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Cuando llegué a China me explicaron que aquí no se censuraba nada lo que ocurría es que había cierto contenido sensible. Me encantó el concepto. Qué creatividad para jugar con las palabras. No se podía hablar del Tibet o Tiananmen, porque eso era contenido sensible. ¿Sensible para quién? Claro, las 14 Champions que tiene el Madrid son un contenido muy sensible para mí, del que me gustaría que no se hablara pero a otras personas les encanta hablar de ello y les da la vida. Lo entiendo. Todo son puntos de vista, ¿verdad? No, estoy bromeando, por supuesto que pueden presumir de sus Champions, se lo merecen.

Siempre digo que la libertad de expresión se defiende cuando alguien opina distinto a ti. Solemos ver en nuestro arco político todo lo contrario. Sólo defienden su libertad de expresión y les suele ofender mucho la del contrario. Bastante hipócrita todo.

En China lo tienen mucho más claro, como siempre digo, son más honestos, más trasparentes. Te lo dicen claro. Aquí NO se defiende la libertad de expresión. Y así se acaba con las tonterías más rápidamente.

Ellos tienen sus temas sensibles, pero como el mundo está en movimiento, con la explosión de internet se generó un nuevo mercado de la información, que China tenía controlado a nivel interno hasta entonces y tras ello empezó a haber conflictos con Google, con Twitter, en algún momento con Wikipedia… Qué malos son los chinos.

Y algo que desde entonces y todavía hoy la gente me repite: «pero tú tanto que defiendes a los chinos, ¿Por qué no les preguntas por Tian An Men?» Y más allá de que con el tiempo he ido descubriendo que algunos relatos occidentales son completamente inventados, como siempre explico, no, no vine a China a evangelizar a los nativos, vine a aprender y ha tratar con respeto al país que me acoge. Y en muchos casos mi opinión me la reservo.

El ejemplo que me habréis escuchado con anterioridad… La primera vez que mi novia me invitó a cenar en casa de sus padres, no llegué allí poniendo en duda la decoración, el partido político a quien votaban o por qué comían este o ese tipo de alimentos; me senté en la mesa, callé y respondí cuando me preguntaban. Bueno, pues con esa actitud he vivido en China. La de aprender de una cultura que en algunos aspectos nos lleva algún milenio de ventaja. Porque me faltan unas cuantas vidas para poder darle consejos a quien no me los ha pedido sobre cómo vivir.

Dicho esto, creo que soy muy claro con lo que digo, creo que China es tremendamente explícita con lo que permite y lo que no… Su casa sus reglas, y no dejo de sorprenderme por el escaso nivel de raciocinio de personas que cuando hablo de temas empresariales, comerciales que es a lo que me dedico yo, a hacer dinero, y explico que en China hay una libertad de económica sensacional me responden: «¿por qué niegas que en China no se puede hablar mal de esto o de esto otro? » ¿Perdón? ¿Éste es el nivel deductivo medio? Quizá a alguno de mis detractores este canal le queda grande y es más adecuado para él analizar las montañas de Yangshuo desde la perspectiva de Dragon Ball, que le hace pensar menos y no altera tanto su paz interior.

Sí, en China hay un tratamiento holístico de la información y todo lo que pueda afectar severamente la línea de comunicación oficial se considera un «patógeno» al cual el sistema debe reaccionar y neutralizar. Si te gusta bien, si no te gusta, hay 200 países en el mundo por donde seguir tu camino sin molestar.

Honestamente, y quizá algún día os tengo que contar lo contrario, porque en cada curva toco guardarraíl, de momento, he tenido más problemas muchísimos más, con el cuarto poder en España que con los tres primeros de China.

Es decir, quien me ha perseguido, me ha investigado, me ha difamado e intenta hundir todo lo que hago a nivel empresarial ha sido el periodismo español, una parte del periodismo español, que no le sienta nada bien la discrepancia y rompe su relato que una persona en China pueda ser critica en algunos aspectos con la realidad China y aun así pueda seguir operando con normalidad. Y el ataque personal es la única solución a este callejón sin salida.

Pero, tampoco le pidamos al periodismo que sea honesto, no seamos pretenciosos, aprendamos a convivir con la realidad… No vamos a cambiar al sector que regula el mercado de compra y venta del amarillismo informativo ni su auto-proclamado papel como guardianes de la verdad y la democracia. Entiendo los ataques ad-hominem que me hacen, son una solución comprensible cuando no tienen respuesta a mis argumentos.

Vale, tenemos claro que la información en China no es libre y está lejos de serlo. Y la mayoría de los que vivimos aquí podemos convivir con esta realidad sin demasiado esfuerzo. Aquí aprendemos, que al contrario de lo que se cree comúnmente en occidente, quizá nuestra opinión ombligocentrista no es tan importante.

Sé que cuesta entenderlo, nací en España, un lugar donde todo el mundo sabe de todo, y no sólo sabe de todo sino que tiene una incontenible necesidad de contártelo. Creo que hay un problema ahí de soledad, de falta de cariño o en el mejor de los casos, de necesidad de expresión, anhelo de resonancia. Lo entiendo perfectamente, a mí mi psicólogo ya no me descuelga el teléfono pero tengo un canal de youtube, deberíais probarlo.

Bien, como digo, uno aprende en China que se puede vivir sin intentar colonizar mentes ajenas… «O, Adrián qué triste, como te has resignado a la falta de libertad de expresión…»

Sí, absolutamente, me declaro culpable. Me he resignado a la falta de libertad de expresión y a la falta de droga, de seguridad social gratuita, de revistas en español en el quiosco, a la falta de pan o de postres decentes, a la falta de mi madre… Me he resignado a un montón de cosas y valoro otras, igual que en España durante una época me resigné a pasarme 40 minutos en metro en hora punta oliendo los sobacos del de al lado, porque yo no vengo de una familia bien, otras personas se resignan a estar 2 horas al día en un atasco para llegar a su trabajo…

O lo peor, a lo que voy viendo que se resigna cada vez más occidente, es a una falta de seguridad a mi juicio inaceptable. Y no hablo de Tijuana, Rosario o Ciudad Bolívar, hablo de París o Barcelona. Lugares absolutamente invivibles por alguien que se ha acostumbrado a la seguridad de Asia. ¿Qué la libertad de expresión es innegociable? No caballero, por saber que si mi mujer vuelve sola a las 2 de la madrugada por el peor barrio de la ciudad no le va a pasar nada… Yo, lo negocio todo. Qué triste los que, cuando digo que todos tenemos un precio, piensan que me refiero a cuestiones crematísticas.

Ahora bien, teniendo claro todo lo anterior, y creo que he sido suficientemente explícito y crítico sobre China… A medida que me he ido metiendo en redes, redes occidentales en mi faceta de divulgativa, he ido constatando que en todos los lugares hay cierto grado inaceptable de censura. Sí sí, en occidente también. Algo que, estando muy lejos de China me parece mucho peor por el grado de superioridad moral con el que habitualmente presumimos de libertad de expresión.

Sí, lo siento, creo que es moralmente más censurable ver a un sacerdote robando 1000 euros que a un ejecutivo de Wall Street robando 1 millón. Porque al menos el segundo no se pasa el día dándote la chapa sobre el bien y el mal. Si queremos poder decir que China es una dictadura deberíamos mejorar sensiblemente nuestras carencias democráticas, si queremos acusar a China preventivamente de invadir países quizá deberíamos dejar nosotros de invadir y devastar países, y si queremos criticar la falta de libertad de expresión en China, pues deberíamos tener una conducta impoluta, de la que claramente estamos a años luz.

Incluso desde esa hipotética conducta impoluta nos deberíamos plantear, por qué demonios tenemos que ir a China a contarles lo que tienen o no tienen que hacer, pero ya digo, esa supuesta superioridad moral que nos otorgamos, ni siquiera tiene cimientos sólidos, está basada en una hipocresía que debería hacer saltar las alarmas a cualquier persona con un mínimo de espíritu crítico.

Y no voy a hablar de Assange, que es el Guantánamo de nuestras vergüenzas más insostenibles sobre la libertad de expresión, en lo que casi todos podríamos estar de acuerdo, no quiero buscar lugares comunes, ni discusiones ya trilladas sobre si se puede o no dibujar a Alá, la mayor parte de las personas que piensa que deberíamos tener la libertad para dibujar cualquier cosa se ofendería mucho, insultaría e incluso les gustaría agredir a personas que hacían chistes sobre los muertos del 11-M, tan sólo unas horas después del atentado.

«Claro Adrián, pero es diferente». Siempre es diferente, lo que nos ofende a nosotros es intocable lo que le ofende al otro no.

De nuevo, repito, la libertad de expresión no se defiende cuando quiero ofender al otro, se defiende, si fuéramos intelectualmente honestos, cuando algo me ofende a mí. Si no, no defendemos la libertad de expresión, defendemos cierta libertad de expresión. Exactamente igual que China, sólo que en esa escalera donde a partir de un cierto escalón consideramos que es censura, inaceptable, dictatorial y todo el resto del pack, la única diferencia es que China y tú estáis en diferente peldaño. Y por supuesto, el que está en el quinto escalón mira con desprecio al del cuarto sin entender que hay alguien en el sexto y que quizá, deberíamos dejar de criticar a quien está por debajo por restrictivo o al que está por encima por laxo, de nuevo, evitemos el ombligocentrismo, no somos la medida de todas las cosas… Y si en nuestras casas, a duras penas a alguien le interesa nuestra opinión pues imagínate fuera de ella.

Entiendo que hay niveles y niveles y China tiene una vara de medir muy alta. Repito, honesta, te lo dicen y además no se dedican a criticar al resto. Puede ser una baremo restrictivo pero es el suyo y son muy coherentes con él. Es lo que han decidido para sí, y aunque nos moleste, son un país soberano.

«Es que no creen mi Dios y hay que invadirlos por herejes«, efectivamente, creen en otro Dios. Podemos montar una cruzada, como hemos hecho históricamente, o quizá no, quizá ya son demasiado fuertes y las guerras nunca las hicimos por convicciones ideológicas sino por cálculo, correcto o errado sobre las posibilidades de comernos al más pequeño, de no ser así habríamos atacado a EEUU todos los años… Pues bueno, igual que practican otra religión, practican otro sistema de gobierno, otro modelo de justicia o de libertad de expresión y aunque nos encantaría invadirlos, devastarlos y todas esas cosas que llevamos haciendo desde siempre para expandir nuestras ideas, todo apunta a que no vamos a poder.

Veremos si ellos tienen ese afán imperialista del que preventivamente se les acusa, como si fueran como nosotros, de momento, más allá de problemas fronterizos, no veo a los chinos intentando imponer su idioma, su religión, su cultura o su sistema político. Les suele parecer genial el nuestro y no se meten, no me imagino a China bombardeando Bolivia o Austria o Zimbabue porque hay un dictador atroz o porque tienen un sistema político que les molesta. Todo puede ser, estoy analizando una foto y como siempre critico quizá la película los lleve a acciones tan lamentables como las que hemos protagonizado nosotros…

Volviendo al tema de la libertad de expresión, como os decía, a medida que me adentraba en plataformas occidentales en mi enfoque divulgativo, comprobé que en cada rincón existe un cierto nivel de censura. Lo he vivido en YouTube. Me han censurado vídeos, directamente, y más allá de que parte de mi comunidad me dice que he sufrido un shadowban, he recibido cientos de mensajes de personas que me decían que estando suscrito no le aparecían jamás mis vídeos.

Sí parece evidente que durante mucho tiempo el canal no existía y fue dar la OMS por finalizada la pandemia y de repente mi canal explotar, y es cierto que el tema covid lo he tocado bastante, yo también asocio esa explosión al filtrado de documentos que hizo Elon Musk sobre la anterior gestión de Twitter y cómo el gobierno estadounidense decidía contenidos, subía o bajaba informaciones, me parece increíble que estas noticias pasen casi desapercibidas o se acepten con total normalidad.

Si esos que me acusan de haberme resignado en China, aceptan grados de manipulación espantosos, ni entro en lo de Cambridge Analitycs y como voltearon unas elecciones manipulando a los votantes, esos es que critican a China por antidemócrata, creo que la distopía Orwelliana se vive en occidente, en China somos bastante más conscientes de la realidad en la que vivimos, menos ingenuos al menos… Y bueno, quizá es rebuscado y me he vuelto algo conspiranóico, pero sí creo que con el 10% de lo que destapó Elon Musk habría contenido como para varias cadenas perpetuas en EEUU, si es que existiera tan cosa como la separación de poderes en lugares donde se presume de ello, y creo que desde Youtube le vieron las orejas al lobo y pensaron quizá un día vendemos esto, entra un nuevo dueño y nos expone por haber estado silenciando canales por motivos políticos o lo que sea.

No tengo pruebas, ahora el canal va bien, quizá es que de repente alcancé un nivel de oratoria superior y antes se me encasquillaba la escopeta con palabras de más de dos sílabas, puede ser. Pero… Estos días recibía un mensaje de YouTube, que me ha encantado: YouTube relaja sus pautas de monetización para contenido controvertido. Y te hablan del aborto o los trastornos alimenticios.

Ojalá occidente relajara sus pautas de censura para contenido controvertido y no tuvieran restricciones de ningún tipo los medios rusos. Por aquello de ser coherentes con la defensa de la libertad de expresión. No Adrián, es diferente. Ellos mienten y no podemos permitirlo. Vaya, qué similar al argumento que usan los chinos. La diferencia de nuevo, es que los chinos son mucho más honestos y no van dando lecciones morales por el mundo.

No, en serio, la libertad de expresión son los padres. También en occidente, está bien que YouTube relaje sus pautas de monetización para  contenido controvertido como el aborto o trastornos alimenticios, las relajan para muchos más temas, pero decir que censurábamos en esto, es menos grave y la opinión pública pasará de puntillas por el titular… No es censura Adrián, tu puedes seguir hablando de lo que quieras, simplemente no monetizas, puedes seguir dedicándole horas y horas de tu escaso tiempo a redactar, grabar, editar, etc. Vídeos, pero sabiendo que no vas a obtener ni un centavo de ese esfuerzo, peeeeeero si hablas de los temas que a mí me gustan, sí podrás hacer dinero.

Bravo YouTube, han entendido perfectamente cómo colocar los incentivos sin censurar abiertamente, y así virar el grueso de la información en una u otra dirección. O, dicho de otra manera, dejemos que sólo hablen de estos temas los que tienen instituciones detrás que paguen el vídeo, wow, me encanta el capitalismo.

Fijaos que hace 2500 años, los atenienses habían resuelto esto de forma opuesta. Se percataron de que muchos de sus ciudadanos no podían estar presentes en la Ekklesia (la asamblea) debido a que, principalmente los pobres debían trabajar todos los días. Esta ausencia daba como resultado que las decisiones fueran dominadas por aquellos con medios económicos suficientes para permitirse faltar a sus trabajos y solo las clases acomodadas tuvieran voz y voto en el ágora. Para solucionar este desequilibrio, se introdujo la misthosis, una especie de salario que se pagaba para compensar a los ciudadanos que renunciaban a sus jornadas laborales para asistir a la asamblea.

Sí, pero qué sabrán los griegos sobre democracia, si vestían pañales 3XL… Ya, cuando intento mostrar parte de la sabiduría milenaria China, lo poco que me ha dado tiempo a descubrir, me percato que ni siquiera estoy hablándole a un ombligocentrista ilustrado sino a alguien que ni siquiera conoce su propia cultura. Como para respetar las culturas ajenas, estamos. Lo mío sí es creer en Dios.

Quedaos con esta idea, todas las civilizaciones llegamos antes o después a las mismas conclusiones. En China cuando no quieren que hables de algo lo llaman «temas sensibles», en occidente le damos más vueltas, no es que no puedas hablar es que no monetizas, bueno de otros temas directamente no puedes hablar, pero nos parece espantoso el concepto «temas sensibles», nosotros jamás aceptaríamos algo así, por eso lo hemos llamado «contenido controvertido». «Temas sensibles», contenido controvertido, bueno. Genial. Maravilloso.

Y os dejo con un proverbio chino:

画蛇添足 (huà shé tiān zú): Literalmente significa «dibujar una serpiente y añadirle patas».

Describe esa idea que tenemos los occidentales de sobre-explicar las cosas, añadirle tres kg de maquillaje a las ideas para ver si así concilian con nuestra hipocresía, darle vueltas y vueltas a todo para lograr un encaje dentro de la opinión pública, y al final somos víctimas de nuestras propias contradicciones y acabamos creando un engendro, sin sentido, como el que intentaba dibujar una serpiente y termina añadiéndole patas.

Gracias y hasta pronto.