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Repuntan las exportaciones chinas, pero ¿Es tan importante exportar?

En un episodio al que me invitaron en el podcast de Bellumartis comenté que devaluar para poder exportar más no era una política interesante e incluso lo llevé al extremo explicando que exportar no debería ser un fin en sí mismo sino que lo que deberíamos buscar es un equilibrio entre las exportaciones y las importaciones.

Tuve algunas críticas por este comentario así que voy a explicar lo que dije (lo que quise decir), aprovechando esta noticia sobre los datos de las exportaciones chinas que vuelven a crecer, algunos insinúan que China ha provocado toda esta crisis para poder beneficiarse ahora de que en muchos lugares del mundo las fábricas están cerradas y China puede exportar como nunca… Yo, me centraré únicamente en lo que está probado que es que las exportaciones chinas repuntan, lo demás (los juicios de valor) los dejo como ambientador para redes sociales.

¿Siempre es mejor exportar más? Depende.

La macroeconomía ha pasado de agregar las cifras a nivel aldea a hacerlo en millones (y a veces en cientos de millones) de personas. Y algunos términos los hemos perdido de vista y ya no expresan lo que en su día parecían expresar o, como mínimo, ya no somos capaces de entenderlos.

Los básicos de la exportación

¿Qué es exportar? Básicamente, vender productos o servicios propios. En un mundo donde nos identificamos con fronteras artificiales podríamos agregar, vender productos propios o servicios propios a otro país.

¿Por qué lo hacemos? Para obtener una divisa que nos servirá para a su vez comprar productos ajenos. Es la idea más básica del comercio. Quiero algo tuyo y para conseguirlo tengo que ofrecerte algo que tú valores. Si estamos de acuerdo hasta aquí… Las exportaciones, vender, no es un fin en sí mismo, es un medio para poder comprar.

El fin último del ser humano es la satisfacción de sus necesidades directas. Si parar lograr ese objetivo necesito cosas que tú tienes me veo obligado a proveerte de algo que satisfaga a su vez tus necesidades, para que te interese comerciar conmigo.

Dicho de otra manera, la razón de que vendamos lo que tenemos, ya sea nuestro tiempo, el fruto de nuestro trabajo, nuestro patrimonio, es la obtención de otros equivalentes en el mercado que nosotros valoramos más.

Exportamos para poder importar. Tan simple como eso. Si no hubiera nada importable que nos apeteciera, no exportaríamos. Podríamos exportar para atesorar capital que en un futuro donde sí hubiera cosas que quisiéramos importar nos permitiera adquirirlas. Lo que comúnmente llamamos ahorrar. Pero fijaos que estamos hablando todo el tiempo de adquirir bienes ajenos, ya sea en el presente o en el futuro. Exportar, repito, es un medio, no un fin.

Todos somos exportadores

Y si seguimos bajando el concepto de las exportaciones a la microeconomía, a comercio entre personas, todos exportamos a nivel individual. Todos vendemos nuestro tiempo por unos papelitos con los que compramos tiempo de los demás. Es lo que se llama la división del trabajo. En algún momento hace menos de 300 años nos dimos cuenta que era antieconómico hacerme mi propia ropa, fabricarme mi propia comida (incluyendo cultivar mi propio grano), alimentar a mis animales, corta mi leña… Tenía más sentido especializarme en una función, volverme realmente bueno en ella, exportar los resultados de mi trabajo y con ese beneficio comprar los otros productos que producen otras personas de manera igualmente eficiente.

¿Significa esto que cuanto más venda mis productos voy a estar en mejor situación? Bueno, depende. El fin último de exportar mi trabajo, mi talento, mi tiempo, es adquirir los bienes que producen los demás y necesito para ser feliz. Mi objetivo no es trabajar y trabajar, 24 horas al día hasta que reviente la máquina. Justamente no entender esto nos ha llevado a esa crítica al consumismo que hace que demos la vida por dinero que nunca nos llega en ese símil maravilloso con «la carrera de la rata».

¿Quién es más rico el que exporta su tiempo a cambio de dinero o el que es capaz de importar el tiempo de los demás? A veces no nos lo planteamos pero pobres son los que compran dinero con tiempo, los ricos compran tiempo con dinero.

¿Repito, exportar es bueno? Lo que es bueno es satisfacer mis necesidades. A partir de aquí cada uno encuentra el equilibrio en un lugar diferente. No entro a valorar.

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¿Exportar productos limitados nos empobrece?

Un día en una cena de empresarios me encontré con uno que exportaba piedra desde Turquía a China (mármoles, no sé, es un tema que no controlo, dejémoslo en piedra con un cierto valor). Y se me ocurrió preguntarle si era un bien exportable como cualquier otro. Para mí, claramente no lo es. Puede haber mayor o menor cantidad de un material en un país pero lo que sabemos seguro es que no hay una cantidad infinita (No confundir con el debate de los recursos limitados o ilimitados del que hablamos en otro episodio, hablo de un tipo de piedra concreta).

Si no pensara que el mundo es uno, si tuviera esa visión nacionalista con fronteras y pueblos con un destino común, entonces podría estar muy en contra de exportar ciertas cosas. Me sorprende que para personas cuyo mundo es lo que se encuentra dentro de sus fronteras y todo lo demás es poco menos que el enemigo, sean capaces de reventar montañas enteras, ir amputándole miembros a su país que envían al exterior en cuotas mensuales. No pongo el ejemplo de la madera porque alguien podría argumentar que se replantan los árboles o lo que sea; las montañas no se regeneran.

Creo que cuando hablamos de exportar no diferenciamos entre donar pelo o donar un riñón. Ambas cosas se donan pero una es relativamente inacabable y la otra tiene un número limitado muy cuantificable. Se que no es un ejemplo comparable por una cuestión de magnitudes pero lo llevo al extremo para que pensemos lo que vendemos cuando nos deshacemos de algo limitado. A mí personalmente me da igual si un cuadro está en el museo Picasso o en el Louvre. Prefiero que el lugar donde vivo se dedique a importar talento humano que cuadros (por ejemplo).

Imagino que los que piensan que exportar más es siempre mejor no incluyen el capital humano. De ser así estoy dispuesto a cambiarlo por todas las piedras y combustibles que quieran. Nada me genera más valor que una conversación interesante pero es bueno que otras personas valoren otras cosas; nos permite intercambiar, comerciar.

Otro momento en el que no interesó exportar… No sé si recordáis el incidente de los respiradores con Turquía. Ya estaban comprados y en una negociación público-privada y de repente el gobierno turco paró la operación porque quería asegurarse de que lo les iban a hacer falta a ellos.

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Exportando e importando dinero

Algunos países han conseguido a falta de materias primas exportar un bien que roza lo irracional. Papelitos pintados. Podemos decir, Brasil exporta más que Suiza (bueno es un mal ejemplo porque en realidad Brasil exporta menos que Suiza), ¿Qué exporta Brasil? Soja, petróleo, madera… Y ¿Qué obtiene Brasil a cambio de todo ese trabajo, todo ese tiempo de esas personas invertido en llegar a ese fruto?

Fijaos que lo que obtiene son papeles pintados que se fabrican en un sótano de un edificio público en Suiza (bueno, realmente exporta en US$, pero creo que es más gráfico entenderlo con el ejemplo de Suiza). Tiene tanto valor este país que consigue que en el mundo se valore y se compita por esa deuda que se emite, como digo, sin apenas esfuerzo en el banco nacional suizo o a mayor escala en la reserva federal americana.

Es cierto que en el momento en el que Brasil importe, usará esa deuda como moneda de cambio y obtendrá productos reales. Pero muchos países deciden ahorrar, deciden atesorar esos dólares. China por ejemplo, tiene 3 billones en dólares1 en nomenclatura europea (3 trillones en inglés americano). Es decir, casi 3 veces la economía española de todo un año, lo tiene almacenado en una cajita.

Esto es un gran logro para China pero un hito basado en el trabajo duro y el sufrimiento. ¿Qué significa tener todo esa reserva monetaria aparcada ahí? Que cada vez que exportaron ahorraron. Empezó a aumentar significativamente en la década del 2000 y si antes decíamos que exportas para importar, fijémonos que China no ha hecho eso.

Teniendo un país por hacer (en el año 2000 era un país tercermundista o en el mejor de los casos en vías de desarrollo), en lugar de invertir en ese desarrollo, ahorró. Mientras cualquier otro gobernante o aspirante a gobernante encontraría mil lugares donde gastar el dinero… Sólo hay que ver los países del primer mundo con lujos infinitamente mayores que la China del año 2000 y nunca tienen suficiente para gastar; ellos ahorraron.

Mientras las sanidades europeas intentaban cubrir más y más servicios, China ahorró (debieron decir, que sigan pensando ahí fuera que somos comunistas pero esto éste país no se lo puede permitir, sanidad de pago).

Mientras Europa creaba unos sistemas jubilatorios faraónicos y prejubilaban en algunos casos a personas con 50 años (incluso con 45 años), un delirio… En China, ahorraron.

En busca del equilibrio

¿Es mejor exportar todo lo que puedas y en lugar de importar lo que necesitas ahorrar sin parar? Bajo mi punto de vista, no. Es un sacrificio enorme que pocas generaciones de seres humanos estarán dispuestos a realizar. En democracias olvidaos, es completamente imposible que esto se de. Pero creo que en el equilibrio está la virtud. Bajo mi punto de vista hay tres tipos de países.

  • Los pobres que son los que necesitan exportar como sea… El equivalente a pie de calle sería el chaval de 20 años que sale a comerse el mundo y quiere comprarse una moto y tiene mil sueños y no le llega con lo que cobra por tanto necesita hacer horas extras como sea y vender más y más parte de su tiempo.
  • Los países equilibrados en su balanza comercial. Países que exportan mucho e importan mucho. Estoy pensando en países como Corea, Canadá, etc. Sería la persona de 50 años que ha llegado alto en una empresa y tiene un sueldo magnífico que le permite tener un coche importado, irse de vacaciones 2 veces al año, tener un plan de jubilación seguro y haberle pagado la universidad a los hijos.
  • Y luego están los países desequilibrados. Estos pueden ser pobres o ricos. Pobres ya os los podéis imaginar y ricos estoy pensando en la España de principios de siglo. Que decíamos que jugaba en la Champions de los países pero tenía una balanza desequilibrada. Importaba más de lo que exportaba. ¿Qué significa esto? Qué tú tienes un trabajo que nadie valora pero tú en cambio necesitas los productos de los demás. Tienes una cafetería que hace muy mal café, cada vez tienes menos clientes, pero tú te cambias de coche cada dos años y sales todas las noches. Obviamente, por rico que seas, eso revienta. Un país con una balanza negativa es un país al que el mundo está financiando. Es decir, si no vendes cafés, de algún lado sale el dinero con el que te cambias el coche. Simplificándolo mucho, deuda.

Y alguno me dirá bueno, entonces estás admitiendo que exportar más es mejor que importar más. No, lo que estoy diciendo es que prefiero el equilibrio. Que me parece muy meritorio lo que ha hecho China, es lo que hicieron mis padres toda su vida. Pero mi generación, se parece más a los países centroeuropeos, países nórdicos, exportas para importar.

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¿Son saludables las autarquías?

En general no me parecen saludables las autarquías, siempre habrá algún producto que no fabriques tú o que no lo produzcas de la manera más eficiente. Incluso en el supuesto idílico de que pudieras producir absolutamente todo de la manera más eficiente, creo que el intercambio cultural con quien no lo hace ya sería algo enriquecedor… Llevándolo a la genética, cuanta más variedad y mas alejados están los ejemplares más interesante será el resultado de la mezcla (yo esta filosofía la he practicado hasta el extremo). Pero incluso (como digo) no pareciéndome bien las autarquías (China y EEUU y en general los imperios siempre parecen tender a intentar serlo), si llegáramos a ese extremo, no necesitaríamos importar para ser ricos. De hecho fijaos que nuestro planeta en sí mismo es una autarquía. No necesitamos comerciar con otros planetas para satisfacer nuestras necesidades ¿Esto significa que si existieran planetas con los que poder comerciar no nos iría mejor? Por supuesto que no. Seguro que tendrían algún producto (imaginemos una medicina) que solucionara todos nuestros problemas y nosotros podríamos intercambiarlas por grano, cerveza, Neflix, lo que fuera que les hiciera gracia a esos alienígenas. Podemos asegurar a ciegas que nos interesaría exportar lo máximo de la tierra para obtener productos extraterrestres? Depende. Si existe un producto fuera más valioso que lo que podemos exportar, perfecto. Es justamente el caso de los países pobres… Tienen tantas carencias, tantas necesidades que exportan todo lo que tienen, incluso lo que tienen limitado. Ahora pensemos que lo que pudiéramos importar de otro planeta fueran únicamente especias o comida muy sabrosa pero que lo único que les interesara de nuestro planeta fuera el agua, concretamente agua dulce. ¿Estaríamos dispuestos a ir vendiendo ese agua para obtener algo que nos produce placer pero no es imprescindible en nuestras vidas?

Que nos interese exportar, que sea un signo positivo que alguien demande lo que nosotros tenemos o podemos ofrecer, no significa que nos vaya a interesar siempre exportarlo. Los cuadros del museo del Prado están muy demandados pero no creo que a los españoles les interese venderlos porque eso sería perder patrimonio. En general somos más propensos a exportar (o vemos como positivo exportar) productos reemplazables, pero fijaos que nuestras vida personal nos dedicamos a exportar a otros, a venderles nuestras horas, que es algo que no es reemplazable. De hecho es lo más irreemplazable que existe. No lo vemos así, nos parece que cada día se vuelve a poner el contador a cero y vuelvo a tener 24 horas para subastar entre los que puedan pagar más por ellas, pero en realidad ese producto expirón y nunca podremos volver a disponer de él.

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En Suiza ocurre algo muy diferente a países como España o China. Sería un ejemplo claro de no querer exportar más. El 37% de los suizos trabaja a tiempo parcial y sólo un 3% desearía que no fuera así. La gran mayoría trabaja a tiempo parcial porque tiene unos sueldos tan altos que prefieren dedicar más tiempo a su familia, a sus hobbies a la recreación, a lo que sea. Si exportar siempre es bueno, por qué teniendo prácticamente pleno empleo los suizos no intentan trabajar más, exportar más a nivel individual y, lógicamente, en agregado, si todo ese 37% de los suizos trabajara a tiempo completo el país produciría mucho más y un país tan exportador como Suiza (Suiza no es sólo banca) conseguiría exportar muchos más productos al mundo. Bueno, aquí tenemos un ejemplo de decisión donde se prefiere voluntariamente reducir la velocidad y exportar hasta un cierto límite y a partir de aquí parar.

Resumiendo, en una conversación simple se sobreentiende que cuanto más exportemos mejor, no siempre tiene que ser así o no necesariamente debería ser así aunque en la mayoría de situaciones lo sea y un tema más: cuando hablamos de devaluar tu moneda para exportar más que fue en concreto la pregunta a la que respondí, es un caso todavía más complejo y donde ni mucho menos exportar más ya sería mayoritariamente más positivo. De hecho, ya digo es muy discutible. Es cierto que con una moneda depreciada exportas más pero ojo porque una depreciación, igual que una apreciación, no es un juego de suma cero pero se le parece mucho. Hay ganadores y perdedores. Vendes más productos, los exportadores se enriquecen, los trabajadores de esas fábricas mejoran su situación o en todo caso afianzan su empleo, el sector turismo se revitaliza, bueno hay una serie de ganadores muy evidente, pero a cambio fijémonos que todo el país pasa a ser más pobre. Todo el que tenía una jubilación, un sueldo, pierde poder adquisitivo de manera proporcional a depreciación, los productos importados aumentan, esto quizá para el consumo interno es algo que esa sociedad puede aceptar pero industrias que necesitan bienes externos para producir (estoy pensando en países muy dependientes de la electricidad externa) pasan a pagarlo todo más caro. En el caso del petróleo es todavía peor, que ya afecta a todas las industrias a unas les pega directamente pero en el momento en el que se encarece el transporte interior de mercancías todo sube de precio y por tanto esa depreciación por vía monetaria se acaba equilibrando vía precios.

En fin, nada que no sepáis pero ideas que a veces conviene recordar.

Os dejo con un proverbio chino:

«Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una ac­ción, y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino»

 

1https://www.bloomberg.com/news/articles/2019-08-07/china-s-fx-reserves-slip-in-july-signaling-little-intervention