Con la globalización, la opción de fabricar en China se ha abierto de tal manera que ahora prácticamente cualquier persona puede optar por esta vía, siendo anteriormente un terreno solo apto para empresas de cierto tamaño.
No es ningún secreto que muchas de las grandes multinacionales fabrican en el país asiático. China es la fábrica del mundo y la mayoría de bienes de electrónica de consumo, ropa, juguetes son manufacturados aquí. Compañías como Apple, quizá la empresa más puntera y conocida dentro del sector tecnológico, fabrican todos sus productos en China, sin que éste hecho tenga que verse reñido con la calidad de sus productos.
Precisamente uno de los temas más controvertidos del famoso “Made in China” era la supuesta mala calidad de los bienes producidos en dicho país. Actualmente, en China es posible obtener aquello por lo que pagas, y esto incluye productos de la máxima calidad posible.
De hecho, en los últimos años han nacido marcas autóctonas que van un paso más allá de la propia fabricación de productos para terceros. Estas marcas han dado un golpe en la mesa y ahora se encargan de fabricar productos propios partiendo de las etapas de diseño y desarrollo del producto hasta la comercialización tanto en mercados locales como globales.
Volviendo al tema de fabricar en China, actualmente es más sencillo que nunca y sus posibilidades se abren casi a cualquier tipo de empresa y modelo de negocio. Una pequeña empresa puede fabricar prototipos en China a costes bastante asequibles, comenzar un proyecto de dropshipping o importar pequeñas tiradas de productos personalizados sin incurrir en demasiados riesgos económicos.
A continuación, se muestran algunos de los motivos que hacen que China sea un lugar ideal para fabricar productos:
Motivos para fabricar en China
Costes más económicos: A pesar de que los costes laborales se han incrementado gradualmente con el paso de los años, fabricar en China sigue siendo una opción económicamente favorable. La gran cantidad de fabricas existente y la tendencia a operar con márgenes realmente bajos favorecen estos precios competitivos. Además, hay que tener en cuenta la eficiencia y la especialización de estas fábricas, que logran conseguir una productividad difícil de alcanzar por sus homólogas en otros países.
Mayor abanico de posibilidades: En China podremos fabricar bajo los niveles de calidad y personalización que deseemos. Ya se ha comentado anteriormente como el asunto de relacionar “Made in China” con baja calidad es cosa del pasado, siendo posible fabricar productos de la calidad deseada, siempre y cuando paguemos por ello.
Ausencia de alternativas: En muchas ocasiones, el principal obstáculo a la hora de fabricar un producto en el mercado local es básicamente la no existencia de fábricas capaces de llevarlo a la práctica. Este problema difícilmente lo encontraremos en China debido tanto a la gran variedad de fábricas como a la cada vez mayor innovación de las mismas. Actualmente China se erige como uno de los mejores mercados a la hora de diseñar y desarrollar cualquier tipo de prototipo.
Un paraíso del OEM: En China es bastante sencillo encontrar fábricas que ofrezcan sus productos bajo la modalidad OEM (Original Equipment Manufacturer). Este término hace referencia a la modalidad de producción de algunos fabricantes, mediante la cual, ofrecen sus productos sin marca para poder ser usados por cualquier empresa, con total libertad para personalizar y vender bajo su propia marca. El OEM facilita mucho las cosas, especialmente a emprendedores y pequeñas empresas, ya que no tienen que invertir recursos en crear un producto partiendo de cero.
Claves para fabricar en China con éxito
Aún con todas las oportunidades que ofrece el mercado chino a las empresas que deseen externalizar su producción en el país asiático, se deben tener en cuenta ciertos factores para evitar situaciones que generen algún tipo de situación no deseada. A continuación, se desarrollan algunos de estos elementos que podrían ser claves a la hora de fabricar en China:
Encontrar al proveedor adecuado: El concepto de lo que es un buen proveedor puede variar dependiendo de las necesidades de cada empresa, pero si bien es cierto que hay algunos elementos comunes deseables a tener en cuenta a la hora de seleccionar un proveedor. ¿Qué capacidad de fabricación tiene el proveedor? ¿Cuáles son sus plazos de manufactura y tiempos de envío? ¿Qué garantías ofrece en caso de producto defectuoso? Estas son solo una muestra de algunas preguntas clave. Cada empresa debe analizar su situación particular y plantear sus propias preguntas a los posibles proveedores antes de contratarlos.
Muestras verificadas: Es probable que antes de realizar el pedido definitivo surjan modificaciones en el producto. Si al comienzo de la negociación se ha recibido una muestra del producto, pero a su vez, con el paso del tiempo, se han añadido múltiples modificaciones, resulta de vital importancia igualmente recibir una muestra del producto final para asegurar que cumple los requisitos pactados. En ocasiones los fabricantes ofrecen fotos, vídeos o renders, pero la opción más segura es la de contar con la muestra de forma física.
Comunicación fluida más allá de la barrera del idioma: Curiosamente, la barrera idiomática puede que no sea el mayor problema a la hora de establecer comunicaciones con un proveedor chino, ya que se deben tener en cuenta otro tipo de barreras que, a menudo, pasan inadvertidas, pero son cruciales. Uno de esos puntos críticos es el de la especificidad. A la hora de realizar un pedido a un proveedor chino, este debe ser todo lo específico que sea posible. Si, por ejemplo, una empresa decide realizar un pedido de camisetas, debería ser todo lo específica posible a la hora de detallar elementos tales como el número de camisetas de cada talla, así como los diferentes diseños o colores que debe tener cada una. Existen muchos casos de pedidos erróneos producidos precisamente por no detallar lo suficiente.
Establecer controles de calidad: Los controles de calidad son otro de esos puntos clave que a menudo las empresas pasan por alto, a pesar de su importancia. Una tirada de productos que no cumplen con las características acordadas o simplemente presentan algún tipo de error, puede ser fatal para cualquier empresa. Para tratar de aliviar este problema existen los controles de calidad. Pueden establecerse con distintos niveles de precisión y aplicarse en varias fases. Incluso existe la posibilidad de contratar a un trabajador para que se establezca en la propia fábrica y controle el proceso productivo.
Buscar una situación win-win: Para finalizar esta lista de claves a tener en cuenta a la fabricar en China con ciertas garantías conviene también mencionar el tema de la empatía y la relación con nuestro proveedor. Conseguir alcanzar una situación en la que ambas partes se beneficien probablemente generará una situación de bienestar y confianza mutua que desembocará en mejores tratos y relaciones más duraderas. Al final, no se trata de que alguna de las partes salga victoriosa de la negociación haciendo perder a la otra. ¿Por qué no conseguir acuerdos beneficiosos para ambos?
Fabricar en China ofrece todo un mundo de posibilidades tanto a emprendedores como a grandes multinacionales. Se puede realizar por cuenta propia, aunque si se quiere minimizar los riesgos, sería conveniente tener en cuenta la opción de contratar servicios de asistencia que puedan aportarnos experiencia y seguridad.
En cualquier caso, China sigue siendo la fábrica del mundo y todo hace indicar que así seguirá siendo durante muchos años más, por lo que resulta conveniente conocer sus peculiaridades y mantenerse informado para sacar el máximo provecho en caso de que se quieran externalizar los servicios de fabricación en el gigante asiático.
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