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El fútbol base en China, entrevista a Lolo Barranco

«Los niños son niños en todos lados» Lolo Barranco.

Madrileño y madridista, creció jugando a las chapas en el barrio de embajadores en Madrid.

De pequeño soñaba con ser médico, bombero, policía o cualquier oficio en el que pudiera ayudar a los demás, pero un balón se cruzó en su camino y lo cambió todo. Era una época donde la droga lo intentaba, pero, el fútbol, el fútbol era imparable.

Y.., tras probarlo como jugador, su rodilla pronto le recordó su verdadera vocación, le empujó a la banda y le demostró que en el futbol también había espacio para ayudar al resto.

Entrenando, se presenta serio y exigente, pero, si rascas un poquito, te enamoras de esa ternura que muestra al hablar de su madre.

Cómo habrá cambiado China que han tenido que traer desde Madrid a este jornalero del futbol que abre la oficina, trabaja 14 horas y no conoce los fines de semana. Porque la pasión que él enseña a sus chicos la aplica en cada parcela de su vida.

Quién le hubiera dicho a ese muchacho con las rodillas y los sueños rotos a los 28 que después de los 40 se reencarnaría en alguien que se iba a enamorar de Shanghai. Pero es que el amor es mutuo. Su equipo ya es campeón de China y los chavales que lleva, tozudos y trabajadores como él, están dispuestos a demostrarle al mundo que este país tiene mucho que decir en lo futbolístico.

Entrevista

Hoy nos visita en el Lejano Este, un madridista rendido al tiki-taka de Guardiola, un psicólogo deportivo que representa una generación de entrenadores que ha venido a transformar un continente. Hoy, con nosotros Manuel Barranco, ¡Lolo! Un tipo humilde y cercano del que resulta imposible no hacerse amigo.

¿Lolo en China a qué jugamos? Tiki taka o patadón.

Bueno, ni una cosa ni otra, estamos ahora mismo en un término intermedio. El tiki taka empieza con Guardiola como jugador y Luis Aragonés lo reinstaura.

Yo aquí he visto partidos de la segunda división donde el portero no saca, saca otro jugador. Rompiendo así la línea de fuera de juego y quedándote con un jugador menos en el campo.

Nuestra base es sacar el balón jugado. Nosotros lo que necesitamos es que el balón se juegue. Yo prefiero que el portero arriesgue dándole el balón a un central y si se equivoca, perdemos el balón y nos hacen gol a mí no me importa. Eso es lo que instauro. No estamos ni en el tiki-taka ni en el patadón.

¿Podríamos decir entonces que en China estamos huyendo del patadón?

Sí, en China estamos huyendo del patadón. Sí que es cierto que nuestro equipo ha hecho muy buen fútbol esta temporada. Son el campeón merecido de la liga y han demostrado que jugando al fútbol se gana.

Aquí hay una potencia futbolística bestial. En infraestructura son gigantescos. Lo que han tenido siempre ha sido un problema de base. Como pasaba en España hace cincuenta años. Lo que nos enseñaban era todo analítico, correr y hacer abdominales. No hacías otra cosa.

Lo que se está haciendo aquí en China ahora es fusionar el modelo europeo con el modelo chino. Porque ellos tienen muy buenos sistemas de preparación física. Son unos fenómenos. Eso combinado con la metodología europea (en este caso la que utilizamos es la del Valencia) hace que los chavales desde pequeños vayan cogiendo no sólo la tarea analítica si no también la global.

Les enseñamos qué es trabajar en equipo, lo que tiene que hacer un centrocampista, cómo se tiene que mover un portero, que es uno más del equipo y también se le entrena en base al sistema del equipo.

Eso ahora se está empezando a hacer aquí. Fusionando el sistema occidental con su sistema van a tener éxito antes de lo que el resto del mundo piensa. Son una potencia muy importante y lo van a conseguir. Y el Shanghai SIPG, como otros equipos, trabajan con una metodología como la del Barcelona o la del Valencia.

La élite china tiene una calidad que no es la misma que hace diez años. Han evolucionado mucho.

Me has dicho que tenéis equipos, ¿qué significa? ¿Tenéis un convenio y organizáis los equipos o suministráis los entrenadores y la metodología?

Suministramos los entrenadores, la metodología y toda la gestión del equipo. Por ejemplo, en este equipo Sub 13 que te he comentado tenemos el entrenador de porteros, el primer entrenador, el segundo entrenador y el preparador físico. Este equipo tiene un cuerpo técnico similar a un equipo semi profesional o profesional si me apuras. Se les da absolutamente todo. Ponemos absolutamente todo en ese equipo. Lo único que hacemos es darle el nombre de una escuela para presentarla al club.

Cuando hablábamos de la metodología me decíais que teníais un entrenador serbio, ¿le tenéis que hacer un training?

Nosotros damos cursos de formación a los entrenadores. A todos. Aunque sí que es cierto que nos centramos en los entrenadores chinos. Hay que darles a conocer nuestra metodología. En este caso la del Valencia. El Valencia suministra también a los entrenadores. Vienen de vez en cuando y dan formaciones a los entrenadores. Les explican la metodología del juego, cómo tratar a un chaval y sobre todo trasladarles los valores del fútbol.

Es verdad que en los equipos de los que te he hablado los niveles de exigencia y presión son mayores. Pero la gran mayoría de niños que tenemos son niños de interés. Con esto quiero decir que de algunos de estos niños se puede sacar un jugador talentoso que pasa a los equipos élite.

Pero en lo que nos centramos sobre todo es en la transmisión de valores. Lo que el fútbol tiene. Lo que a España le ha hecho ser campeona mundial. Conseguir hacer un bloque de amigos dentro del talento que hay que tener para jugar al fútbol, pero tener en cuenta la amistad, el trabajo en equipo, la fidelidad y la solidaridad. Todo esto que está alrededor del fútbol y que conforma también un grupo.

Cuando hablas de estos caracteres que nos han hecho campeones del mundo, hablas de gente como casillas, como Xavi, etc. Entre nosotros ¿Esto ahora se ha roto?

Bueno yo no creo que se haya roto. Creo que son ciclos. España lo revoluciona en su día Luis Aragonés. Tuvo el valor suficiente para quitar de la selección a jugadores que tenían unos galones. Lo que hizo fue llevar a los mejores. Independientemente de si los centrocampistas no medían 1,90 ni tampoco los centrales. Nos llamaban la selección de los bajitos. Llevó a los mejores y consiguió hacer que todos fueran en el mismo barco.

Tengo una duda, yo siempre digo que prefiero una buena persona a un buen profesional. Un buen profesional puede hacer crecer a tu empresa, pero si al final no es una buena persona te generará un problema gigante. ¿En el fútbol se da esa situación?

Totalmente de acuerdo. Al final en el vestuario no dejan de ser 25 personas con sus 25 egos. Sobre todo, en los equipos grandes. Yo siempre lo digo: los grandes equipos (Real Madrid, Barça, etc.) no necesitan un entrenador al uso, necesitan un gestor de grupos. Un buen psicólogo, un tipo que de verdad sea capaz de hacerles afines a todos y que los jugadores respeten. Sí que es verdad que a veces hay algunas personalidades que intoxican un poco el ambiente. En el fútbol hoy en día hay mucho talento, mucho jugador bueno. Hay equipo de tercera que tienen un cuerpo técnico de siete u ocho.

En cuanto a la comparativa que haces con las empresas, es lo mismo. Es cierto que todos queremos tener jugadores talentosos, pero yo como entrenador lo que no quiero es un jugador problemático. Ya que ese jugador rompe la dinámica de grupo que es tan difícil conseguir. Prefiero tener a jornaleros, trabajadores de verdad a tener una personalidad problemática. El fútbol al final es un poco el reflejo de cualquier ejemplo que elijas de la vida.

Todo el mundo habla de la afición de los chinos al fútbol, este boom que hay en China desde hace unos años. ¿Quién puede optar a poner a su niño en una escuela? ¿Es caro? ¿Hay becas? ¿O solo la élite se puede permitir pagarlo?

En nuestro caso no. Nuestra empresa tiene un convenio en determinadas escuelas en la que los padres pueden pagar por estas clases de fútbol, pero por supuesto damos becas.

Aunque suene egoísta si un niño es talentoso y nos interesa, y a él le gusta realmente lo que hace se le beca al 100%. En el caso de las escuelas, trabajamos tanto con privadas internacionales y chinas como públicas. Ponemos entrenadores, se les da clase a los chavales. De hecho, hay escuelas con las que nuestra empresa colabora sin ánimo de lucro.

Aprovecho para decir que mi jefe, Sun Ji, es un tipo que admiro. Aunque sea joven, es muy ambicioso en el tema futbolístico. Sobre todo, por el beneficio para los niños y en lo bonito que es el fútbol para ellos. También en darnos la libertad de trasladar estos valores. En ningún momento me ha puesto una barrera ni me ha dicho esto no lo puedes hacer. Ahí me demuestra que de verdad cree en el modelo que ha contratado. En el modelo del Valencia, el modelo español.

Desde tu punto de vista, ¿qué le decimos a un entrenador que quiere venirse para China?

Para un chaval de 25 años con la titulación de entrenador creo que es una muy buena experiencia. A parte de que le va a alimentar mucho. Los niños son niños en cualquier lado.

¿Cómo empiezas como entrenador en el mundo del fútbol?

Esto empieza en Brunete con la supervisión de Johan Cruyff y con el impulso de José Ramón de la Morena. El Real Madrid pone ahí a los entrenadores, uno de ellos soy yo. Y empiezo allí de la mano de Paco Ramírez y de Antonio García Navajas. Dos exfutbolistas del Real Madrid que ahora están en los sesenta años y muy amigos míos. Empiezo allí como segundo entrenador con los cadetes. Al año siguiente entre la escuela de Brunete y el Real Madrid jugué la juvenil B. Ya era un reto importante estar jugando en categoría nacional.

Ahí es donde empieza un poco mi andadura como entrenador. Entré para ver qué tal y ya fue cuando empecé con todas las titulaciones y a cambiar de clubs. Estando en el Moscardó y en el Leganés me comenta un amigo mío del mundo del fútbol que hay un empresario chino que está buscando a unos entrenadores con un perfil (ahora es mi jefe). Hice varias entrevistas con la gente que él tiene en Madrid. Hasta que decide conocerme personalmente en uno de los viajes que realiza a España. Me ofreció venirme con él a China. Y aquí estoy.

Quiero decir que es un tipo al que le tengo mucho cariño y con un valor humano bestial. No lo digo porque sea mi jefe, lo digo como persona. Creo que la apuesta que hace por el futbol enorme por y para los niños. Adora España y adora el Valencia. Y cree en esto.

A mí me gusta el fútbol. Obviamente me gusta el Real Madrid porque he crecido en eso. Pero al que le gusta el fútbol quiere hacer fútbol. Cuando hablan de los jugadores profesionales, lo que quieren es jugar al fútbol, desarrollarse en lo que les gusta. Yo simpatizo con el Real Madrid, pero admiro a clubes como el Barcelona en muchísimas cosas. Y no he visto a ningún equipo jugar como ellos dos distintas épocas que he tenido la suerte de vivir. La de Cruyff y la de Guardiola.

¿Hay una burbuja en el fútbol en China?

Yo no me atrevería a decir que haya una burbuja. Creo que hay un nivel de promoción para el futbol grande, pero creo que es un trampolín y no una burbuja.

¿Te gusta China?

Me gusta Shanghai. Ya te digo que de China tampoco conozco mucho. He estado en otras provincias, pero no mucho tiempo. Desde pequeño me atraía esta cultura, no te puedo decir el por qué.

¿Antes de este proyecto habías estado en China?

Nunca. Esta fue la primera vez.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad que has tenido para integrarte o para trabajar en el día a día? ¿Qué te ha costado conseguir?

Hombre la primera barrera es el idioma. Yo tengo la suerte de que tengo un compañero, Joaquín, que habla perfectamente español y me ayuda a entenderme con los chicos.

¿Tu ciudad favorita de Asia más allá de Shanghai?

Me gustó mucho Hanoi, en Vietnam. Por la gente y el estilo de vida. Tiene más alma de pueblo, hay mucha más comunidad.

En China se habla de comunismo, pero para mí es el pueblo más individualista que conozco. Ellos mismos te dicen que son buenos en deportes individuales como el pingpong, bádminton etc. pero les cuesta muchísimo los deportes de equipo porque están acostumbrados a tener un objetivo e ir a por el sin contar con otras personas.

Eso es algo que a mí me ha costado mucho. En deportes individuales son los mejores, pero en los de equipos todavía no. Aunque estoy seguro de que esto en diez o quince años esta gente va a hacer algo muy muy gordo en fútbol.

Una apuesta ¿tú ves a China campeona del mundo?

Pues no me extrañaría. Yo veo aquí niños completamente descoordinados corriendo, pero veo a otros con un talento futbolístico espectacular. No hablo solo técnicamente, también te hablo tácticamente. Cuando ves cómo se colocan en el campo. Y ves que no tienen nada que envidiarles a jugadores talentosos de Europa.

Además, si algo tiene esta sociedad es que aprenden muy rápido. Y, los niños, no te olvides que son niños en todos los lados, son como esponjas.

Aquí vamos a acabar, Lolo ha sido de verdad un privilegio tenerte con nosotros en el Lejano Este. Siempre pedimos a nuestros invitados que despidan el episodio con un proverbio oriental y te hemos pedido que nos trajeras uno.

Muchas gracias por haber venido y darnos tanta información valiosa sobre lo que sucede en un sector tan interesante como es el mundo del fútbol y con el proverbio que nos traes lo dejamos.

Este refleja lo que siento y lo que creo:

«No hay árbol que el viento no haya sacudido».

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