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El cine es una herramienta de expresión artística que ha funcionado históricamente como instrumento educativo, de divulgación cultural y también como un disparador de nuevas tendencias, un mecanismo de preparación para el cambio, la evolución o incluso la amortiguación de eventos disruptivos. Desde una visión utilitarista podemos abordarlo desde diferentes vertientes pero jamás podríamos obviar su potencial como arma política.

Hemos visto como los estadounidenses han utilizado el cine para todo tipo de objetivos políticos, propagandísticos y no sólo ellos, en realidad todos los países lo intentan, pero hay que reconocer su superioridad en éste campo.

Y en este contexto los amantes del séptimo arte, se preguntan me preguntan— que papel jugará China una vez desbanque a EEUU del primer lugar, desde dónde se orienta el cine chino o por qué no está triunfando en la medida que lo hacen sus dispositivos móviles, sus placas solares o sus juguetes.

Una gran industria desconocida para el occidental

Dejadme explicaros en qué punto nos encontramos. A pesar del desconocimiento generalizado sobre el cine chino, que podamos llegar a pensar que es una industria menor, está lejos de la realidad. La batalla en el lago Changjin hubiera sido la película más taquillera de éste año a nivel mundial con más de 900 millones de euros recaudados, de no haber sido por el estreno de Spiderman: No Way Home, 2 semanas antes de finalizar el año.

Y lo sorprendente es que sorprenda que un país 4 veces mayor en habitantes, no sea capaz de superar en números absolutos a los americanos. Resulta fascinante lo interiorizada que tenemos la superioridad americana en este campo. «Son los mejores y siempre lo serán». Parece dar lo mismo el tamaño de los países o de sus economías, nos encanta analizar la realidad a través de fotografías en lugar de ver la película. Además, nunca mejor dicho.

El boom de las salas de cine

Os voy a contar una anécdota personal. En una de las primeras citas que tuve con una chica china, quise llevarla al cine… Y cuando se lo propuse me miró como si llegara de otro planeta.

«Es lo que se hace en mi país» le dije, pero a principios de esta década, las salas de cine en China eran un elemento arcaico, desactualizado,  desvinculado del romanticismo… las chicas de aquella generación ya no tenían tele y lo más cool en aquel momento era pasarnos la mitad de la noche viendo series americanas en un café internet.

La realidad es que hoy China es muy distinta. En algún momento las salas 3D ofrecieron un pretexto tecnológico para ir al cine, además se estaba forjando una clase media emergente, la reconfiguración de la jornada laboral de 7 días a 5, una nueva sociedad de consumo, un viraje hacia el sector servicios que deseaba consumir, consumir… además en familia, consintiendo a ese hijo único sobre el que estaban pendientes 2 padres y 4 abuelos… Unido al boom, burbujístico, si queréis, de construcción de centros comerciales… ha provocado que en sólo una década China ya supere a EEUU en salas de cine.

La pandemia provocó que 2020 fuera el peor año histórico del cine en todas sus dimensiones, la taquilla en EEUU cayó un 80% y aunque en China tuvo una caída del 70%, logró superar a EEUU en números absolutos.

Es esperable que EEUU recupere el trono cuando la situación se normalice, es una sociedad muchísimo más consumista, su industria del cine es incomparable no sólo como herramienta de expansión internacional sino producto de consumo interno pero… Es una cuestión de tiempo que China, tal y como ha ocurrido en otros sectores, aunque sea por una cuestión poblacional, les acabe superando.

Enfocados en el mercado interno

Pero ojo, aquí estamos comparando mercado interno chino vs mercado interno americano. ¿Cuál es la diferencia entre ambos países? Que la industria china está focalizada en su público interno mientras la industria americana, focaliza su público en todo el planeta, o quizá, dejadme que rectifique, ni siquiera se esfuerzan en darle a al mundo lo que quiere ver, las películas las hacen para su público, el tema es que ya estamos americanizados, ya somos su público.

El tercero en discordia sería India, el primer productor mundial, seguido por China y EEUU… Pero obviamente muy lejos en un mercado que ojalá algún día lleguemos a ver desarrollado y optimizado.

¿Por qué el cine chino no es capaz de internacionalizarse? Hay quien dice que es simplemente malo, de calidad pésima. Imagino que son los mismos que piensan que el te no se impone al café porque es una bebida mala, en ese pensamiento eurocentrista obtuso, todo lo que no me guste a mí es malo… La pluralidad cultural nos desborda y con China, han conseguido que nos sintamos amenazados y denigremos todo lo que se distancia de nuestro estándar.

Personalmente, aunque mi opinión es irrelevante, he disfrutado mucho con algunas películas chinas, es cierto que también provengo de una educación occidental, americanizada y mis héroes de juventud eran tipos que se dedicaban a matar vietnamitas, rusos y árabes. Obviamente, me cuesta entender una película donde dos nobles chinos discuten por invadir una ciudad que no logro situar en el mapa.

Globalismo estadounidense

Esto con respecto al combate. Pero la inmersión en la cultura estadounidense es total. Como occidentales hemos abrazado el humor americano y muchas veces pensamos que es el “humor por defecto” de la humanidad, pero para que eso sucediera ha habido que quemar unos cuantos billetes verdes. El lenguaje humorístico es un terreno cultural que Estados Unidos ha sabido conquistar en las trincheras de guiones, rodajes y de salas de cine.

Y si seguimos rascando, vemos un éxito similar en conceptos como el patriotismo, romanticismo o incluso, por ejemplo, ese tan bien construido universo de la navidad. Hasta los chinos celebran la navidad, con mayor o menor éxito hoy bajo preceptos americanos. Pero incluso en países culturalmente más cercanos a EEUU como Uruguay o Argentina… Ver a Santa Claus abrigado, con copos de nieve en las paredes, trineo, etc. En países del hemisferio sur donde la navidad cae en verano… Tiene un mérito enorme.

El cine chino nunca pensó en ganarse a marroquíes, eslovenos o dominicanos. Mas que decir que definirlo como un cine de mala calidad, que ya digo, me parece una crítica desde el odio, diría que no tiene tanta calidad desde un punto de vista de la internacionalización. Hay más de barrera cultural, de estrategia y de público objetivo que de incapacidad.

Si bien su catálogo de películas cuenta con un sólido género de thrillers y dramas sociales, el pilar fundamental en términos de recaudación sigue siendo la comedia, un código donde los paradigmas culturales chinos atentan contra la internacionalización.

El significado del cine

Otra de las barreras artísticas que sufren sus directores, viene por parte del mismísimo partido comunista. Es justo mencionar que hay muchas trabas creativas impuestas a cierto tipo de historias, mensajes y hasta personajes. Claro que podemos hablar de censura. De hecho, yo incluso hablaría más de autocensura. En el cine doméstico, excepcionalmente se dan casos de censura, todo el mundo sabe lo que puede decir y lo que no… Y, habitualmente, para no cruzar ninguna línea roja te pasas de corto.

Y estas restricciones aplican igualmente a películas internacionales. Existe una cuota máxima para promover el cine nacional, y aparte, por poner un ejemplo de intervención directa, en 2020 se prohibió la entrada al país de la película Nomadland, escrita y dirigida por Chloe Zhao, quién ganó 2 Óscar a mejor película y mejor guión. La directora emergente de 39 años nacida en Beijing, es rechazada por el gobierno chino por haber cuestionado el régimen en múltiples ocasiones.

Y en todo esto, inadmisible a priori bajo nuestras concepciones, también podemos quedarnos en la crítica fácil o podemos ser generosos e intentar entender, que no justificar, una cultura diferente a la nuestra. Nosotros entendemos el arte, como necesidad de expresión, de hecho no lo entendemos así, lo idealizamos así, el cine occidental no es neutro políticamente y está muy alejado de serlo pero… filosóficamente si que nos gusta engañarnos a nosotros mismos y pensar que consumimos un producto aséptico, una propuesta meramente artística.

En China tienen clarísimo que el cine no es una herramienta de expresión artística. El cine, es un brazo de la comunicación y como sucede con los medios de comunicación, pueden estar politizados u orientados y quizá los chinos no saben como usar esto a su favor internacionalmente pero tienen claro que los americanos si saben cómo hacerlo.

Diferentes formas de entender la censura

Pero dejadme que explique algo sobre el concepto de «la censura». Sé que esto no me va a generar muchas simpatías en occidente, soy un amante de la libertad y no creo en la censura pero intento explicar lo que he entendido yo de un lugar donde fui a aprender no a juzgar. Sé que en nuestros países vemos esencial por ejemplo tener la libertad de rodar una película donde se hable mal de nuestro presidente. No puedo estar más de acuerdo.

En China, no es que a un director se le censure si habla mal de su presidente, es que él mismo no entiende el cine como una herramienta para hablar mal de su presidente, eso sería politizar el cine. Pero es que es más, el ciudadano chino medio no entendería una película donde se ridiculizara a su presidente. Pero es que es más, el ciudadano chino medio no ve bien que en una película americana se ridiculice al presidente americano. Es muy curioso este punto. No piensan, lo mío no lo toques, pero con lo tuyo, sin piedad, no. Más allá de la crítica miope, sociológicamente, me parece un concepto interesantísimo.

Cuando en la portada de El Jueves, se ridiculizó a la casa real, yo se lo enseñaba a los chinos, orgulloso de la libertad de expresión de mi país, vaya por delante, se secuestró la revista por orden judicial, se censuró, etc. Ahí lo dejo, pero lejos de encontrarme apoyo por parte de los chinos a los que se lo enseñaba, encontraba reprobación por su parte. No hablo de políticos, eran mis amigos, mi familia… No lo veían bien. Veían una falta de valores enorme, no observaban libertad sino libertinaje… De esa experiencia también aprendí.

En cualquier caso, toda esa censura, auto-censura, auto-limitación o como queráis llamarlo, juega claramente en contra de China y de la industria china… Pero explican una cuota muy pequeña de las razones por las que no se globaliza como sí lo hace el cine coreano por ejemplo. La comparativa del momento.

A ver… En general los países pequeños tienden a comerciar muchísimo más con el resto del mundo que los grandes, que caen en el error de orientarse a su mercado interno. Un ciudadano holandés o danés tiene unos incentivos enormes a aprender una de las lenguas mayoritarias, chinos o británicos acostumbran a relegarlo en su orden de prioridades. Los empresarios suizos están muchísimo más internacionalizados que los rusos o los brasileños por ejemplo… Su mercado es minúsculo. Esto está super estudiado y es uno de los argumentos de los defensores de los estados pequeños. Y sí, aunque Corea no es tan pequeño, ha orientado brutalmente sus exportaciones hacia China en las últimas décadas, donde su cultura es muy bienvenida.

Cuestión de tiempo

Explicar que China no e s capaz de crear una serie como El Juego del Calamar porque no tienen calidad para ello es un argumento consecuencialista, sesgado y orientado a un público concreto al que la retórica anti-China le excita más que ver a su selección ganar un mundial. Si quisiéramos entrar en profundidad en las razones, el origen o la historia del cine chino, hay tanto para abarcar…

Durante la segunda mitad del siglo XX, China no fue un gran país emisor de cine pero sí consumidor. Hong Kong era el Hollywood de China, vivía para explorarle cine a los chinos, como lo hizo después Corea, como lo hubiera hecho Japón de no ser por su conocida rivalidad.

En cualquier caso, la historia me ha enseñado que apostar contra China es una mala elección.

Los mismos que piensan que China es incapaz de competir en cine, hace 10 años ni imaginaban que China superaría a EEUU en PIB ajustado por paridad de compra, en comercio con el mundo, era impensable que en menos de dos décadas pudieran hacer frente a EEUU en su carrera espacial, que superaran a los americanos en tecnología,… De verdad, si China no es una potencia internacional a nivel cine es porque todavía no han entendido el potencial imperialista, de colonización cultural que tienen.

Siempre explico que China tiene muy mal marketing, no se saben vender y obviamente aún no saben utilizar el cine para venderse o lo hacen relativamente mal con películas nacionalistas para su público interno.

Ver a un occidental riéndose de que el cine chino no le haya manoseado la mente tan eficientemente como lo hace el cine estadounidense es como si viéramos al mismo tipo, sentado en un Mcdonald’s riéndose de la pésima calidad de la comida rápida china.

Con tan poco criterio, puedo pronosticar que en cuanto los chinos se lo propongan, caerá con las cuatro patas.

La sensación que tengo viendo cada vez más elementos de expresión nacionalista en China, cada vez más banderas, más intención propagandística es que, vale, podemos criticar a los chinos por no saber utilizar el cine tan bien como lo hacen los americanos… Pero, estamos describiendo un fenómeno que tiene fecha de caducidad.

Una recomendación

Como conclusión, más allá de la crítica simplista, “el cine chino es malo” creo que existen cuestiones que en ocasiones son abordadas con zancada corta y que en mi opinión requieren un estudio mucho más riguroso.

Para esto creé este canal, para abordar temas que la prensa deforma tendenciosamente, en este episodio he querido contarte otras posibles razones por las que el cine chino todavía no funciona como el americano, si te parece interesante me encantaría que te suscribieras al canal y me acompañes en viaje de descubrimiento de la China que todavía no te han contado.

Una película, pero esta sí, basada en hechos reales. Si prefieres la ciencia ficción, es un género que a mí me apasiona, en el cine y en el quiosco… También lo entenderé. A veces la realidad es mucho más aburrida de lo que nos cuentan. Por eso nos cuentan otra realidad.

Hoy en lugar de despedirme con un proverbio, te voy a recomendar que sigas a Zhang Yimou, mi director chino de referencia, un auténtico genio, el creador de la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos de 2008 encargado también de la ceremonia en los juegos olímpicos asiáticos de 2022.

Y una película de él, una muy sencillita, para todos los públicos, Si te gustan los paisajes, los hogares chinos, los palacios, los ropajes de la época, espectacular… Si no te enamoras de Zhang ziyi viéndola bailar… En fin.  La casa de las dagas voladoras… Y si os gusta un poquito, me dejáis un like. Venga, ya me contáis qué tal.