¿Será Wechat OS nuestro futuro sistema operativo?

Cuando en el año 2006 llegué a China, me decían que el fax era una herramienta fundamental en la oficina. Yo les decía que venía del futuro… De un país tecnológicamente mucho más desarrollado y que en el futuro no usábamos fax. Ahora, cuando viajo a Europa y me piden mi e-mail, les digo que vengo del futuro, de un país tecnológicamente mucho más desarrollado y que en el futuro ya no usamos e-mail. ¿Y qué usáis? Me preguntan… Usamos WeChat. Pero China cambia tan rápido y nosotros tan lentamente que quizá este discurso sobre el e-mail se queda ya incluso obsoleto.

WeChat ya no compite con el e-mail, es una batalla tecnológica que ganó hace demasiados años. Y entonces, contra quien compite. Pues aquí va mi apuesta. ¿Puede WeChat competir con IOS o Android? Vamos a verlo.

Los mercados en permanente movimiento

Cuando pensamos que se acaban las oportunidades, que ya no hay nichos, que es o lo que hago o el abismo… Surgen siempre nuevos modelos negocio que nos demuestran que la economía y los mercados no son un oasis estático sino una selva en permanente movimiento. Nunca en la historia hubo tanta movilidad social, nunca hubo tantas oportunidades para crecer, nunca el conocimiento estuvo tan democratizado y la educación al alcance del decil más bajo. Y no hablo de la educación reglada, esa sigue siendo un desastre, hablo de la liberalización del conocimiento que ha provocado internet. Y con todo ello, en China, con innumerables dificultades y limitaciones que nosotros no tenemos, surge un nuevo ecosistema, creativo, disruptivo y emocionante que, como siempre, podemos verlo como una amenaza o una oportunidad.

¿Tenemos que asustarnos?

Y os voy a contar una anécdota. Hace unos días estaba en Jakarta en una reunión con un grupo de empresarios locales muy influyente y me pidieron que les diera una charla sobre el proyecto “One Belt One Road” en el que colaboro como asesor, que es este proyecto de expansión China que, resumiéndolo mucho, está re-inventando rutas de comercio de la antigua ruta de la seda… Y me decían, es que queremos saber si nos tenemos que alegrar o preocupar.

Y… Es interesante el concepto. Cuando llega algo nuevo, cuando algo cambia… ¿Me tengo que sentir agraciado o amenazado? Pues… depende de ti, de tu posición en el mercado, de tu ganas de innovar y no quedarte parado, apalancado, de saber que si en este mundo no creces, decreces… Porque detrás de ti viene una generación muchísimo más preparada con ganas de comerse el mundo… Y que las oportunidades están ahí. Y si alguien está llevándose una parte del pastel es que el pastel también está ahí para mí.

Otra cosa es que de pereza acercarse, que si para si quiera olerlo voy a tener que formarme o incluso reciclarme y ya estoy mayor, no sé… Todo el que quiera buscar una excusa para no moverse, encontrará cientos.

Y hablamos de Indonesia, del cuarto país del mundo, que desde occidente intuitivamente quizá lo vemos muy cercano a China culturalmente, hablamos de empresarios de éxito… Y aún así dudan. Y no saben si se les acerca una sirenita o un tiburón… Y claro, sacar la mano asusta.

La pereza de cambiar y reciclarse

Lo mismo sucede con WeChat. Yo mismo, hablando con un amigo… Sergi, un experto en mini apps que traeremos pronto al Lejano Este para que nos hable sobre ello; yo mismo siento pereza. El mundo cambia tan rápido que dices… Buah, imagina que eres… no se un programador web brutal, resulta que en China ya no se llevan las webs y me tengo que reconvertir… O soy un mecánico excelente con 20 años de experiencia y ahora resulta que en el coche todo es electrónica. Igual que después de pelear con el inglés toda la vida de repente te mudas a Alemania y dices… Uff, y ahora tengo que aprender alemán.

Si partes de una posición aventajada y puedes permitirte ver el tren pasar y observarlo desde la distancia como esos rebaños vacunos a los que el tren… Ni fu ni fa, bien, mientras haya hierba… Y tu amo haya decidido que aún no te necesita como alimento, todo bien.

WeChat emulando a Windows

Pero este no era un episodio motivacional, ya hice uno sobre ello (la vida comienza fuera de tu zona de confort). Este va sobre como WeChat, está cambiando el mundo a un nivel similar a como lo cambió Windows el día que decidió que no quería ser un simple programa para el sistema operativo MS-Dos, se emancipó y tomó el control de nuestras máquinas.

Si WeChat juega bien sus cartas y tengo que decir que pese a todo el potencial que tienen para dominar el mundo de internet, ya han cometido en el pasado errores claves que les han supuesto años de retraso… Si juegan bien sus cartas, ya no es que se coma a Alibaba o a Amazon, es que se come a Apple, a Android, a todos…

WeChat no siempre lo hizo todo bien

Decía que si juega bien sus cartas. Y lo decía porque tuvo una oportunidad WeChat de reventar a Taobao y tomar el liderazgo de la venta online. Hubo un momento en el que todo el mundo vendía cosas en WeChat. En los «momentos», que es la zona donde se comparten fotos, videos, etc. Tenías continuamente fotos de tus amigos con su nuevo bolso, sus zapatos o lo que fuera.

La colaboración entre Wechat y Jingdong ya era una realidad y lo tenían todo para competir con Alibaba. Sólo había que desplegar una transición simple de las fotos de los momentos a una tienda online donde poderle comprar a tu amigo lo que recomendaba o, alternativamente, llegar a la web de la tienda a través de un link de afiliación. Pero no supieron. Era todo más arcaico. Contactabas a tu amigo, te pasaba su tienda en Taobao o directamente su cuenta corriente y ahí le pagabas… Todo muy primitivo.

Recordemos, todo primitivo en China, comparado con Occidente, lo de China era ciencia ficción. Simplemente, Wechat no sabía cómo monetizar todo el potencial que tenía y que en ese momento sólo monetizaba Alibaba.

WeChat Pay

Uno de los puntos de inflexión que lo cambió todo fue WeChat Pay. AliPay, que es el monedero electrónico de Alibaba, dominaba el mercado prácticamente en régimen de monopolio y no parecía que nadie pudiera inquietarle. Pero apareció WeChat que creó usos nuevos para el dinero electrónico de una forma disruptiva. Ya no servía sólo para comprar productos como en el caso de su competidor. De repente, usábamos WeChat para pasarnos dinero entre amigos, pagar el alquiler o recibir nuestro sueldo.

Hace bastantes años que en China podemos permitirnos salir de casa sin la billetera porque con el móvil puedes solventar prácticamente todo lo que necesites. De hecho alguno de nosotros pasa mes sin usar dinero en metálico.

La venta online sigue siendo cosa de Alibaba

Aún así, WeChat tenía pendiente competir en la venta de productos. WeChat ya le ha ganado la batalla a Alibaba en usos del Wallet. Pero la venta online, sigue siendo cosa de Alibaba. Y entonces han aparecido las miniapps. Que mejoran sustancialmente este proceso y empiezan a vender sus productos de forma efectiva. Nada comparable al gigante Alibaba y sin embargo algo en un continuo crecimiento. Ojo, las miniapps no sirven sólo para esto, pero como además de sus otras muchas funcionalidades, permiten a WeChat competir con Alibaba en un terreno donde Jack Ma se sentía inexpugnable.

Recordemos que para comprar en cualquiera de las plataformas del grupo Alibaba, tienes que entrar en Taobao, AliExpress, etc. Porque tu cerebro quiere comprar. Es algo proactivo. Para comprar en WeChat… No es necesario que quieras comprar de manera activa. Entraste en WeChat para hablar con tus amigos, pedir un taxi, mandar una felicitación, y… ¡acabas comprando! Esa compra involuntaria tiene un potencial infinito. Más aún teniendo en cuenta los datos que WeChat tiene sobre nosotros.

En enero en una entrevista me preguntaban si China podría ganar la batalla de la inteligencia artificial a los EE.UU. y no tengo dudas. Y no es una cuestión ideológica sino científica. Los ingredientes de la inteligencia artificial, son los datos. Y nadie tiene más datos que China.

Algunos datos sobre «la data» que tiene China

China tiene 5 veces más habitantes que EE.UU., tiene 6 veces más cámaras por las calles, el triple de usuarios de telefonía móvil. En China se hacen 10 veces más pedidos de comida online que en EE.UU. y se hacen 50 veces más transacciones económicas a través del móvil. De verdad, cuando digo que China está más avanzada que occidente a nivel tecnológico no es una opinión. Recordad este dato, 5 veces más habitantes que en EE.UU. pero 50 veces más transacciones. En número de trasferencias por habitante, hay más distancia tecnológica entre China y EE.UU., que entre EE.UU. y un país del tercer mundo.

Y si nadie tiene más datos que China, en China, nadie tiene más datos que WeChat. Obviamente, ya lo vemos con Facebook, las posibilidades de monetización son infinitas. Incluyendo manipular democracias en lugares donde aún presumimos de ellas. Ahí lo dejo.

¿Nos queda demasiado lejos WeChat?

De nuevo… ¿Nos queda demasiado lejos WeChat? Veo expertos en marketing online enseñando y aprendiendo Google ads, Facebook ads, Instagram, cómo hacer un buen mailing,… Todo esto, tiene cero usabilidad en China. Ya no porque Facebook o Google no funcionen en China o por mi ya recurrente frase de e-mail es cosa del pasado en China y pronto lo será en vuestros países sino porque tienen herramientas mejores. Y perdón por la vehemencia. No son diferentes, son mejores.

Muchas veces veo gente hablando de WeChat como “ahhh, nooo, es la app de mensajería que usan en China”… El WhatsApp chino. No es el WhatsApp chino. Aparte de que la comparación es odiosa, WeChat no es una app más. Es “la app”. Y desde luego, definirla como una app de mensajería es como definir un Ferrari como un artefacto que permite desplazarnos entre dos puntos. Creo que faltaría información ahí. WeChat es, entre otras cosas, el claro dominador del social media chino, que es a su vez el mayor mercado del mundo… Una app que ha pasado de ser una simple herramienta de mensajería a ser la base de nuestra vida digital en China.

Pero a veces, decía, China nos queda lejos. Arrasan la economía local con productos mucho más competitivos, vienen y nos compran nuestros equipos de fútbol, nuestras minas de cobre, nuestras bodegas de referencia, desbordan nuestras previsiones turísticas,  pero… China nos sigue quedando lejos. ¿De verdad?

¿Os suena WeChat?

Si estáis en el mundo digital y no os suena Wechat, yo me preocuparía. Me decían en Lombok hace unos días, contándome cómo fue el tsunami que vivieron el año pasado… Tú estás tan tranquilo en la playa admirando el azul del océano y, de repente, cuando lo ves venir ya no hay tiempo de reacción. Los que pudieron salir de casa y correr hacia la colina de detrás lo perdieron todo salvo sus vidas; los otros, ni siquiera. Es muy ilustrativo. No estoy seguro de que cuando se nos venga el tsunami tecnológico de China encima, nos de tiempo a subir a la colina. Lo iremos viendo.

Para los que sí os suena de qué va esto de WeChat, estaréis mosqueados ya con esta app, que ha dejado de ser una simple app para ser un do–it–all app. Una app que lo hace todo.

Porque WeChat ya estaba tecnológicamente infinitamente por delante de cualquier competidor occidental hace 2 años, hace 4 y hace 6… Pero de repente, han innovado y han creado este monstruo de los mini-programas que, de nuevo, lo cambia todo.

¿Qué son estos mini-programas o mini–apps?

Es un software extremadamente ligero que aparece con el formato app dentro de la propia aplicación de WeChat y puede servir para realizar todo tipo de tareas. Juegos, intranets, tiendas,… Todo lo que podamos imaginar.

El sistema salió a la luz en 2017 y ya cuenta con más de 1 millón de mini–apps y 200 millones de usuarios activos. Explicándolo en plata, es como si WeChat se hubiera convertido en un navegador y de repente todo el resto de apps que tienes en el móvil fueran “páginas web” dentro de WeChat. Un navegador, en el que pasamos más horas al día de media que los usuarios de Facebook… Un monstruo.

Y, ¿qué supone todo esto? Pues da la sensación de que las mini–apps han pasado de ser un add–on, un atributo más de WeChat hasta convertirse en su razón de ser. Y si continúa en esta línea, estaríamos ante un nueva disrupción.

Cada vez pasamos más horas dentro de WeChat y menos en otras apps. A empresas como Mcdonald’s o Starbucks les supone un esfuerzo titánico conseguir que descarguemos su app y cuando lo consiguen, entramos una vez y nunca más, mientras que su mini–app de WeChat se encuentra permanentemente interactuando con nosotros y se ha colado allí como una suerte de cookie 2.0 versión china. Posibilidades inacabables. Y si podemos colocar nuestras apps, para jugar, pagar, explorar la red, formarnos, consumir y todo lo que podamos imaginar… ¿Qué queda fuera de WeChat? La nada.

¿A cuánto está WeChat de ser un sistema operativo?

¿A cuántas apps está WeChat de convertirse en un sistema operativo del que ya no queramos y peor aún, no podamos salir? Da la sensación de que muy poquitas. Y si como decía WeChat ha estado lento a veces y ha desperdiciado momentos históricos para quedarse con el pastel completo, la mejor noticia para Tencent sea quizá la ineptitud de sus competidores. Porque Amazon ha copiado sin problemas a Alibaba en cada uno de sus movimientos, abandonando ideas de negocio nefastas y modelos económicos ruinosos hasta convertirse en el líder del sector y aprovechar su masa crítica a nivel mundial. Pero Facebook… e incluyo aquí a WhatsApp van un montón de años por detrás de WeChat en un sector donde seis meses de adelanto tecnológico es una eternidad.

WeChat tiene el tiempo, el dinero, la masa crítica de usuarios y una tecnología única. Veremos si son capaces de sacudir el sector de la telefonía móvil y sobre todo, hacerlo fuera de China, donde incomprensiblemente todavía usamos herramientas muy inferiores.

¿Imagináis ver algún día un sistema operativo llamado WeChat OS con un móvil dedicado? ¡Qué locura! Y ahora, ¿imagináis haber tenido la opción de poneros en marcha cuando aún era pronto y no haberlo hecho?

Os dejo con un proverbio chino:

“Más vale encender una vela que maldecir en la oscuridad».

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