden esperar. Siempre explico que una de las hipotecas de la democracia obliga a hacer proyectos a 4 años vista… 3,5 mejor, para poder vender el éxito en tu siguiente campaña electoral. No hay proyectos a 10, 20, 50 años vista. No tienen rédito político y no generan consensos. Una estrategia a 30 años vista no tiene sentido en Occidente, pero sí la vemos en los ideólogos asiáticos. También en los musulmanes por ejemplo y sus matemáticas poblacionales para las siguientes décadas. A nosotros nos puede el cortoplacismo.

El OBOR en Pakistán

Tuve una reunión hace unos días, cuyo contenido me gustaría compartir. Era una reunión precisamente sobre el OBOR con empresarios pakistaníes que me decían que están encantados con los millones de inversión que les están llegando de China.

China busca una salida estratégica al Índico y ya sabéis, el enemigo de mi enemigo es mi aliado.

Y ya fuera de la reunión, off the record, yo les decía: «oye, y no tenéis miedo que huyendo del tigre, ¿vayáis a parar a la cueva de los lobos?» Y me decía: «para nada». Hay tres superpotencias en la órbita de influencia de Pakistán. India como enemigo, EE.UU. (bueno podríamos decir occidente, que es básicamente EE.UU.) y China.

La sensación que existe allí, es que salvo China, todo el resto de países que dicen querer ayudar a Pakistán, todos pretenden inmiscuirse en la política local y lo que es peor, en la religión local. Con China, la relación es siempre mucho más pragmática. Business is business, que decía aquel al que su pareja le pedía siempre matrimonio. China ha venido por un trato y todo lo demás no le interesa.

Un europeo me preguntaba el mismo día si yo tenía esa sensación de que los chinos a nivel geopolítico eran gente sin escrúpulos. Dando por sentado que los americano sí los tenían, claro. Llegamos al final de la discusión hablando de Europa y de toda esa maquinaria inoperante con muchísimos escrúpulos que acaba siendo inservible para el mundo.

Ah, un punto interesante que olvidaba de la conversación con esos empresario pakistaníes, era sobre esos contratos que firma China, donde se compromete a construir un aeropuerto, desarrollar un puerto, infraestructuras interiores básicas, etc. Y el país receptor de la inversión se compromete a pagar el coste en forma de crédito a X años. Si el país no paga, China se queda la concesión por X años. Es curioso como en algunos países de Asia o África esto se está viendo como una estafa por parte de los chinos. Es que no tendremos dinero para devolverlo y se lo quedarán.

– Primero, es una obra que sin los chinos no tendrían. Si pueden hacerla sin pedir un crédito adelante.

– Segundo, si puedes pedir un crédito a un acreedor mejor… ¿a qué esperas? Si son tan leoninas las condiciones, seguro que es porque tienes una cola interminable de bancos en tu puerta esperando para prestarte el dinero.

– Tercero, toda esa inversión creará flujos de capitales, puestos de trabajo directos e indirectos, oportunidades nuevas, etc.

– Cuarto, si devuelves el crédito, te lo quedarás. Imagino que harás un cálculo inicial, tienes buenos profesionales en tu equipo… De la misma manera que un trabajador pide una hipoteca y hace un cálculo con sus ingresos. No debería haber ningún problema.

– Quinto. Si no lo devuelves, ¿de quién es la culpa? ¿Del tipo que vino a invertir y cumplió su parte? ¿O de tu dirigente corrupto o incompetente al que no le cuadraron las cuentas? ¿Cuando no puedes pagar tu hipoteca es culpa tuya o del banco? Y te aseguro que en esta relación hay infinitamente más información asimétrica que en la de dos países que en libertad firman un tratado con todos sus equipos de gestión al mando y donde la teórica parte débil, juega en casa.

Pues bien, por primera vez, estos empresarios pakistaníes me decían: “nos encantan esos contratos que firma China”. Porque nos obligan a ser eficientes para poder devolver el dinero, algo a lo que no estamos acostumbrados y porque si no lo devolvemos, gestionarán el aeropuerto infinitamente mejor que nuestros políticos que son unos corruptos. Bueno, no sería el mejor ejemplo China en este caso… pero saliéndonos de este falso dilema, creo que se entiende el concepto. Todo lo que no gestionen mis políticos funcionará mejor, especialmente si responde a criterios de mercado y no a los intereses puntuales del burócrata de turno.

Toda una lección me dio. Cuando eres capaz de renunciar a tu nacionalismo y tomar partido desde una visión global, el avance es sensacional.

El poder blando en la geopolítica mundial

¿Qué cambiará a medida que el proyecto vaya tomando forma? Bueno, quizá ya planteo mal la pregunta. El proyecto está en marcha. Como os explicaba ya hay países beneficiándose.

Desde Europa ven el rayo… Y esperan a escuchar el trueno para dejar de poner en duda la tormenta.

¿Qué cambia a nivel geopolítico preguntaba? Siempre me ha resultado interesante el concepto de poder blando en contraposición al poder duro, que ejercen las potencias hegemónicas de forma violenta.

Y es un concepto que me ayuda a diseminar lo que está sucediendo. En este nuevo orden mundial, China intenta instaurar su poder blando en zonas del mundo desatendidas por el comercio. El océano pacífico era el teórico terreno de cultivo chino… Pero aquí encuentra la oposición recurrente de los americanos a nivel militar. Fijémonos como hasta la fecha China siempre ha huido del conflicto. Desde el año 49 se nos anuncia año sí año también la inminente invasión de Taiwán, y algún día lo hará y todos se apuntarán el tanto de la última predicción y no de las 80 fallidas…

Pero decía que China siempre ha huido del conflicto, viendo que hacia el este, al otro lado del pacífico, encuentra a su adversario, rehúye el combate y pivota hacia el sur. Y cuando ha extendido a sus niveles máximos hacia el sur y encuentra al gran aliado de EE.UU. en Oceanía, vira hacia el oeste y continúa su empresa.

El poder blando, recuerda mucho aquella famosa frase de estrategia militar que decía: “mis tropas nunca retroceden, como mucho, dan media vuelta y continúan avanzando”. En este caso, no es la cobardía lo que se plantea, sino una cuestión comercial muy pragmática. Voy a ir hasta donde me dejen llegar, hasta donde me quieran. Y donde no me quieran, ni a mí ni a mi dinero, no pierdo ni un minuto en discutir. Mucho menos en imponer, hay demasiados mercados en el mundo que me necesitan, empezaré por estos. América Latina, África, Asia…

La posición Rusa

Me ha sorprendido mucho la posición rusa en este sentido. Las antiguas repúblicas soviéticas, sobre todo las de centro-Asia… siguen bajo la órbita rusa. Conozco bien esta parte del globo porque pasé y paso mucho tiempo allí. Una parte del globo semi-desconocida para el mundo occidental y también para los propios chinos. Estuve trabajando con las autoridades chinas desde el año 2008-2009 en Xinjiang… Cuando la frontera con Kazakhstan era un desierto. Recordad que la iniciativa de la Ruta de la Seda se dio a conocer en el año 2013… Yo llevaba allí 4 años trabajando en el proyecto, hasta aquí puedo leer…

En mis viajes a Kakakhstan en aquel momento, veía que los chinos tenían prácticamente vetado el comercio… Por eso iba yo… Y que la mayoría de productos los suministraba Rusia o China a través de Rusia. Ambas opciones encarecían todo y ofrecían un gran beneficio a Rusia. Casi 2.000 km de frontera compartida… Y prácticamente 0 comercio entre los dos países. Y todo ello siendo la puerta de entrada a China del gas, el petróleo y varios minerales estratégicos básicos para China. Yo veía ahí la amenaza y la oportunidad. Estábamos construyendo en la frontera, en Khorgos, que en el lado chino se llama Hu Er Guo Si, de hecho, tenemos oficinas allí, la que debía ser la mayor estación de comunicaciones ferroviaria del mundo… Y a mi me surgían las dudas. ¿Iba a permitir Rusia que China pasara a sustituirlos como socio comercial preferente?

Si conocéis la política local kazaka, han sido prácticamente un estado títere de Putin desde hace décadas. Y Kazakhstan era la puerta a todo el resto de ex-repúblicas soviéticas. ¿Iba a dejar Rusia perder su influencia y su comercio en favor de China? Pues parece que Rusia está más centrada en ser un poder duro… Y le preocupan más sus conflictos con Ucrania o Georgia que en disputar ese poder blando a China. China y Rusia quizá son buenos ejemplos para visualizar esas dos formas de plantear su estrategia. El poder blando de China frente al poder duro de Rusia.

Ejemplos más allá de la ruta de la seda

Volviendo a los acuerdos que China lleva años firmando. Recordáis cuando Chile firmó un acuerdo de libre comercio con China y en Latinoamérica veían al elefante pisando a la hormiga. Pues en estos años Chile ha conseguido tener una balanza favorable y venderle más a China de lo que le compra. Y hoy en día Chile lidera las economías de Latinoamérica. Hay más ejemplos como Chile, más ejemplos que te dicen que quizá China no es el mal, como nos cuentan desde EE.UU. y que si todo lo que pretende China es comerciar, quizá deba darle un voto de confianza y ver que pasa.

Y no digo que esto no vaya a cambiar y que si un día China sustituye a EE.UU. como hegemón mundial, no llegue a esa lógica de Pareto, donde consiguió el 80% del mercado con el 20% de esfuerzo, y para conseguir el 20% final, mejor usemos las armas que es más rápido. Puede ser. No soy capaz de predecir el futuro sólo de analizar el pasado. Ahora mismo lo que sucede es que en los últimos 6 años China ha multiplicado su inversión en Europa en un 2.200% y, obviamente, busca contrapartidas.

Y para mí, este poder suave, sin bombas, sin terrorismo subvencionado, sin golpes de estado patrocinados, sin intervención en la prensa local sin lo peor de este imperialismo occidental nuestro, blanqueado bajo el paraguas del libre mercado, este poder suave basado en el comercio puro y en la diplomacia, es lo que define esta estrategia llamada One Belt One road… O nueva Ruta de la Seda.

¡Gracias por compartir!

Y hasta aquí, espero que os haya aportado este episodio… Intento siempre añadir valor con mis opiniones, que se salgan de todo lo que escucharéis por la tele y os ofrezcan un punto de vista diferente sobre temas que habitualmente no ponemos en duda. Pero contadme que os parece, por las diferentes redes sociales, en Facebook, en LinkedIn… Me vais enviando mensajes privados y os lo agradezco pero como más me ayudáis es comentando en público, ya sea en las plataformas donde escucháis el podcast o en LinkedIn. Si no me tenéis agregado, por Adrián Díaz Marro me encontráis.

Con vuestros mensajes además veo donde me tengo que centrar, si os interesan mis experiencias en las ex-repúblicas soviéticas, en el sureste asiático, si queréis que me centre más en China, en Xinjiang, más economía, más geopolítica, más cultura general. Decidme también si no estáis de acuerdo, confrontemos argumentos… Si a algo estoy dispuesto es a cambiar de opinión. Ponedme en duda a mi también. Sólo pueden salir conversaciones interesantes de ello.

Y para terminar os dejo con un proverbio del mismísimo Sun Tzu que nos deja entrever que el poder blando, es algo tan antiguo como la propia civilización china.

«El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.”

Gracias y hasta pronto.

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